Su trayectoria profesional en el mundo cinematográfico es aún corta pero su ascenso ha sido veloz como un meteorito. Almudena Amor, con apenas tres años con experiencia como actriz, ya ha trabajado con dos de los directores más relevantes del panorama actual, ha participado en dos de los festivales más importantes -Málaga y San Sebastián- y cuenta con una nominación a mejor actriz revelación en los premios Goya.
Almudena Amor (Amadrid, 1994) se graduó en Publicidad y estudió un master en diseño. Aunque siempre pensó que convertirse en actriz era un sueño al alcance de muy pocos, siempre que tenía ocasión, ya fuera con sus compañeros de universidad o bien en el terreno publicitario, aprovechaba la ocasión para ponerse delante de la cámara, hasta que hace algo menos de cuatro años protagonizó La abuela (2021), de Paco Plaza, un thriller psicológico con grandes dosis de terror y fantasía que se presentó en el festival donostiarra.
A continuación, participó en uno de los episodios de Historias para no dormir (2021), también a las órdenes de Plaza, y después llegó otro hito en su corta carrera: El buen patrón (2021), de Fernando León de Aranoa, película por la que estuvo nominada al Goya a la mejor actriz revelación. Después, tras repetir con Plaza en Hermana muerte (2023), rodó la miniserie El silencio, de Netflix.
A finales de 2023 participó en una producción británica junto a James McAvoy y próximamente se embarcará en otro proyecto extranjero con el que viajará a Australia, pero antes llega este viernes a los cines con La mujer dormida, un thriller dirigido por Laura Alvea que, a pesar de sumarse a sus participaciones en el cine de género, no la convierte en musa del terror, según ha señalado a Vozpópuli en una entrevista. En esta película, da vida a una auxiliar de enfermería que empieza a cuidar a una mujer en estado vegetativo, contratada por su marido, Javier Rey, por quien empieza a sentirse atraída.
Pregunta: Interpreta a Ana, una enfermera que guarda cierto misterio.
Respuesta: Creo que a ella se le va contagiando el misterio que hay en la casa, porque ella llega con el corazón muy abierto, con mucha luz y compasión y una forma de mirar el mundo con mucha ternura, desde lo positivo y lo bello. Es una persona poco común, nunca se la ve enganchada al móvil sino que observa la vida y siente amor y compasión hacia el mundo. Lo que le sucede con esos personajes, en esa casa y con ese aislamiento en el que se adentra saca otra parte más oscura y con más secretos. Esta película habla mucho de las relaciones, las toxicidades y las manipulaciones, y ella al final es víctima de eso.
P: El género sirve para hablar de ciertas cosas sin apuntar directamente a los temas.
R: Lo que me gusta mucho del género es que se puede hablar muchas cosas muy reales y humanas, y que nos ocurren a todos, de una forma metafórica en la que, además de pasártelo mejor, porque la imaginación echa a volar, hay algo que también llega a lo más profundo porque no te dan una lección moral, sino que a través de otros elementos puedes identificarte con ciertas historias y reflexionar. Esta historia, más allá del género y lo sobrenatural, es muy humana.
"Al ser un trabajo con mucha exposición, todo el mundo opina si lo que haces está bien o mal, si has acertado o no" Almudena Amor, actriz
P: Ha rodado con dos ocasiones con Paco Plaza y ahora protagoniza una película de suspense. ¿Se siente musa del terror y el thriller?
R: No he hecho tantas para sentirme musa. Me siento afortunada de ser actriz. Empecé a trabajar hace tres años, cuando rodé mi primera película, y estoy ahora presentando otra película. No pienso tanto en el género, sino en que me llegan buenas historias y buenos personajes. El género son etapas y hace poco he hecho otra más experimental. Me gusta cambiar.
P: ¿Siente presión por haber empezado a trabajar con cineastas muy relevantes del cine español?
R: En su momento pasé por ahí, después de presentar mis dos primeras películas, porque las dos fueron muy bien. Sentía que acababa de empezar y que estaba aprendiendo, y pensaba en lo que iban a esperar de mí. Pero luego ya lo he asumido trabajando mucho, porque esto es una carrera muy larga, y he aprovechado esa oportunidad de empezar tan bien con gente que me ha dado muy buena base para entender el cine desde un lugar sano y enriquecedor. He entendido que va a haber muchas fases y etapas diferentes, y que uno nunca sabe. Nunca me habría imaginado empezar por ahí, por lo que no me voy a imaginar por dónde seguir.
