Cultura

Las razones por las que 'Alcarràs' no ha ganado ningún Goya

La película de Carla Simón tenía demasiadas cosas en contra para triunfar en la gala más ‘progre’ de nuestra cultura

Las propongo una apuesta: ¿cuántas posibilidades creen que tiene de triunfar en los Goya un drama social dirigido por una mujer y rodado en catalán? ¿Y si le añadimos que viene con un Oso de oro del festival de Berlín bajo el brazo? ¿Y si les digo que la misma gente que vota los Goya votó que Alcarrás era la película que debíamos mandar a los Oscar? ¿Y si recibió once nominaciones para la gala? ¿Y si rematamos con el dato de que uno de los protagonistas de la película es candidato municipal de Podemos y que la cinta ha sido apoyada por Miquel Iceta, Salvador Illa y Pere Aragonés? Que no se llevase ningún premio ha sorprendido incluso al triunfador de la noche, Rodrigo Sorogoyen, que declaró que le parecía injusto que la obra de Simón se fuese de vacío.

La web de TVE daba una buena pista de lo sucedido: “la preselección para los Oscar se realiza durante el verano, casi siempre con películas que todavía no se han estrenado, y distribuidoras y productoras luchan para que el mayor número de académicos vean sus películas. Para los Goya, en cambio, casi la totalidad de los académicos están familiarizadas con las nominadas. Y, segundo, porque se puede tener el criterio de considerarla la mejor candidata para ser elegida en Hollywood, pero no la preferencia personal”, explican. Esta es una de las claves.

La periodista cultural Marta Medina ofrece otra pista sutanciosa en El Confidencial: “Pedro Almodóvarue el primero en experimentar en sus carnes la gran paradoja: en 1992 los académicos seleccionaron Tacones lejanos para viajar a los Oscar; unos meses más tarde, esos mismos académicos decidieron que no, que el film protagonizado por Victoria Abril y Miguel Bosé, que además recibió una nominación a los Globos de Oro, no merecía llevarse ningún cabezón. Podríamos, incluso, llamar al fenómeno la maldición Almodóvar, ya que cuatro años después se repitió con La flor de mi secreto”, recuerda.  

'Alcarràs' contra todo

Otros periodistas manejan ángulos distintos, pero de manera llamativa falta la explicación política. La impresión  que deja Alcarrás también naufragó por ser profundamente antiprogresista. La historia nos muestra, con personajes de carne y hueso, que las energías renovables que son bandera de tantos líderes progresistas (Zapatero, Sánchez, Errejón…) amenazan o destruyen los vínculos tradicionales de la agricultura española.  Lo que Carla Simón recuerda al progresismo es que ellos no siempre son los buenos o no los son necesariamente en todas las situaciones.  Igual no todos se dan cuenta, pero al menos notan que hay cosas que no encajan en su relato, como la defensa de la familia tradicional, el desmarque de muchos dogmas feministas y un relato sobre los pueblos mucho más pegado a la tierra que el del urbanita medio.

¿Por qué tanto remilgo al afrontar que algunas películas hablan del recrudecimiento de la vieja lucha de clases?

El pasado domingo, cuando se debatían las crónicas sobre la gala, el Blog Salmón publicó un reportaje que tenía mucho que ver con la película. ¿Titular rotundo? “Wall Street se lanza a por las renovables en España”. Así se abre el texto: “España se encuentra en el punto de mira de los grandes inversores norteamericanos tras los buenos datos cosechados por el sector en los últimos años. Nuestro país sigue siendo pionero en la apuesta por el negocio de las energías renovables y esa oportunidad de mercado ha sido detectada por los más poderosos de Wall Street. El último ha sido el banco Goldman Sachs, que busca diversificar su capital con la creación de una sociedad que se encargue de generar biometano en Europa; Verdalia”. Más madera: “La sede central de Verdalia se ubicará en Madrid y contará con una inversión inicial de 1.000 millones de dólares durante cuatro años. Aportará capital para comprar proyectos en fase inicial de desarrollo y en activos operativos de mayor tamaño relacionados con el biometano”. ¿Cuántas familias como la de Alcarrás vivirán un drama por lo que adelanta este artículo?

Resulta curioso que la gran ganadora de la noche de los Goya, As bestas, trate conflictos muy similares a los de Alcarrás. Me refiero a la agonía del mundo rural, el aumento de la tensión económica entre sus habitantes y el daño que pueden hacer las fantasías urbanitas a estos entornos tradicionales. Pero son dos películas muy distintas, ya que en As bestas se puede interpretar que la pareja de heramanos gallegos aldeanos y asalvajdos encarnan el mal, no en vano la película con la que más se ha comparado es la brutal Perros de paja de Sam Peckimpah. En esta sección, el filósofo Ignacio Castro Rey nos ofreció una interpretación mucho más sofisticada, pero para muchos espectadores la película retrata el embrutecimiento del mundo rural, no la frialdad de la lógica del beneficio que arrasa con cualquier entorno. Puestos a dar explicaciones ingenuas, la palma se la lleva el actor francés Denis Ménochet, que en la gala de los Goya explicó que la película trata sobre "el amor de las mujeres frente a la locura de los hombres". ¿Por qué tanto remilgo al afrontar que algunas películas hablan del recrudecimiento de la vieja y siempre incómoda lucha de clases?

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