Deslumbraron, en 2010, con el nuevo VitraHaus, en Weil am Rhein, junto a la frontera alemana con Basilea. Diez años antes, en el 2000 dejaron a todos con la boca abierta gracias al diseño que hicieron de la nueva Tate Gallery, en Londres. Se trata de Jacques Herzog y Pierre de Meuron, los galácticos autores del Estadio Olímpico de Pekín, quienes volvieron a conquistar esta semana con el New Hall de la Feria Art Basel, prácticamente opacada por el imponente edificio de la firma.
Los suizos se hicieron famosos a principios de los noventa por la elaborada piel con la que sabían envolver sus edificios. Primorosamente recubiertos de tiras de cobre, un molesto centro de control ferroviario o una fábrica pasaban a convertirse en una escultura.
Fue justo en esa década cuando lograron una entrada triunfal en Estados Unidos al construir para las bodegas Dominus, en California, un prisma tumbado levantado sobre una base de piedras basálticas apresadas en una malla metálica. Las piedras, de lejos, parecían pertenecer al lugar. De cerca permitían que las barricas envejecieran ventiladas. En 2001 recibieron el máximo galardón al que puede optar un arquitecto, el Premio Pritzker, y les llegaron entonces encargos de todo el planeta.
En España, siguiendo la estela de rehabilitación industrial que firmaron para la Tate, edificaron la sede del Caixafórum en Madrid. El jardín vertical reconvirtió la antigua central eléctrica en uno de los edificios más modernos del Paseo del Prado. En Tenerife ganaron el concurso para reordenar una zona del puerto y en Jerez de la Frontera hicieron lo propio diseñando la Ciudad del Flamenco entre muros perforados en celosía. En Barcelona tumbaron un descomunal triángulo equilátero que, a pesar de la polémica, se convirtió en el emblema del Fórum 2004.
Impresionar en casa
La firma está basada justamente en Basilea, una ciudad en la que no podían fallar; de ahí que la mayor feria de arte del mundo, Art Basel, solicitara a Jacques Herzog y Pierre de Meuron un nuevo edificio que albergara parte de la sección Art Unlimited, en la que se exhiben obras de arte de gran formato e instalaciones voluminosas, las cuales normalmente no caben en los espacios de las galerías de arte tradicionales. La ampliación de los dos arquitectos permitió que este año, se exhibieran 79 piezas de enorme formato en sustitución de las 60 de la edición pasada.
Ubicado en el Messeplatz, en el céntrico barrio de Kleinbasel, el proyecto incluyó la construcción de la Torre de Messe y la sustitución y ampliación de la Sala 1 con un nuevo edificio de estilo contemporáneo. La concentración de salas de exhibición alrededor de Messeplatz tuvo como principal intención propiciar no sólo la ampliación de los espacios de la feria sino también el crecimiento y la significación del barrio y la ciudad.
La fachada de bandas de aluminio retorcido articulados lleva su sello inconfundible de hábiles tejedores. Ésta modula y reduce la escala de los grandes volúmenes de exhibición con su entorno y regula la caída de la luz natural en las propiedades adyacentes y enmarca vistas específicas de los espacios individuales hacia la ciudad.
Una de las obras, también relacionadas con el mundo del arte, más aclamadas -y esperadas- ha sido la ampliación de la Tate Modern, que se espera esté lista para diciembre de 2016. Se trata de una ambiciosa estructura de 70 metros de altura, la cual acogerá una galería de 1.500 metros cuadrados, aunque la superficie total, repartida entre once pisos, llegará a más de 25.000 metros cuadrados.
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