Cultura

Cumplir años desgrava: beneficios fiscales para el Prado y el Thyssen por sus aniversarios

El Gobierno ha fijado una serie de beneficios fiscales para la celebración del 'II Centenario del Museo Nacional del Prado' y por el 25 aniversario del Museo Thyssen-Bornemisza, según se desprende de una de las disposiciones del proyecto de ley de Presupuestos para 2016.

Las cifras redondas dan para todo. Y cuanto más altas mejor. Ocurrió con el IV Centenario de la II Parte de El Quijote en 2015, que iluminó a unos cuantos para conseguir los huesos del autor, extraviados durante cinco siglos de larga y prolongada desidia. En esta oportunidad, será el segundo centenario del Prado, que se celebrará en 2019, lo que pondrá en marcha un asunto algo más riguroso –y aparentemente llevado con mayor seriedad- que la osamenta cervantina.

Se trata de una serie de beneficios fiscales para la celebración del II Centenario del Museo Nacional del Prado y por el 25 aniversario del Museo Thyssen-Bornemisza, contemplados en las disposiciones del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016. En lo que al primero se refiere, la duración del programa de apoyo a este acontecimiento abarcará desde el 20 de noviembre de 2016 hasta el 19 de noviembre de 2019. La certificación de la adecuación de los gastos realizados a los objetivos y planes del programa será competencia del Museo Nacional del Prado, en conformidad con lo dispuesto en la citada Ley.

El museo del Prado recibe 45,40 millones de euros (7,2 millones más que en el ejercicio anterior) y el Centro de Arte Reina Sofía contará con 36,63 millones (un 0,7% más que en 2015)

La celebración del 25 aniversario del Museo Thyssen-Bornemisza tendrá la consideración de acontecimiento de excepcional interés público a los efectos de lo dispuesto en la Ley de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo de 2002. La duración del programa de apoyo a este acontecimiento abarcará desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2018. Es importante recordar que la dotación de la partida correspondiente a museos, que reciben 152,42 millones de euros. En 2015 la cantidad era ligeramente menor: al alcanzar 144,45 millones de euros. El museo del Prado recibe 45,40 millones de euros (7,2 millones más que en el ejercicio anterior) y el Centro de Arte Reina Sofía contará con 36,63 millones (un 0,7 por ciento más que en 2015)No es la primera vez que se proponen medidas de este tipo. Hace ya unos meses, el ex ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, anunció, por ejemplo, que todos aquellos patrocinadores privados que quisieran apoyar las celebraciones del IV Centenario de la II Parte de El Quijote en 2015 y el IV Centenario de la muerte de don Miguel de Cervantes en 2016 disfrutarrían de ventajas fiscales.

Tres años para los doscientos

"Madrid tiene abriles exquisitos y un sin par museo", escribió en 1922 Eugenio D'Ors en las páginas de su guía Tres horas en el Museo del Prado. Originalmente concebido como Gabinete de Ciencias Naturales por orden de Carlos III, el edificio diseñado por Juan de Villanueva –que se utilizó durante la guerra de independencia como cuartel de caballería de las tropas francesas en Madrid- fue convertido por Fernando VII en el Real Museo de Pinturas y Esculturas, que finalmente adquirió el nombre de Museo Nacional del Prado -por su ubicación en el Prado de los Jerónimos, junto al Monasterio de San Jerónimo el Real-. Abrió sus puertas al público el 19 de noviembre de 1819. Hace 195 años.

La celebración de casi dos siglos de actividad ocurre en días de cambio para la pinacoteca. A pesar de haber entrado en la lista en previa para su declaración definitiva como Patrimonio Mundial de la Unesco y de haber levantado sus cuentas, viene de registrar unas pérdidas acumuladas de más de siete millones de euros, siendo las cuentas del 2013 las más dramáticas. Se ha apuntado un tanto en 2014, claro, al aumentar sus ingresos propios hasta los 24.803.000 euros, lo que representa un 15,5 por ciento más de lo que había previsto en sus presupuestos, según reflejó esta institución en las cuentas anuales publicadas en el BOE. Las cuentas, con informe favorable y sin salvedades emitido por la Intervención Delegada en el Museo, señalan que aumentó sus ingresos propios, que han alcanzado el 70,2%.

El Prado es el depositario de casi 8.000 pinturas, más de 6.500 dibujos, 3.000 grabados y casi 2.800 piezas de artes decorativas muchas piezas del museo provienen de los Reales Sitios 

Abierta la batalla con Patrimonio Nacional, que reclama para la próxima apertura del museo de Colecciones Reales obras como El jardín de las Delicias y La mesa de los siete pecados capitales –ambas de El Bosco-; El Lavatorio de Tintoretto y El descendimiento de la cruz, de Roger Van der Weyden, la realidad es que el Prado es, a día de hoy, el depositario de casi 8.000 pinturas, más de 6.500 dibujos, 3.000 grabados y casi 2.800 piezas de artes decorativas. La colección del museo tiene su germen en las llamadas Colecciones Reales –de ahí la solicitud de Patrimonio Nacional-. Es decir, muchas piezas del museo provienen de los Reales Sitios y se nutren de la amplia selección de obras adquiridas por los monarcas españoles desde el siglo XVI bajo los auspicios del emperador Carlos V hasta las aportaciones de los Austrias y los Borbones. También forman parte de los fondos del Prado las donaciones hechas por distintas instituciones y patronos. Desde Las Pinturas Negras de Goya que llegaron al Museo gracias a la donación del Barón Emile d’Erlanger en el siglo XIX hasta la más reciente, en 2013, cuando José Luis Varez Fisa donó 12 obras de los siglos XIII al XV, desde el románico hasta el renacimiento, valoradas en 25 millones de euros.

Recientemente ha recibido dos importantes donaciones. Desde las 25 obras donadas por Plácido Arango, que incluyen desde las obras del pintor flamenco afincado en Sevilla, Pedro de la Campaña (1503-1580): Camino del Calvario, realizada hacia 1547, que formaba parte de un retablo privado en la iglesia del convento de Santa María de Gracia de Sevilla, así como El Descendimiento, hasta la sala monográfica que reúne las doce obras del arte medieval y renacentista español donadas por el empresario José Luis Várez Fisa, fallecido recientemente.

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