¿Cómo se puede cancelar en un solo mes una serie para streaming que cuenta con un presupuesto de 180 millones de dólares? Concebida como una precuela de la serie principal, que ocurre cien años antes del Episodio 1, la controvertida The Acolyte se convirtió en unos pocos episodios en el live action menos visto de la historia de La guerra de las galaxias, lo que llevó a Disney a optar por la cancelación. Su corta vida se extendió del 4 de junio al 16 de julio, así que la creciente polémica ya ha durado más que su emisión en Disney+.
El proyecto contaba, sobre todo, con un equipo con mayoría de mujeres, que apostaron por una narrativa radical. Una de las escenas que más rechazo causaron presenta una reunión de brujas lesbianas que utilizan La Fuerza para poder tener hijos sin necesidad de intervención masculina. “Podrían haber utilizado hombres o donantes de esperma para quedarse embarazadas, o haber solicitado la adopción, pero ¿por qué molestarse con el esfuerzo y el papeleo cuando pueden simplemente hacer un baile raro y agitar las manos?”, lamentaba un usuario en Twitter.
La polémica más reciente sobre la serie llegó hace cuatro días con unas declaraciones de una de sus protagonistas, Amanda Stenderg: "Voy a ser transparente y a decir que [la cancelación] no me ha impactado mucho", explicó a Variety. Después culpó a "las oleadas de vitriolo a las que nos hemos enfrentado desde el anuncio de la serie, cuando era solo un concepto y nadie la había visto aún. Ahí fue donde empezamos a experimentar, digamos, una acometida de racismo y vitriolo ultraconservadores, prejuicios, odio y lenguaje agresivo contra nosotras. Aunque me lo esperase, es algo que no puedes entender hasta que te ocurre a ti", denunció. La serie presentaba caballeros jedi de piel oscura en el reparto con mayor nivel de diversidad racial de la saga.
Rechazo popular
Otra de las escenas más controvertidas tiene que ver con Stenberg mirando a una criatura similar a un roedor y preguntando a otro personaje “¿está él o ellos con nosotros?”, una clara referencia a la costumbre woke de preguntar por los pronombres de otra persona. La guionista, Claire “CK” Kiechel, coautora del episodio y abiertamente queer, aclaró en Twitter que “era obviamente una broma sobre pronombres ya que la protagonistas se refiere a una pequeña y extraña criatura” (ningún woke pregunta por sus pronombres a las mascotas).
La serie obtuvo una puntuación del 83% en la web especializada Rotten Tomatoes, que hace media con las reseñas de diferentes especialistas en televisión. Por el contrario, la puntuación del público se quedó en un poco vistoso 14%. En mitad del lanzamiento de la serie a principios de junio, una entrevista de Stenberg y la creadora de la serie Leslye Headland se volvió viral cuando el entrevistador bromeó diciendo que habían firmado la serie "más gay" de la franquicia La guerra de las galaxias, lo que provocó que Stenberg y Headland se rieran. Stenberg dijo: "La guerra de las galaxias ya es muy gay”, mientras que Headland bromeó que R2D2 podría ser lesbiana. Estos comentarios enfadaron a un grupo considerable de fans.
Aparte de los aspectos políticos, la serie también fue criticada con frecuencia por su falta de ritmo narrativo y la ausencia de emoción en las tramas.
Manny Jacinto, otro de los protagonistas de la serie, también ha mostrado su amargura por la cancelación. En el marco de la Dragon Convention, uno de los fans le preguntó cuál era su meta personal de vida, a lo que Jacinto respondió que "La temporada 2 de The acolyte". El proyecto ya estaba muy avanzado en su desarrollo y listo para ultimar sus guiones y pasar a la producción. Más allá del reparto, algunos devotos tampoco se resignan a la muerte de la serie: un fan llamado Blue Smith ha creado una petición en Change.org para salvar The acolyte. Si en las primeras horas del 22 de agosto ya acumulaba 700 firmas, ahora mismo lleva 64.344. Solo en un día han llegado a firmar más de 2.600 personas y ayer lo hicieron alrededor de 1.000. Aquí os dejamos el enlace para quien quiera apoyar.
Por su parte, los miles de espectadores críticos con el contenido de la serie han vivido la cancelación como una victoria. Señalando que se cumple el lema Go woke, go broke, alusivo a los malos resultados económicos de gran parte de las ficciones basados en presupuestos feministas, animalistas y más atentos a la diversidad de personajes que en la trama de aventuras. Aparte de los aspectos políticos, la serie también fue criticada con frecuencia por su falta de ritmo narrativo y la ausencia de emoción en las tramas.
