Detrás de los gags y bromas de Ángel Martín se escondía un profundo malestar que le llevó a estar 15 días ingresado en un centro psiquiátrico. Lo peor no fue su estancia en el hospital, lo más difícil fue enfrentarse al mundo real después del ingreso. "Tras 15 días ingresado, salir a la calle es como entrar en el infierno", ha manifestado en un acto de la Confederación Salud Mental España.
"Con un brote psicótico entras en el hospital pero estás en tu mundo y no te enteras muy bien de lo que pasa. Piensas: fenomenal, un hospital, cosas nuevas. Lo malo es cuando sales, porque el mundo es otro... mucho más aburrido, gris, un infierno. Entras en una depresión terrible, demoledora".
Ángel Martín ha señalado que uno de los problemas de Salud Mental es que no existe un medidor que indique cómo estás de mal. "La gente tiene mucha tendencia a pensar cuando uno va al hospital y sale, pues que ya está bien. No es así, en absoluto".
El humorista considera que se hace un esfuerzo muy grande delante de los demás para aparentar estar bien cuando la realidad es contraria: "La gente no lo ve. Estás haciendo un esfuerzo para que la gente crea que estás bien, pero estás jodido. Finges que estás animado y eso te hace estar aun más jodido. Es la pescadilla que se muerde la cola. Creo que es imprescindible enseñar a la gente que no es que tu salud mental sea importante, es que la de los demás también".
Martín ha reconocido que todavía hoy, 4 años después de lo ocurrido, sigue intentando entender lo que le pasó.
Si la salud mental dependiese de los ingresos económicos, todos los que coincidan con esos ingresos acabarían mal y no es asíÁngel Martín
El presentador del informativo matinal más exprés de España incide en los problemas de generalizar cuando se habla de Salud Mental y se aleja de aquellos postulados que la relacionan con el poder adquisitivo de una población. "Si la salud mental dependiese de los ingresos económicos, todos los que coincidan con unos ingresos determinados acabarían mal y no es así. Hay gente en sitios de bajos ingresos que no está mal".
Martín tampoco cree que la solución sea regar de más dinero al sector: "Muchas veces se centra todo en decir que 'hace falta más dinero para la Salud Mental', y es verdad, pero no es lo más urgente. Lo primero que hace falta es que la gente entienda que, cuando se está mal, hace falta ayuda. Hay que empezar por no tener miedo a decir en casa: me encuentro mal. La culpa no es tuya".
Muchas veces se centra todo en decir que 'hace falta más dinero para la Salud Mental', y es verdad, pero no es lo más urgente
Han pasado cuatro años desde el ingreso de Ángel Martín en un hospital psiquiátrico, y asegura que si ha tardado tanto en contarlo es para no parecer "uno de esos famosos" que banalizan con la Salud Mental para que les presten atención.
El testimonio de Espido Freire
El acto ha contado también con el testimonio de la escritora Espido Freire, que padeció un trastorno de la conducta alimenticia y no lo hizo público hasta 10 años después. Freire tiene claro que salir del pozo no tiene que ver con la voluntad del enfermo, como muchas veces se "quiere vender".
"¿Cómo se sale? Depende de la edad, de si tu familia lo entiende o no, de si estás en un núcleo urbano o vives en la periferia, de la rapidez con la que se ha detectado... Son muchos factores y circunstancias, no depende de la voluntad del enfermo. Esa voluntad está muchas veces limitada por el contexto".
"La banalización de estar mal se ve mucho en el trastorno de la alimentación. Compartí el miedo de Ángel de no saber cómo se iba a tomar el público mi problema. Hay que medirlo con precaución para no mandar mensajes inadecuados. Eso sí, el espectro de la Salud Mental es tan amplio que cuantos más ejemplos haya mejor".
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