Cultura

Barcelona 'presume': El Hermitage catalán va viento en popa

Justo al día siguiente de que el Reina Sofía rompiera récords de cifras de visitantes en la historia de los museos españoles, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha asegurado que los promotores de la sede del Museo del Hermitage en Barcelona trabajan para llevar el proyecto cuanto antes a su destino.

Excepto Amsterdam, la mayoría de las aventuras del Hermitage fuera del Palacio de Invierno, “sputniks” como los ha definido su director en alguna ocasión, han acabado en pequeños o grandes fiascos. Eso no parece quitarle el sueño al conceller de Cultura catalán, Ferran Mascarell, quien ha asegurado que los promotores de la sede del Museo del Hermitage en Barcelona siguen trabajando "en la configuración de una muy buena colección", aunque el proyecto dependerá del avance de las negociaciones y del ritmo que le impriman los inversores.

La instalación de esta sede, impulsada por inversores privados, fue anunciada por la Generalitat el pasado noviembre en Moscú, tras una reunión entre la viceministra rusa de Cultura, Alla Manílova, y una delegación catalana encabezada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Entonces se firmó un "protocolo de intenciones" entre el director del Hermitage y el propio Mascarell.

Esta nueva sede, que promueve la empresa Barcelona Cultura Development SL., se situaría en la zona de la nueva bocana del puerto de Barcelona, en concreto entre el Hotel W y el muelle oeste, y presentaría exposiciones con fondos procedentes del Museo de San Petersburgo. Esta iniciativa, que muchos comentan que intenta dar respuesta a la gran cantidad de turistas rusos que visitan Barcelona, lleva sin embargo algunos meses inactiva.

Sobre ese tema, el conceller ha asegurado que la iniciativa no está paralizada y que, por el contrario, el grupo promotor "está trabajando en la configuración de una buena colección, quieren que sea muy buena" y también "en un proyecto de gestión" que permita tener la garantía de que tendrá continuidad.

Respecto a la poca información pública que trasciende sobre este proyecto, Mascarell indica que es una iniciativa privada que va avanzando al ritmo que marcan los inversores y de las negociaciones en curso. "El Ayuntamiento de Barcelona se ha visto con estas personas: con el Puerto lo están trabajando y con nosotros también", para ir configurando el espacio museístico, apunta el conceller.

Entretanto, el proyecto barcelonés se enfrenta a escollos que ya tuvo en su día Alicante para abrir una nueva sede del Hermitage en esa localidad. Tan solo en lobby, la inversión fue de 500.000 euros. El proyecto no cuajó.

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