Cultura

Jaione Camborda ('O corno'): "Hay que devolver al artista la libertad de lo políticamente incorrecto"

La cineasta se convirtió en la primera española en conseguir una Concha de Oro en San Sebastián con una película que llega ahora a los cines

La cineasta Jaione Camborda hizo historia en la reciente edición del Festival de San Sebastián al convertirse en la primera directora española en conseguir la Concha de Oro, el máximo galardón del certamen donostiarra, con su película O corno, un drama rural ambientado en la Galicia de los años 70 protagonizado por la bailarina Janet Novás que llega este miércoles a los cines.

O corno, rodada en gallego y portugués, es el viaje de María, una mariscadora y partera que se ve obligada a huir de la localidad en la que vive y trabaja tras un trágico suceso. En su camino, por una ruta de contrabandistas entre España y Portugal, se topará con una red de mujeres que la ayudarán a sobrevivir. Sororidad, cuidados y maternidad son algunos de los temas que atraviesan la película de Camborda, tal y como ha contado a Vozpópuli en una entrevista.

Pregunta: ¿Qué significa haberse convertido en la primera mujer en la historia del Festival de San Sebastián que consigue la Concha de Oro?

R: Tengo la sensación de que me abrirá puertas a la hora financiar y plantear mi siguiente película. Ha sido una vorágine y toca poner los pies en la tierra, pero es como un mantra entender que ni antes era menos ni ahora soy más, pero tengo un altavoz mayor y, por tanto una responsabilidad mayor. Eso no es ser políticamente correcta en la siguiente película, sino que le estás entregando algo al mundo y tienes un mayor altavoz.

P: ¿Hay algo biográfico en la historia de María, la protagonista de O corno?

R: Hay cosas experimentadas en propia carne. Ha sido importante experimentar el parto para dirigirlo de esta manera. La película está plagada de pequeñas historias reales. Durante el proceso de recoger testimonios de mujeres que vivieron esa época, muchas de ellas me inspiraron.

P: ¿De dónde nace el viaje de María?

R: Nace de la necesidad de explorar la capacidad de la mujer de concebir y dar vida, y cómo esto dialoga con Eros y Thanatos. Este personaje, que es fuerte, físico, instintivo, está pegado a la tierra, que ayuda, con la idea de sostener y ser sostenido, y una mujer con una herida histórica que se hace física (con una cicatriz) y cómo transita y nos ayuda a entender la cadena de mujeres en la sombra para sobrevivir a estas prohibiciones sobre sus decisiones, sobre la falta de libertad, en tribu y en grupos somos más fuertes. Este personaje, que al principio vive en una comunidad que da cuidados y recibe, se ve despojado de ese grupo, se ve aislada, y da con una cadena de mujeres que la sostiene a lo largo del camino.

"Vivimos en una sociedad más individualista, con el ego más fuerte y por lo tanto más egoísta, pero también creo que el feminismo lo que ha hecho ha sido recordarnos nuestra unión"Jaione Camborda, directora

P: ¿Cómo dialoga esta película, ambientada en una época en la que había ciertas prohibiciones, con un momento presente en el que no existen y en el que, sin embargo, hay una fuerte individualidad?

R: Así como vivimos en una sociedad más individualista, con el ego más fuerte y por lo tanto más egoísta, pero también creo que el feminismo lo que ha hecho ha sido recordarnos nuestra unión, y en ese sentido sigue estando presente la sororidad. No creo que hoy en día no funcionara, pero en el pasado era más natural e instintivo, estaba menos teorizado que ahora. Parece que no hay peligro de que eso pueda suceder, lo hemos visto en otras latitudes como de un día para otro eso cambia, pero aquí hay voces cada vez con más espacio político que son contrarias a esas libertades de decisión de la mujer, y que en cualquier momento puede darse la vuelta. No hace tanto tiempo era un debate en el parlamento.

P: Durante una de las proyecciones de O Corno en el Festival de San Sebastián, hubo algunos desmayos en la primera parte del filme. ¿Cómo se explica?

