Cultura

La Cultura con Almeida: entre el impulso y el intervencionismo

El Gobierno conformado por el PP y Ciudadanos lleva en su proyecto de Presupuestos 179 millones de euros para Cultura, 30 más que Manuela Carmena y 100 más con respecto a Ana Botella

Habrá más dinero, la pregunta es en qué se va a gastar. El proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento de Madrid para 2020 presentado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida y la vicealcaldesa Begoña Villacís da un empujón de más de 30 millones de euros a la Cultura, una dotación excepcional comparada con los años anteriores. Una previsión de crecimiento del PIB en Madrid del 2,3% ha sido la base sobre la que el Gobierno municipal de PP y Ciudadanos construyó las cuentas.

De las 10 áreas que componen la corporación municipal, Cultura sale fortalecida con un 15,64% más de dotación hasta superar los 179,90 millones de euros, bastante más con respecto a los 141 que consiguió aprobar Manuela Carmena en el último año de su legislatura. El primer proyecto de cuentas redactado por PP y Ciudadanos destina a la concejalía dirigida por Andrea Levy una dotación que corrige un recorte pronunciado de 35 millones que sufrió el área en 2017. Según explicó la entonces alcaldesa Manuela Carmena, la reducción tenía como objetivo cumplir la regla de gasto impuesta a a los gobiernos locales. 

De las 10 áreas que componen la corporación municipal, Cultura sale fortalecida con un 15,64% más de dotación

Independientemente de las restricciones impuestas por Hacienda en su momento, el historial de las cuentas para la Cultura en la ciudad lleva un largo rosario de reveses, no sólo por las prórrogas presupuestarias de Carmena, sino también por los paños calientes en los temas esenciales que tienen que ver con el tejido creativo de la ciudad. Cuando Ana Botella entregó el Ayuntamiento a Manuela Carmena, hace ya un lustro, el dinero para la cultura se había reducido en más de 20 millones de euros y la situación era catastrófica.

Aunque la dotación creció en ese tiempo hasta recuperar el techo de los 100 millones de euros, los problemas de organización y estructura seguían abiertos. El idilio de Cultura con Carmena duró poco, entre otras cosas porque el aparato de gestión de esa área carecía de una estructura orgánica, lo cual condicionó muchas de las decisiones. Las destituciones y relevos de Juan Carlos Zapata primero, y el de Celia Mayer después, concentraron todas las decisiones en Manuela Carmena, que pasó a convertirse en responsable directa.

Hasta la llegada de Carmena, instituciones como el Círculo de Bellas Artes, la Residencia de Estudiantes, el teatro de la Abadía o el Instituto de Música de Cámara de Madrid llevaban mucho tiempo sin recibir aportación municipal alguna. A eso se sumaba un aspecto adicional: la sociedad mercantil Madrid Arte y Cultura (MACSA), la empresa pública que se encarga de la gestión cultural del Ayuntamiento, era una rémora.

Manuela Carmena se propuso reorganizar Madrid Destino, pero no tuvo demasiado éxito. Benz dirige ahora el ente

Manuela Carmena se propuso reorganizar Madrid Destino, pero no tuvo demasiado éxito. En lugar de poner orden, tuvo que colocar más dinero, sin que eso se tradujera en mayor eficacia. El Consistorio se vio obligado a desembolsar 28,525 millones de más para paliar el déficit entre lo presupuestado por el Área de Cultura para Madrid Destino (45,8 millones) y lo que necesita para cumplir con sus obligaciones (74,4 millones).

De esa partida, casi un millón se destinaría a actividades en Matadero, recién escindido del Teatro Español en una decisión que obtuvo el rechazo del sector y que provocó que 700 creadores de las artes escénicas, desde Nuria Espert hasta Jesús Cimarro, se pronunciaran en contra. Otros 319.000 euros irían a Conde Duque y 155.000 euros al Circo Price. Las áreas de librerías y museos tenían dotaciones planteadas fuera de un plan estratégico y fuera de una visión de conjunto, lo cual creó un desorden en las asignaciones y el seguimiento de objetivos. 

Las actuales cuentas del Gobierno de PP y Ciudadanos se proponen reorganizar sus prioridades en un Plan de Impulso para la Cultura anunciado por Andrea Levy y que está incluido en los Presupuestos, además de la puesta en marcha de medidas como la no renovación de Carmen Portacelli como directora del Teatro Español y el nombramiento de Natalia Menéndez como directora del coliseo madrileño, que recuperará sus naves en Matadero cuando termine la programación de Mateo Feijóo.

