Manuela Carmena a Cultura y Celia Mayer a Igualdad. Así acabó este asunto, un año después. El Ayuntamiento de Madrid anunció este miércoles la reubicación de la edil de Ahora Madrid, Celia Mayer, desde Cultura y Deportes hasta Igualdad, una nueva concejalía que asume parte de las competencias de Marta Higueras, delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo. En su lugar, la alcaldesa Manuela Carmena llevará los temas de Cultura, algo que ya hacía desde hace un tiempo debido a la baja por maternidad de Mayer y que incluso podría decirse que atendió desde el minuto cero, debido a los muchos reveses.
Desde que sustituyó Guillermo Zapata como responsable de Cultura, la de Celia Mayer ha sido una gestión breve y complicada, con al menos cuatro crisis importantes: el cambio en los trajes de la Cabalgata de Reyes, un primer y polémico globo de ensayo; aquel espectáculo de títeres que exhibían pancartas con consignas alusivas a ETA, en Carnaval de 2016, y que le valió varias polémicas al Ayuntamiento -además de temas legales por el supuesto enaltecimiento al terrorismo-; el galimatías de la Memoria Histórica, que Mayer gestionó torpemente y que le valió el relevo de funciones en la materia, así como lo ocurrido hace pocos días en las Naves de Matadero, cuando quitó el nombre a las salas de Max Aub y Fernando Arrabal.
En la mayoría de estas ocasiones Manuela Carmena tuvo que intervenir: ya fuese para disculpar al Ayuntamiento a través de una carta o para directamente enmendar el rumbo. Llega a su fin una gestión poco eficaz, la de Celia Mayer. Ahora, Manuela Carmena, emulando Cristina Cifuentes, se encargará ella misma de toda el Área de Cultura. Ese el esquema que sigue el gobierno de la Comunidad, que ha separado estos asuntos como competencia exclusiva de la presidencia de gobierno. Sin duda, el modelo regional se centraliza todavía más. Existen comisiones técnicas y asesorías encargadas de de áreas específicas, sin embargo, lo cultural cada vez abandona más lo técnico para confundirse con lo político, al menos en lo que a sus portavoces respecta.
De momento y en lo que a Celia Mayer y la cultura respecta, la alcaldesa ha sido discreta y ha llamado a la calma. "No hay crisis", ha dicho, al tiempo que ha explicado que el Gobierno municipal es "un equipo particular" con "una diversidad muy sana e interesante". Aprovechó la ocasión para aclarar que el coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto, no asumirá asumir las funciones de Cultura. Las reacciones de la oposición no se hicieron esperar: el PP se mostró satisfecho por el "cese" de Mayer al frente de Cultura y aludió a la intensa lucha de poder - "juego de tronos", asegura el comunicado- que se produce en el seno del equipo de Gobierno municipal.
La reacción del resto de grupos del Ayuntamiento apunta en una línea parecida. La portavoz del PSOE, Purificación Causapié, sostuvo que ésta ha "una gestión tan cargada de polémicas", y anunció que solicitará la comparecencia de Manuela Carmena ante el pleno para detallar todos los cambios previstos en el esquema de gobierno. Ciudadanos mostró recelo ante las nuevas condiciones en las que se gestionará la cultura en Madrid. De momento la conclusión es una: la cultura depende de las figuras de relumbrón, lo cual denuncia el escaso y endeble tejido de personal técnico capaz de impulsar un asunto vital, tratándose de Madrid: un foco de turismo e interés, cuyos temas más importantes (patrimonio, artes escénicas y gestión) continúan en un limbo.
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