El mundo entero se refirió a ella como la Gran Guerra, porque nadie fue capaz de imaginar que existiría una segunda. Fue una carnicería: nueve millones de combatientes muertos, hambre, epidemias y migraciones forzadas. Incluso quienes ganaron la guerra, Francia y Gran Bretaña, la perdieron: acumularon más de dos millones de muertos y acabaron endeudados. Se trata de la Primera Guerra Mundial, aquel infierno que comenzó en 1914 y acabó, de manera definitiva, con el Tratado de Paz de Versalles, de cuya firma, el 28 de junio de 1919, se cumplen ahora cien años.
No está Europa para celebraciones y mucho menos la de este documento, a quienes muchos atribuyen la génesis de los nacionalismos, fraguados bajo el nuevo orden impuesto por los aliados tras la disolución de los cuatro imperios más importantes hasta entonces en el continente. No todas las miradas son apocalípticas y si alguien conoce a fondo los años de entreguerras en Europa es el historiador Julián Casanovas, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y profesor de la Central European University de Budapest, quien habla en esta entrevista acerca de lo que significa hoy ese aniversario en la Europa del Brexit.
¿De qué forma las cláusulas de Versalles propiciaron el ascenso de los fascismos y los populismos?
Las negociaciones del Tratado de Versalles fueron largas y en ellas no no participaron los perdedores. Alemania se negó a firmar el documento preliminar, por considerar que en él estaban concitados todos los elementos para su hundimiento. Sin embargo, terminó por acatarlo. Los gobiernos aliados la declararon como causante y responsable de todas las pérdidas y los daños sufridos: 6.500 millones de libras, con sus intereses. A eso se sumó la devolución a Francia de Alsacia y Lorena, la pérdida de las minas del Sarre, la cesión de territorios a Bélgica, Dinamarca y Polonia, así como la pérdida de sus colonias y la limitación de su ejército a 100.000 soldados.
¿De qué forma las cláusulas de Versalles propiciaron el ascenso de los fascismos y los populismos? ¿Cuántas de aquellas identidades nacionales son hoy asuntos irresueltos? ¿Puede un tratado de paz provocar una guerra aún peor? “La historia depende de cómo la viven los ciudadanos en el presente”, esa es una de las respuestas que Julián Casanova aporta al momento de evaluar este aniversario. El catedrático tiene perspectiva suficiente para evaluar el centenario de un documento que aporta claves sobre la Europa actual. Es autor, entre otros libros, de Europa contra Europa, 1914-1945 (Crítica), El anarcosindicalismo en España, 1931-1939 o su más reciente ensayo La venganza de los siervos. Rusia, 1917 (Crítica, 2017).
¿Fue el Tratado de paz de Versalles la génesis de otra guerra, la Segunda Guerra Mundial?
Eso está bastante estudiado y descartado. El Tratado de Versalles tiene una influencia fundamental en el reparto de Europa: se quiebran los imperios y se crean nuevas naciones en Europa. Hasta la crisis de 1929, Alemania se sigue sintiendo derrotada, hasta ese entonces Hitler es un personaje marginal. No podemos decir que exista una relación directa entre el Tratado de Versalles y una declaración de guerra veinte años después.
"No podemos decir que exista una relación directa entre el Tratado de Versalles y una declaración de guerra veinte años después"
¿Por qué duró tan poco la paz de Versalles? ¿Fue la crisis de 1929 un desencadenante?
El Tratado de Versalles fue una solución que no funcionó bien en la Europa de entonces, aquella que sobrevino al fin de la Primera Guerra y que abarcó tres elementos: una posguerra con paramilitarismo, lo cual abrió un proceso de violencia política sin precedentes; un contexto de una guerra que fragua la Revolución Rusa, un fenómeno que genera miedo en las clases dominantes de Europa, al mismo tiempo que suscita esperanza en las clases desposeídas y con un impacto internacional tremendo, y el tercer aspecto, que tiene que ver con la aparición de un concepto llamado fascismo.
"El crash del 29 tuvo una repercusión profunda en Europa. Eso explica por qué una guerra mayor se impone al Tratado de Versalles"
¿A qué se refiere exactamente?
A la conquista del poder a manos de movimientos contrarrevolucionarios, con una tendencia de derechas y que terminan por dominar los grandes países de Europa que habían perdido la guerra. Si a todo lo anterior se suma la crisis del 29, que guarda conexión con Versalles, por el hecho de que para ganar la guerra los aliados necesitaron créditos, y la mayoría los pidieron a los EEUU, por lo que el crash del 29 tuvo una repercusión profunda en Europa. Eso explica por qué una guerra mayor se impone al Tratado de Versalles.
