La guerra cultural no descansa ni en vacaciones. Bien lo sabe que el cantante country Jason Aldean, que este verano ha conseguido su primer número uno en las listas de ventas gracias a una canción que tiene cabreado a medio país. ¿Su título? “Try that in a small town”, traducible como “Intenta eso en un pueblo”, donde recita un rosario de situaciones que no se consideran aceptables en la América Interior (lo que los detractores llaman “América profunda”). Aldean cuenta con una trayectoria de artística de veinte años, en la que ha sido nominado cinco veces a al Grammy y se ha mantenido fiel a las canciones que narran la vida cotidiana de los trabajadores de mono azul. Siempre ha mostrado valores tradicionales y conservadores.
Un fragmento de la letra para situarnos: “Golpear intempestivamente a alguien en una acera/ robar el auto de una anciana en un semáforo en rojo/ apuntar con un arma al dueño de una licorería/ Crees que es genial, bueno, actúa como un tonto si quieres/ Maldecir a un policía, escupirle en la cara/ Pisotear la bandera y prenderle fuego/ Sí, crees que eres duro/ Bueno, intenta eso en un pueblo pequeño”, reza el comienzo de la letra.
En un principio, la canción no generó ninguna controversia con su publicación en mayo, pero todo cambió con el lanzamiento del vídeo el 14 de julio. El clip muestra imágenes de en directo de Aldean, conocido artista country de 46 años, mezcladas con fragmentos de los noticiarios que muestran revueltas, protestas y vandalismo. Los enfrentamientos de civiles y policías ha recordado a muchos las revueltas provocadas por el movimiento Black Lives Matter. Allí empezaron a aflorar las acusaciones de racismo y autoritarismo.
Country contra los progres
Peor todavía: Jason y su banda actúan enfrente de un edificio judicial llamado Mary County Courthouse, situado en Columbia, Tennesse, que fue escenario de unas revueltas raciales en 1946 y del linchamiento de un joven negro en 1927. Se llamaba Henry Choate, tenía dieciocho años y fue arrastrado desde su celda hasta el exterior y luego enganchado a un coche que le arrastró por la ciudad. Choate había atacado a una chica negra de 16 años, según él en defensa propia. La chica no fue capaz de identificarle como su agresor. La promotora encargada del vídeo, Tacklebox, alega que se trata de una localización muy popular para rodajes y que no fue elegida por Aldean, sino por el director.
Las protestas progresistas y el abrupto cese de emisión del vídeoclip en Country Music Television fueron el punto de inflexión que convirtieron la canción en éxito
El artista ha recibido todo tipo de insultos y cancelaciones, desde profesores universitarios llamándole antinegro hasta tuiteros progresistas acusándoles de glorificar las soluciones violentas y el porte de armas. La polémica ha cruzado incluso el Atlántico, con la columnista Arwa Mahdawi, del diario izquierdista The Guardian, describiendo la canción como “un resumen de las disonancias cognitivas de la derecha”. Aldean alega que “no hay una sola rima en la canción que haga referencia a la raza o que aluda implícitamente a ella. La canción se inspira en el sentimiento de comunidad que sentí al crecer, que nos hacía preocuparnos de nuestros vecinos, más allá de las diferencias de recorrido vital o creencias religiosas”, explica.
La canción alcanzó la cima de las listas de ventas el pasado 2 de agosto. Esa semana fue escuchada en streaming 31 millones de veces y despachó 175.000 copias digitales. Solo en Estados Unidos, llegó a nueve millones de personas, según el servicio de medición de audiencias Luminace. La emisora Country Music Television dejó de emitirla esa semana sin ofrecer ningún tipo de explicación, aunque parece obvio que tuvo que ver con las crecientes protestas y acusaciones. Entonces se dispararon las visitas en Youtube, que hoy se acercan a los tres millones.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación