Cultura

Canciones para una revolución cubana: del "patria o muerte" a 'Patria y vida'

“Patria o muerte. ¡Venceremos!”, exclamaba Fidel Castro al término de sus largas alocuciones desde los inicios de la Revolución en Cuba. Casi 63 años después de su llegada al poder,

“Patria o muerte. ¡Venceremos!”, exclamaba Fidel Castro al término de sus largas alocuciones desde los inicios de la Revolución en Cuba. Casi 63 años después de su llegada al poder, el eslogan por antonomasia del castrismo ha sido resignificado por el propio pueblo cubano, que ahora corea ‘Patria y vida’. Es, más que una canción, el himno de las protestas que estallaron el domingo de la pasada semana en un país donde la música adquiere el rango de religión y los músicos surgen de debajo de los cayos.

Los legendarios Buena Vista Social Club, Los Van Van, Silvio Rodríguez... Los grandes nombres de la música cubana -sospechosamente demasiados para un país con poco más de 10 millones de habitantes- siguen brotando, y los clásicos han cedido espacio a nuevas generaciones de artistas que se reflejan en las antiguas sin renunciar a su misma esencia. Los artistas cubanos de hoy no recogen cuentos de cañas de azúcar desde Marcané hasta Cueto, o plataneros al son del son; no son buenos tiempos para la charanga habanera, como aquella que se complacía del exiliado que "no encuentra en Miami lo que en La Habana dejó". Chan, chan. ¡Guantanamera!

En Cuba se libra una batalla cultural y el régimen va perdiendo. Ahora el costumbrismo tiene hambre, opresión y gritos de libertad, y lo cantan salseros, raperos y reparteros con la misma destreza que los repentistas. La folclórica música comercial de un país comunista como Cuba ha caído en desgracia ante el surgimiento de otros ritmos latinos que han confluido en 'Patria y vida', el tema sin el que sería posible explicar las históricas manifestaciones que el pasado domingo recorrieron decenas de municipios de la isla coreando un tema que fue publicado el pasado mes de febrero y que desde entonces ha sumado casi 7 millones de reproducciones solo en Youtube.

Instrumentación popular para oídos populares. Una letra que cualquier cubano de a pie podría suscribir. "Bombo y platillo a los quinientos de la Habana / mientras en casa en las cazuelas ya no tienen jama. / ¿Qué celebramos si la gente anda deprisa / cambiando al Che Guevara y a Martí por la divisa? [...] No más mentiras. / Mi pueblo pide libertad, no más doctrinas. / Ya no gritemos patria o muerte sino patria y vida / y empezar a construir lo que soñamos, / lo que destruyeron con sus manos".

La respuesta a 'Patria y vida'

Tal fue la repercusión que el presidente Miguel Díaz-Canel cargó contra la canción. Desde el propio Gobierno cubano se promovió otra -ostensiblemente menos exitosa- en un intento de que prevaleciera el lema de Fidel sin renunciar al mensaje positivo: 'Patria o muerte por la vida'. Interpretada por Raúl Torres, Annie Garcés, Dayana Divo, Yisi Calibre y Karla Monier, apenas cuenta con 1 millón de visualizaciones y tiene unos 10 votos negativos por cada like que ha recibido.

Pero el régimen comunista no ha podido frenar la ola de esperanza despertada por la colaboración entre populares artistas tanto de dentro como de fuera de la isla: los cubanos Yotuel (cantante de Orishas), Gente de Zona, Descember Bueno, El Funky y Maykel Osorbo, este último encarcelado con prisión provisional desde el pasado mes de mayo, ejemplo de la persecución a la que el Gobierno de Cuba somete a los artistas díscolos desde que llegó Fidel. Ya lo contaba Carlos Puebla en su mítica canción: "Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar".

En la madre de Fidel Castro

Las letras de Osorbo han sido implacables con el régimen desde sus inicios en el rap. De los pocos se atrevieron a cuestionar directamente a Fidel Castro mientras vivía, tratándole de "usted" en 'Por ti, señor': "Usted se nombró a usted mismo y a su hermano comandante, / usted es un abusador y un extremente arrogante, / usted reflexiona bastante, pero su alma está vacía. [...] / Usted asesinó personas que el pueblo anhelaba tanto, / usted sembró la vergüenza con dictadura y con llanto, usted no tiene vergüenza, / usted no es buena persona, usted mató a tanta gente que ni el Señor lo perdona, / usted es un compulsivo asesino de alto calibre, usted mató la esperanza de mi pueblo por ser libre".

Pese a la persecución del régimen, las redes sociales y el acceso a todo tipo de contenidos digitales que en el mercado negro se extiende en cuba -gracias a la red de 'el paquete', un negocio tan clandestino como conocido que semanalmente distribuye series, programas informáticos o música- ha permitido la difusión de canciones como las de Osorbo. Pero su arte independiente no ha escapado a las consecuencias. En un vídeo grabado por él mismo poco antes de su detención definitiva, mostró cómo era increpado por un policía que le tachó de contrarrevolucionario después de que Osorbo se cagara en la madre de Fidel Castro.

El caso de Osorbo no es aislado. De hecho, 'Patria y vida' fue, además de un grito por la libertad tras 62 años de comunismo, una respuesta concreta a la escalada de represión contra el arte crítico en Cuba, representada por el Movimiento San Isidro, clave de las recientes protestas. Se trata de un movimiento artístico y social surgido en 2018 tras la regulación de las actividades culturales en Cuba y que terminó de eclosionar en noviembre de 2020, tras la detención y encarcelación del rapero Denis Solís, miembro fundador del grupo.

Movimiento San Isidro, corazón de la disidencia

Desde entonces, la música cubana no ha dejado de agitarse. El arresto de Solís desencadenó una sucesión de actuaciones por parte de otros miembros del Movimiento San Isidro. La noche del 26 de noviembre de 2020, una quincena de jóvenes -algunos en huelga de hambre- fueron desalojados. El Gobierno cubano suspendió temporalmente al acceso a las redes sociales, en las que estos grupos de disidentes difunden la realidad en la isla. Ante la polémica suscitada, el régimen se vio forzado a mantener una reunión con los miembros del movimiento con el fin de conseguir acuerdos sobre libertad de expresión y otros derechos humanos.

Diversos artistas del Movimiento San Isidro han sido detenidos en el último año, lo que ha recrudecido las críticas al régimen

Fue precisamente en la sede del Movimiento San Isidro donde, en una intervención policial que tuvo lugar el pasado 4 de abril, la policía cubana trató de detener a Maykel Osorbo. El rapero consiguió escapar con las esposas puestas en una bicicleta. Le detuvieron finalmente el 16 de mayo acusado de delitos de atentados, desórdenes públicos y evasión. Desde entonces, Osorbo permanece en prisión provisional, esperando sentencia en la cárcel de Pinar del Río. A sus 37 años de edad, casi la mitad los ha pasado en centros penitenciarios.

Esta disidencia, militante en un crisol de grupos políticos y sensibilidades artísticas, para muchos impensable, hunde sus raíces en una generación previa. Desde hace años, multitud músicos han publicado canciones incómodas para el régimen. No solo con el reciente Gobierno de Miguel Díaz-Canel, al que muchos artistas han perdido el respeto que se profesaba a los hacedores de la Revolución, sino incluso antes, cuando estaban en el poder Fidel Castro y, posteriormente, su hermano Raúl. Como al combatir al Hidra de Lermes, al régimen ha tenido que enfrentarse a dos cabezas por cada una que ha cortado.