P: En este punto de su carrera como actriz, ¿se siente capaz de modelar el camino y elegir por dónde ir?
R: No he sentido que haya habido ningún proyecto que no haya podido hacer por cuestión de trabajo o por cuestiones económicas, que ocurre a veces. Si no te llaman, tienes que comer. De momento, he tenido suerte con lo que me ha ido llegando. Cuando me llega un guion siento si lo tengo que hacer, si soy la persona idónea para contarlo. Me rijo por eso, por mi intuición, aunque te puedes confundir y no pasa nada. Parece que al ser un trabajo con mucha exposición, todo el mundo opina si lo que haces está bien o mal, si has acertado o no. Soy humana y habrá veces que acierte y otras que no, pero no tengo que tener miedo a eso. Seguramente no dependerá todo ni de un acierto ni de un error, sino del trabajo a largo plazo.
P: Se graduó en Publicidad y estudió un master, pero después entró en esta profesión. ¿Cuándo empezó todo?
R: De adolescente hacía teatro y en cuanto tenía la oportunidad de ponerme delante de una cámara lo hacía. En la universidad, intentaba presentarme a los castings de los compañeros de Audiovisuales, salía en los videoclips de los amigos que hacían música o aparecía en anuncios para sacar dinero. No podía ser actriz pero en cuanto podía lo intentaba.
"Las escenas más íntimas, sexuales o desnudos me parecen más un baile, y yo bailo mucho. Yo estudié teatro físico y no me impone tanto" Almudena Amor, actriz
P: La mujer dormida tiene alguna escena íntima para la que no se recurrió durante el rodaje al coordinador de intimidad. ¿Son esos los momentos más complicados?
R: Hay escenas de una implicación emocional muy alta y en algunas circunstancias de rodaje es más complicado. El clima a veces afecta mucho. Hay cosas técnicas que no hacen favor al proceso emocional que tienes que mostrar, pero realmente las escenas más íntimas, sexuales o desnudos me parecen más un baile, y yo bailo mucho. Yo estudié teatro físico y no me impone tanto. Hay escenas complicadas que, de un alto grado emocional que según las circunstancias pueden serlo. En general confío en que no estoy sola, sino que hay todo un equipo. El trabajo del actor parece solitario, pero hay mucha red que te sostiene.
P: Muchas actrices señalan que hay un momento en su carrera artística en el que las dejan de llamar, y que años después vuelven con fuerza. ¿Le da miedo que llegue ese momento?
R: El otro día le hicieron esta pregunta a Demi Moore y me gustó la respuesta, porque decía que hay algo de fuera que no se puede controlar, y algo dentro que sí se puede, lo que está pasando en ti, y yo me agarro mucho a eso. Como no sé cómo me va a tratar la vida, puede ser que me dejen de llamar a cierta edad, pero también pueden ser otros factores que hagan que yo no me pueda dedicar a esto, no es solo que no me dejen de llamar. Prefiero no tenerle miedo, seguir apoyando para que cada vez haya más proyectos que cuenten con personajes femeninos de todas las edades, y todo tipo de historias, pero veo que eso está cambiando. Eso me da confianza y trato de pensar que no que esto me va a pasar a mí, sino aprovechar el presente porque lo que llegará en el futuro no lo sé.
P: El año pasado la industria de cine estadounidense vivió las huelgas de actores y guionistas, quienes protestaron, entre otros asuntos, por el desamparo ante la inteligencia artificial. ¿Le preocupa lo que puede ocurrir con las nuevas herramientas que aparecen? ¿Qué factor humano cree que es irremplazable?
R: Me preocupa que la tecnología avance más rápido que nosotros, no nos da tiempo a asimilar todos los avances que la tecnología nos trae. Esto me asusta en líneas generales. Luego, respecto a la inteligencia artificial, sin duda se va a tener que regular. Hay algo humano y cuando una persona siente una emoción con honestidad a ti te llega, aunque no haga nada, y a lo mejor alguien hace algo técnicamente muy asombroso y a ti no te ocurre nada en el corazón, no te conmueve. Eso tiene que ver con una parte humana que nos conecta y eso es único. Cría cuervos me gusta mucho y hay planos de Ana Torrent en los que mira a cámara que te conmueven profundamente.
