Las cartas están echadas... al menos en lo que a los Goya se refiere. Ni Bayona ni Almodóvar. Este sábado, los Premios Forqué, que organizan los productores de cine y las entidades de gestión y son considerados como la antesala de la gala organizada por la Academia, han dado su espaldarazo a Tarde para la ira, opera prima de Raúl Arévalo, que se ha llevado el premio principal: el de mejor película. En dos platos: esquinazo a los grandes nombres.
La edición número 22 de la gala, que se ha celebrado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, ha rendido tributo a los 120 años del cine español de la mano de Carlos Latre, que ejerció de presentador. Además del espaldarazo a Arévalo, Roberto Álamo ha obtenido el premio al mejor actor protagonista por su papel de policía en otro thriller, el de Rodrigo Sorogoyen Que Dios nos perdone, mientras que el premio de mejor actriz ha sido para Emma Suárez por Julieta, de Pedro Almodóvar, quien este año no ha tenido fortuna en ninguna de las premiaciones, ni siquiera las españolas.
El debutante versus los consagrados
Raúl Arévalo se ha impuesto con su debut ante directores consagrados como Pedro Almodóvar o Juan Antonio Bayona, que competía con Un monstruo viene a verme, la película más taquillera del año, que se ha llevado el premio Cine y Educación en Valores; duro pinchazo para una superproducción que dio de qué hablar, y mucho, durante 2016. Las otras finalistas a mejor película eran El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez; Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen y 1898. Los últimos de Filipinas, de Salvador Calvo.
Entre pinchazos y ausencias, Raúl Arévalo ha recogido el premio acompañado del reparto y su equipo. Álamo no ha podido acudir a Sevilla porque tiene una obra en cartel en Madrid y Emma Suárez ha recordado lo "difícil" que es hacer cine y ha asegurado que los premios compensan "la soledad" del proceso creativo. El ganador del Forqué al mejor documental ha sido Hernán Zin, por Nacido en Siria, una película que cuenta en primera línea el éxodo de refugiados que huyeron de la guerra en 2015 a través de los testimonios de los niños.
El ciudadano ilustre, coproducción hispanoargentina dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn y protagonizada por Oscar Martínez (ganador de la Copa Volpi en el Festival de Venecia) se ha alzado con el premio a la mejor película latinoamericana. Graffiti, uno de los dos cortos españoles que está en la carrera de los Oscar, filmado en Chernóbil, se ha llevado el Forqué al mejor cortometraje.
El único galardón que se conocía de antemano era la Medalla de Oro de EGEDA que en esta edición ha distinguido la trayectoria de Antonio P. Pérez, fundador de Maestranza Films y productor de más de 30 títulos como Solas, Nadie conoce a nadie, La voz dormida o Lejos del mar. Pérez, que ha recogido el galardón de manos del presidente de EGEDA Enrique Cerezo, se lo ha dedicado a su madre, fallecida ayer.
Susana Díaz, Kichi y Méndez de Vigo
Además de algunos de los nominados, la gala ha contado con la participación de otros rostros conocidos del cine como Paz Vega, José Coronado, Imanol Arias, Eduardo Noriega, Verónica Forqué o María León, y las actuaciones musicales de Jesse & Joy, Vanesa Martín, Diana Navarro y Arkano.
La presencia institucional ha estado encabezada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo -que ya en su comparecencia tras el consejo de ministros del viernes dio difusión al prmeio- , la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz y el alcalde de Sevilla Juan Espadas. Teresa Rodríguez y José María González "Kichi" de Podemos, y Marta Rivera de la Cruz y Begoña Villacís de Ciudadanos han sido otros de los políticos que han acudido a la primera gran cita del cine español en 2017.
Durante la gala Latre ha reclamado al ministro la bajada del IVA cultural disfrazado de Lola Flores, mientras que Enrique Cerezo le ha expresado el apoyo de EGEDA para fortalecer la industria del cine.
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