Cabe en el bolsillo de una americana, tiene 61 páginas y concreción suficiente para funcionar como un ibuprofeno. Se trata de Contra el fascismo, un libro publicado por el sello Lumen que recoge una conferencia ofrecida por el escritor y semiólogo Umberto Eco en un congreso organizado por los departamentos de filología italiana y francesa de la Universidad de Columbia, el 25 de abril de 1995.
Umberto Eco (1932-2016) fue el hombre que trazó una historia de la belleza, dividió el mundo -cuando se podía- en Apocalípticos e Integrados y convirtió la semiótica en pasto de bestseller con El nombre de la rosa. En el libro que ahora llega a manos de los lectores, Umberto Eco advierte, incluso cuando parecían lejanos, los peligros del autoritarismo.
Esta conferencia, presentada ahora como ensayo, la dictó Eco en ocasión del aniversario de la insurrección general de Italia del Norte contra el Nazismo y la liberación de Europa. El texto se publicó en The New York Review of Books, ese mismo año, y revive ahora traducido del italiano al español por Elena Lozano.
Basándose en su condición ecléctica, que no atiende a una ideología monolítica a la mezcla de ideas contradictorias, Eco califica el fascismo como un "totalitarismo fuzzy", un instrumento que se sostiene en la muchedumbre y en la naturaleza sincrética de los símbolos que exalta. Lo distingue la consigna por encima de la discrepancia.
Marcado por un tono claramente escolar -su auditorio original era un grupo de universitarios norteamericanos-, el ensayo de Umberto Eco desarrolla catorce elementos a partir de los cuales distinguir e identificar el "ur fascismo" o lo que le italiano describe como un "fascismo eterno", que permanece latente en el ejercicio de la cosa pública.
- La primera característica de un ur-fascismo es el culto a la tradición.
- El tradicionalismo asociado a estas manifestaciones implica el rechazo a la modernidad.
- El irracionalismo que las distingue se deriva también de culto a la acción y por la acción.
- A los fascismos los singulariza el sincretismo, que difícilmente puede aceptar el pensamiento crítico. El espíritu crítico realiza distinciones, y distinguir es señal de modernidad.
- El desacuerdo es, además, un signo de diversidad. El ur-fascismo crece y busca el consenso explotando y exacerbando el natural miedo a la diferencia.
- El ur-fascismo surge de la frustración individual o social.
- A los que carecen de una identidad social cualquiera, el ur-facsismo les dice que su único privilegio es haber nacido en un país determinado.
- Como una condición del discurso, Eco señala que los seguidores del "ur-fascismo! deben sentirse humillados por la riqueza que ostentan los enemigos.
- Para el ur-fascismo no hay lucha por la vida, sino más bien "vida para la lucha".
- Fuere presencia de elitismos aristocráticos y militaristas.
- Desde esta perspectiva, cada uno está educado para convertirse en un héroe. En todas las mitologías, el "héroe" es un ser excepcional, pero en la ideología ur-fascista e heroísmo es norma.
- Puesto que la guerra permanece como el heroísmo son juegos difíciles de jugar, el ur-fascismo proyecta su voluntad de poder a cuestiones sexuales. "Este es el origen del fascismo, que implica el desdén hacia las mueres y una condena de las costumbres sexuales no conformistas, desde la castidad hasta la homosexualidad".
- Los ciudadanos solo posee influencia política desde el punto de vista cuantitativo: se siguen las decisiones de la mayoría.
- El ur-facsismo habla la "neolengua", se refiere Eco al término que introduce Orwell en 1984, pero también en el lenguaje popular y simple, construido sobre etiquetas.
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