El pasado lunes, HBO puso punto y final a la primera temporada de 'La Casa del Dragón' con su décimo episodio titulado 'La reina negra'. A lo largo de su primer envite televisivo, el conflicto de poder e intereses en la Casa Targaryen ha alcanzado el máximo de intriga posible y ha disparado el hype de cara a la segunda temporada, la cual tiene pinta de que no llegará a la plataforma hasta 2024. El reto de la cadena era enorme, ya que la trascendencia y el éxito de su predecesora, 'Juego de Tronos', aún retumba en nuestros días.
Sin embargo, todo ha ido magníficamente bien. El primero capítulo, emitido en agosto, batió récords de espectadores, llegando a los 10 millones, casi ocho más que el estreno de 'Juego de Tronos' en 2011. La trama del spin-off está basada completamente en el libro 'Fuego y Sangre', escrito por el autor de 'Canción de Hielo y Fuego', George R.R. Martin.
La serie retoma el universo casi 200 años antes de los acontecimientos que llevaron a Daenerys Targaryen al trono de hierro. En ella, se narra cómo el príncipe Viserys Targaryen accede al trono tras fallecer Jaehaerys Targaryen sin hijos, desechando el Gran Consejo la opción de hacer reina a la nieta de Jaehaerys, Rhaenys Targaryen. Con Viserys en el poder, la lucha interna en Poniente llevará a la casa Targaryen a una guerra civil sin parangón en la historia de Westeros conocida como 'danza de los dragones'.
'La Casa del Dragón' brilla ante una Tierra Media superadísima
Su enorme calidad técnica, la apuesta por la acción y dinamismo, la acertada reducción del entorno en la que se desarrolla la serie y el esfuerzo de HBO por acercar el complejo universo Targaryen a todos los espectadores ha logrado cautivar al mundo seriéfilo. Además de la lucha contra la nostalgia que desprende 'Juego de Tronos', 'La Casa del Dragón' tenía otro enemigo a las puertas.
Nada más y nada menos que 'El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder'. La serie de Amazon Prime, que cuenta con el mayor presupuesto en la historia de la televisión, ha visto la luz en el mismo periodo de tiempo que el spin-off de R.R. Martin. Pese a tener una gran legión de seguidores, debido a la excelencia que alcanzó la trilogía cinematográfica de Peter Jackson y la obra literaria de Tolkien, podemos decir sin temor a equívocos que ha sido una decepción mayúscula.
Más allá de la polémica que rodeó al estreno debido a las excesivas licencias que, aparentemente, se estaban tomando los creadores de la serie, la realidad ha puesto en su sitio a la ficción basada en la Tierra Media. Partía con la misma premisa que 'La Casa del Dragón', ya que es una precuela cuyos acontecimientos suceden mucho tiempo antes de los eventos principales.
Sin embargo, y pese a su exquisita factura técnica, 'Los Anillos de Poder' ha pinchado en hueso en todos los aspectos que han dado caché a 'La Casa del Dragón'. El ritmo cansino de la trama, que avanza a trompicones, en un universo cuyos nombres conocemos de sobra, pero que pierden identidad de forma tremenda. Así mismo, el elenco elegido para adoptar los papeles principales carece de carisma (a excepción de Owain Arthur en el rol de Durin).
Las localizaciones son bastante menos rompedores e impactantes que las escogidas en la trilogía, amén de una banda sonora que brilla por su ausencia. Nadie negará su audiencia, la cual también ha sido fantástica en la plataforma de Amazon Prime, pero en el análisis de calidad hace aguas por todos lados.
Ambas series tienen por delante una carrera de fondo, con varias temporadas y decenas de capítulos para desarrollar sus arcos narrativos y dotar de momentos épicos a sus protagonistas. De momento, el primer asalto ha sido para 'La Casa del Dragón' por goleada. HBO vuelve al trono de las plataformas de streaming de donde no debió bajarse jamás. Veremos quién golpea después. Lo esperaremos con ansia.
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