Cultura

Cinco películas icónicas para recordar a Verónica Forqué en el aniversario de su muerte

Cándidos, divertidos, e inocentes, eran los personajes que la actriz encarnó e hicieron de ella uno de los rostros más conocidos del cine español

Verónica Forqué fue una de las sonrisas más míticas y uno de los rostros indiscutibles del cine español de los años 80. A un año de su muerte, que conmocionó al país, recordamos algunas de las películas que hicieron de ella un icono de nuestro cine, le granjearon uno de sus cuatro premios Goya, o simplemente contribuyeron a crear personajes que mantienen vivo el recuerdo de la actriz madrileña.

Forqué nació en Madrid en 1955, y desde el principio tuvo madera de artista: su padre era director y productor de películas y su madre era escritora. Si bien empezó la carrera de Psicología, no la acabó para perseguir el camino que marcaba el mundo en el que se crió, a pesar de las objeciones de sus padres. La andadura de Verónica Forqué en el cine empezó con un pequeño papel en Mi querida Señorita (1972), de Jaime Armiñán, y empezó a cobrar fuerza de la mano de su padre en  Una pareja... Distinta (1974), Madrid, Costa Fleming (1976) y El segundo poder (1976).

Sin embargo, fue uno de los reyes del cine patrio el que le hizo alcanzar la velocidad de crucero. Con Pedro Almodóvar se convirtió en Cristal, de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? El resto, lo podemos recordar a través de casi el centenar de personajes, muchas veces inocentes y risueños que interpretó en cine, teatro y televisión.

A cuatro días de los Premios Forqué, en honor a su padre, que se celebran el sábado 17 de diciembre, recordamos algunas de las películas que hicieron de ella una actriz clave en la historia de la gran pantalla en España.

Fotograma de Kika (1993)

Kika (Pedro Almodóvar, 1993)

Si bien no es la película más aclamada del director manchego, esta comedia tiene algunas de las escenas que primero se vienen a la mente al recordar a Verónica Forqué. En Kika encarna, como protagonista, a una maquilladora que recibe el encargo de maquillar a un muerto. Le valió el Goya a mejor interpretación femenina protagonista en 1994.

Con esta premisa, las situaciones surrealistas a las que se enfrentan Kika y un elenco de personajes encarnados por otras "chicas Almodóvar" como Victoria Abril o Rossy de Palma, dejan paso a una de las escenas inolvidables de la actriz: su "¡Qué heavy eres, Juana!".

Imagen de los protagonistas de Bajarse al moro (1988)

Bajarse al moro (Fernando Colomo, 1988)

Las películas de Verónica Forqué son un retrato en movimiento del Madrid de la época. En este caso, al ritmo del grupo Pata Negra, la actriz se metía en el papel de Chusa. Acompañada de Alberto, Elena y Jaimito -Antonio Banderas, Juan Echanove, y Aitana Sánchez-Gijón-, se veía envuelta en una trama cómica sobre el tráfico de hachís, con un mítico piso sobre el Rastro madrileño como centro de operaciones.

Chusa, que le granjeó una nominación a mejor interpretación femenina protagonista, es uno de los personajes de Forqué que mejor ejemplifican su línea de actuación: divertida y desenfadada.

Fotograma de 'Moros y cristianos', de Luis García Berlanga

Moros y cristianos (Luis García Berlanga, 1987)

El listado de directores con los que trabajó Forqué puede coincidir con facilidad con el de los mejores directores de la historia del cine español. En Moros y cristianos se puso en manos de Luis García Berlanga para encarnar a Monique, un papel secundario que le dio su segundo Goya como actriz de reparto.

Fotograma de 'El año de las luces'

El año de las luces (Fernando Trueba, 1986)

Un año antes, la actriz se hizo con su primer Goya por su papel de reparto en El año de las luces. En ella, forma un triángulo amoroso con Jorge Sanz y Maribel Verdú al término de la Guerra Civil, al más puro estilo de Trueba, y crea uno de los personajes más alejados de la línea que seguiría en años posteriores.

Imagen promocional de 'Madrid' (1987)

Madrid (Basilio Martín Patino, 1987)

Como última película, recordamos Madrid, de Basilio Martín Patino (1987). No es una de las obras más reconocidas de la actriz, pero sí la oda más grande a la ciudad que la vio nacer y que es, prácticamente, un personaje más en la gran mayoría de sus películas.

En Madrid es Lucía, la cándida responsable de montaje que asiste a Hans, un realizador alemán, en la creación de un programa sobre la capital y la Guerra Civil en el 50 aniversario de esta. En la película, los personajes descubren los cambios de la ciudad comparando imágenes de su pasado y su presente. Con su papel, Verónica Forqué fue parte de la creación de un retrato de un Madrid y una década -los 80- de los que fue un personaje clave.

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