¿Por qué el internacionalismo proletario no frenó los nacionalismos que surgieron en toda Europa?
El nacionalismo es mucho más importante que el internacionalismo, que era un sueño de solidaridad, pero en 1914 todos los movimientos europeos dejaron ese sueño a un lado. Los nacionalismos generaron movimientos contrarrevolucionarios mucho más fuertes.
¿No le resulta familiar esta eclosión de nacionalismos en Europa? ¿Cien años después la vieja Europa lucha con los mismos fantasmas?
Hay ecos de la historia que están regresando, pero hay que tomar en cuenta varias cosas: la historia no es de dirección única, hay cosas que no se superan para siempre. Hoy existe una mezcla de nacionalismo y populismo, junto con políticas de exclusión de inmigrantes y una crisis de expectativas en las nuevas generaciones. Aunque existen todos estos elementos, además de la crisis de la democracia, mientras eso no se plasme en violencia política podemos plantear una corrección o una mejora . La historia depende cómo la viven en el presente.
"Hay ecos de la historia que están regresando, pero la historia no es de dirección única, hay cosas que no se superan para siempre"
¿En qué se parecen los problemas de la Europa que firmó del Tratado de Versalles a la actual?
Europa está mucho mejor preparada para afrontar problemas que en los siglos XVII y XIX. En aquellos años, la democracia no tenía experiencia, el colonialismo era muy importante y las sociedades civiles están hoy mucho más fuertes. En aquel momento las mujeres ni siquiera podían votar, no existían leyes sociales, no había leyes que amparen temas esenciales asociados con la igualdad de género, lo cual no quiere decir que la historia no tenga ecos, pero la democracia está mucho más favorecida hoy. Está en vigilancia, es cierto, pero en el XIX había una cantidad importante de detonantes que podían hacerla saltar por los aires.
Además de Alemania, la que peor lo pasó, ¿cuáles fueron los países más perjudicados en el nuevo orden creado por el Tratado de Versalles?
Alemania perdió 15% de territorio y población, Hungría perdió un 60%... mucho, pero mucho más. Sin embargo, Alemania era el referente. El tratado de Versalles no fue solo lo que ocurrió en Paris, hubo muchos más: Trianón, SaintGarmain, Neully... Los tratados se dictaron, pero no se cumplieron. La paz de París crea un precedente, porque cuando se juntan los vencedores en 1945 no quieren repetir el mismo error, e incorporan a algunos de los derrotados.
"Los tratados se dictaron, pero no se cumplieron. La paz de París crea un precedente. En 1945, los aliados no quisieron repetir los mismos errores"
En Europa se crearon nuevos Estados basados supuestamente en los principios de la nacionalidad. ¿Fue un error?
Si comparamos el mapa del XIX con el actual es muy similar. Otra cosa es que hablemos de la invasión de Hitler o el dominio Soviético, desde ese punto de vista el tratado no es el fracaso. Lo que ha pasado es que la quiebra en 1989 del URSS y la Yugoslavia, junto la crisis de expectativas en muchos de esos países, porque la democracia no trajo toda la igualdad que esperaban, todo eso ha creado una reacción hacia la democracia y una vuelta a los nacionalismos conservadores contrarios a la igualdad y la redistribución de la riqueza. Hoy no hay nostalgia de los comunismos, pero sí de los sistema autoritarios de la derecha.
¿Europa se derechiza?
La derechización de Europa va en la misma línea de las cosas que ocurren en América Latina con Bolsonaro y Trump a la cabeza. Pero más que derechización hay tendencias hacia el autoritarismo y las políticas de exclusión a quienes no se consideran parte pura, por decirlo, de la sociedad. Le podemos llamar ultraderecha o no pero huelen a cosas que hemos visto en aquella Europa.
¿En qué se parece la Europa de entonces a la de hoy?
La historia hay que conocerla. Tiene lecciones para la actualidad. Cuando a la Europa plantea políticas nacionalistas frente a políticas de igualdad se acerca a muchos de aquellos problemas, aquella Europa tenía un sentido de negociación que los políticos actuales deben retomar y del que deben aprender. Versalles es muy relevante, porque su fracaso marcó el futuro de la Europa.