Eduardo Maura, exdiputado de Podemos en el Congreso, asegura que la gestión local tiene un marcado sesgo intervencionista

El Área de Cultura, Turismo y Deporte decidió fusionar de nuevo ambos centros ante la demanda de gran parte de la profesión escénica y del público madrileño, que reclamaban que el teatro de texto regresara al complejo cultural de Legazpi. La Nave 10 y la Nave 11 de Matadero, así como la Nave 12 que acoge la cafetería y un pequeño escenario, se crearon como una prolongación del Teatro Español y fueron inauguradas por Mario Gas en 2007. El complejo reúne un total de 5.900 metros cuadrados distribuidos en tres edificios. Esta decisión, así como los cambios en el Fernán Gómez con el nombramiento de Laila Ripoll, encuentran reflejo en ese proyecto de Presupuestos.

Estos últimos dos casos, Español y Fernán Gómez, dispararon las alarmas para algunos. Eduardo Maura, exdiputado de Podemos en el Congreso y muy vinculado al sector cultural, asegura, al ser consultado por Vozpopuli, que la gestión local de los populares tiene un marcado sesgo intervencionista. "Es llamativo que todas las decisiones que están tomando y las personas que cesan estén siendo sustituidas sin concurso público, porque así como Madrid había tardado en ponerse a la altura de los concursos europeos y latinoamericanos, y que son mecanismos que garantizan la elección de un proyecto más que una persona, resulta curioso que ahora se vuelva al sistema de nombramiento directo. Eso no es muy habitual". 

Además de ese supuesto rasgo intervencionista identificado por Maura y una parte más crítica del sector, hay otra a la que le preocupa un elemento adicional: la poca experiencia en gestión cultural que tienen muchas de las nuevas incorporaciones, algo que ya estaba presente en la gestión de Carmena pero que continúa como un signo distintivo en la gestión de Almeida. El Ayuntamiento, sin embargo, insiste en subrayar la vocación de reunirse con todos los sectores, desde libreros, bibliotecas, museos, creadores, plataformas de artes escénicas y cinematográficas, hasta el diseño de un programa cultural en colaboración con la RAE, el Ateneo de Madrid, el Congreso de los Diputados, la Feria del Libro, las librerías de Madrid y el Gobierno de Canarias, este último con motivo del año dedicado al escritor Benito Pérez Galdós.

Más dinero, ¿para qué?

Tras el nombramiento del exsecretario de Estado de Cultura Fernando Benzo como consejero delegado de Madrid Destino, el gobierno local anunció que pondría orden en la estructura del ente y recuperaría “la pluralidad” en la programación artística de los ocho grandes contenedores artísticos de la ciudad, además de la Cineteca, la escuela-emisora M21 y el Teatro de Títeres del Retiro. Para acometer muchas de estas tareas, Madrid Destino dispondrá de alrededor de 56 millones de euros para el año próximo.

El proyecto de cuentas del área de Cultura en Madrid prioriza y optimiza la asignación de los créditos, según apuntan sus responsables. También apoya a las librerías y editoriales de Madrid con ayudas mediante subvenciones en régimen de libre concurrencia, así como becas y premios para el fomento de la investigación y la creatividad. Aunque aún no están detalladas las cantidades específicas -al menos Vozpopuli no ha tenido acceso a ellas-, la concejalía de Cultura mantiene el apoyo a las instituciones culturales de relevancia en Madrid mediante subvenciones nominativas (Teatro Real, Círculo de Bellas Artes…) como apoyo específico a la actividad cultural que desarrollan.

Los créditos del Área Delegada de Turismo ascienden a 6,2 millones de euros, una dotación dirigida a crear una única 'Marca Madrid' con reconocimiento internacional, según describen los datos aportados por el Ayuntamiento. En el ámbito cultural se mantienen las líneas de apoyo al tejido cultural local, con el objeto, aseguran, “de fortalecerlo y potenciar su proyección y difusión hacia la sociedad, como también hacia el resto del tejido nacional e internacional a través de líneas de ayuda”.

Los cambios presupuestarios actúan sobre las áreas de Bibliotecas Públicas con 25,69 millones de euros, 3% más con respecto a 2019. Patrimonio Cultural se lleva 11,45 millones, 1,5% más; 10, 22 millones para Actividades Culturales, 1,40% por encima, así como 49 millones en inversiones de mejoramiento cultural, el doble que en 2019 y 8,6 millones para inversión en museos y colecciones.

Cautela en la oposición

Los números del proyecto de Presupuestos de la Alcaldía se corresponden con muchas de las reivindicaciones que el sector ha sostenido durante los últimos tres años: más apoyo a las artes escénicas, medidas fiscales que incentiven los rodajes en Madrid, ampliación y mejor dotación de las Bibliotecas, y como esas reivindicaciones muchas otras más.

De aprobarse, las cuentas de Cultura propuestas por Almeida serían las que más aumento conceden en los últimos cinco años al área de Cultura. A pesar de eso, muchos prefieren mantener una posición de cautela. Así lo ha dicho la diputada socialista Mar Espinar, quien asegura que su grupo se mantendrá vigilante ante los planteamientos de los populares y Ciudadanos. Rita Maestre, de Más Madrid, también prefiere no emitir opinión aún sobre las cuentas, tal y como ha manifestado al momento de ser consultada por Vozpopuli

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