R: Me costó entenderlo y lo achaco a que hacía mucho calor. Es una película que trabaja mucho el fuera de campo, en esa escena también, que puede ser evocador, y con un imaginario que puede llevar a lugares que pueden dar más reparo. Pero es importante que el espectador que quiera acudir a ver la película no tenga miedo, porque es una escena que está planteada para el disfrute, y no para noquear a nadie. Es inmersiva y puede tener cierta fuerza a la hora de llegar a cierto estado emocional. Creo que como sociedad estamos muy acostumbrados a imágenes audiovisuales muy explícitas y que igual lo que no es explícito tiene más fuerza. Es algo natural, pero conocía a uno de los que estaba en la sala y se desmayó y es padre de tres hijos.

O corno y el parto de los desmayos

P: El cineasta y profesor de cine Jaime Chávarri señaló recientemente en una entrevista a Vozpópuli que notaba en los últimos tiempos en sus alumnos una mirada más íntima, contagiada en parte por un mayor protagonismo de la mirada de las nuevas cineastas, más anclada en lo cotidiano.

R: Estoy de acuerdo con la idea de no estar presionadas para hacer un tipo de cine, pero creo que al haber estado la historia del cine narrada casi por completo por hombres, nos hemos mirado al espejo del cine casi por primera vez, con una necesidad de explorarnos desde nuestro origen, de ver nuestra capacidad de ser madres, nuestras relaciones con nuestro entorno, nuestra infancia, nuestra entrada en la adolescencia. Estamos mirándonos y representándonos por primera vez. También, históricamente, la mujer ha estado muy relacionada con lo íntimo y con los cuidados, es normal que exista ese lenguaje. Pero es muy bueno que se contagie y si algo viene a aportar la mujer es a dar valor a esas cosas.

P: En la primera escena de O Corno, el hombre sale de la habitación en la que tiene lugar el parto, pero en la actualidad el hombre sí se queda.

R: Las mujeres hemos forjado muchos lazos entre nosotras en la intimidad, en el susurro, en el calor del fuego, al hablar de nuestras emociones y compartir. También la figura del hombre está cambiando hoy en día y eso se ve. Era vetado antiguamente, no se le permitía compartir emociones, era una figura que tenía que estar más fría. La película pone en el centro a la mujer, pero he querido darles volumen a ellos, aunque en la historia son más tangenciales.

"La responsabilidad no significa ser políticamente correcto, sino ser consciente de que le estás entregando algo al mundo y que eso, dentro de tu ética o tu forma de entender la vida, tiene un valor"Jaione Camborda, directora

P: Uno de los grandes aciertos de la película es el magnetismo del rostro de Janet Navás.

R: Tiene un bagaje como bailarina profesional de danza contemporánea, una presencia y una parte instintiva, con poco hacer mucho. En el casting vi que es capaz de modular emociones, trabajar por capas, y nos aventuramos las dos. Ella salta al paisaje, porque hay algo en la película que busca que todo sea uno. Hay una fusión entre personajes espejo, y Navás se convierte en el otro siempre. También la fusionamos al paisaje: eliminamos mucho cielo, la pegamos a la tierra, las vestimenas se diluyen en el entorno, y también fusionamos los tiempos. Hay una búsqueda de generar una unidad y abrirlo al presente.

P: En el marco del Festival de San Sebastián, Carla Simón reivindicó el cine de autor y advirtió de cierta autocensura para ser políticamente correctos.

R: Esto es importante. Si vivimos en un momento histórico muy políticamente correcto y con mucha presión. Es importante devolver al artista la libertad de lo políticamente incorrecto. Pero siempre siento que hay una responsabilidad cuando uno hace cine u otras artes y tiene un altavoz, pero la responsabilidad no significa ser políticamente correcto, sino ser consciente de que le estás entregando algo al mundo y que eso, dentro de tu ética o tu forma de entender la vida, tiene un valor.

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