Prueba de ello son las colaboraciones de La Resistencia, una liga de raperos que colaboran desde dentro y fuera de la isla en canciones críticas con el Gobierno de Díaz-Canel. Con canciones como 'DiazCaldosa', los artistas Marichal, Daryelo Sanchez, El Ejercito, FlowT, El Analista, Keren Kmanwey, NavyPro, El Inva y Real Beltran, entre otros, siguen una estela que comenzó muchos años antes de que surgieran estos movimientos relativamente recientes.

Los Aldeanos: pioneros desde 'Censurados'

Los Aldeanos fueron pioneros en el arte de hacer canciones contrarias al castrismo. El dúo de rap que desde 2003 hasta 2018 conformaron Aldo Roberto Rodríguez Baquero (alias 'Al2 El Aldeano') y Bian Óscar Rodríguez Galá ('El B') sonó tan fuerte dentro de la isla que traspasó fronteras. Cuatros por cuatro de la vieja escuela habanera, ritmos de siempre con letras nunca antes oídas en Cuba. "Has tratado de callarme, men, pero nunca lo has logrado. / Censurado he vivido, censurado me he crecido, / censurado porque he hablado lo que tú tienes prohibido, / censurado porque llevo siempre la verdad a mi lado, censurado por que he hablado lo que los cobardes han callado", cantaban en su primer disco, 'Censurados'.

Música repartera y "contrarrevolucionaria"

Con los años, el rap ha cedido terreno a nuevos géneros, como el reguetón, que a su vez lo ha hecho con el trap. Cuba no han permanecido ajenos a los fenómenos globalizadores y ha sido en sus barrios más bajos, los del 'reparto', donde han surgido la música repartera con Chocolate MC como máximo exponente a pesar de las dificultades para hacer música desde el absoluto underground, dadas las negativas del régimen de permitir que accediera al sistema de grabaciones populares, como relató Vozpópuli.

El de la música repartera es otro ejemplo del choque del arte cubano con el régimen castrista, que ha tratado -sin éxito- de frenar el auge de un género que arrasa en los barrios pobres de la isla. Pero Chocolate MC, que llegó a versionar 'El Necio', canción con la que Silvio Rodríguez se reafirmó durante la crisis del comunismo cubano tras la caída del Muro de Berlín, sigue rompiendo esquemas. Su música, considerada "contrarrevolucionaria" por el régimen, se ha encontrado con otros artistas del 'reparto' una incipiente escena que ya cuenta con otros nombres propios: El Uniko, Baby Lores... Juntos han interpretado una versión propia de 'Patria y vida'.

La diáspora del 'Basta ya'

Producidas sin la persecución de la dictadura, pero un dolor parecido, las canciones del exilio también ha abordado la cuestión de Cuba nítidamente. Más allá de los cayos, desde todos los rincones del mundo por los que se ha repartido la diáspora cubana, multitud de artistas se reafirman sin temor al régimen. 'Patria y vida' ha acelerado el efecto dominó que ha acabado desatando una oleada de canciones como 'Basta ya', de Rey Chávez: "Quiero gritar lo que siento, quiero decir lo que pienso, sin miedo a la libertad".

A 'Cuba libre' ya le cantó desde el exilio una de las artistas cubanas con más discos vendidos del mundo. Gloria Estefan, que con un solo año tuvo que salir de la isla junto a su familia, ha tenido siempre presente el país donde nació para que su gente pudiera "bailar". Nada que no hubiera hecho antes la veterana salsera Celia Cruz con su "¡azúcar!".

A lo cubano

Muchos se fueron de Cuba, pero Cuba no se fue de ellos. Así lo sienten los Orishas, embajadores de la música cubana contemporánea. Considerados "terroristas musicales" por el Granma, este grupo sigue fiel 'A lo cubano' (1999), más de dos décadas después mantienen los principios que han guiado su música desde aquel exitoso primer disco. "A lo cubano. Esa fue la clave, cambiamos el destino de la música en la calle", cantan en 'Cuba no se fue de mí', una de sus últimas canciones: "Y para el tiempo que nos queda, / es momento de cambiar".

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