Mediante un sencillo tuit, que es como se transmiten las noticias importantes hoy en día, E. L. James, la multimillonaria escritora que ha conseguido rescatar a la novela erótica del olvido, desvelaba los nombres de los actores que encarnarán al perverso Christian Grey y a la ingenua estudiante Anastasia Steele en la película que se estrenará el próximo verano. Dakota Johnson y Charlie Hunnam eran los elegidos.
Por fin, tras muchos meses de rumores y constantes sufrimientos, los fans y, sobre todo, las fans, podían descansar tranquilos. Bueno, o al menos, eso sería lo que pensó la novelista antes de darle al botón de tuitear, ya que la reacción ha sido totalmente la contraria. Y no es de extrañar, pues la decisión ha pillado por sorpresa al mundo entero. Casi tanto como cuando se anunció, hace unos meses, que la it-girl Cara Delevingne se postulaba para protagonizar la película. Aunque tal vez ese hubiese sido el elemento clave para convertirla en una obra de culto. Nunca lo sabremos.
Las fans querían ver a Christian Grey interpretado por Matt Bomer.
El nombre de Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson, ya había sonado en múltiples ocasiones para hacerse con la inocente Anastasia, y tal vez por ese motivo ha sido mucho mejor acogido entre las greysessed -término creado para referirse a las fans de la trilogía- que su compañero masculino. En cuestión de segundos, las redes sociales levantaron las armas contra la elección de Charlie Hunnam y defendieron a quien ellas pensaban que debía encarnar a Christian Grey, el actor Matt Bomer -de hecho, veinticuatro horas después Matt seguía siendo trending topic-.
La polémica no terminaba ahí. Desde varias páginas americanas se aseguraba que la propia Erika James había respondido a las fans diciendo que Matt Bomer no era el indicado para el papel por ser abiertamente gay, pero que tenía claro que era un gran actor y lo haría muy bien en otros papeles. Esto, desde luego, no aplacó la ira de las fans, que continuaron su propia cruzada contra Hunnam. Pero, ¿por qué? ¿Qué les ha hecho el pobre Charlie?
El problema es el físico
Charlie Hunnam no es ningún desconocido. Le hemos visto como adolescente gay que se enamoraba de chicos mayores en la versión británica de Queer as folk, como el motorista Jax en Sons of Anarchy y protagonizando la última película de Guillermo del Toro, Pacific Rim, este mismo verano. Puede que no tenga una carrera muy extensa, ni sea el nombre más popular, pero todo esto, en realidad, tampoco les importa a las greysessed. El problema es el físico. Charlie es rubio, grande, musculado, lleva el pelo largo y barba, cinco cosas intolerables para alguien que debe meterse en la piel del multimillonario Grey. Ellas esperaban sofisticación, trajes de Armani ajustados, piernas delgadas, tórax definido, cabello corto y gafas de pasta rectangulares, y en su lugar les han enviado a un motero desaliñado. Entiendan la decepción.
Aun así, no todas las fans son tan radicales. Hay un gran sector que confía en que, una vez caracterizado para el papel, la cosa cambiará -aunque estas mismas también opinan que Dakota Johnson no es una mujer suficientemente guapa y ahí, desde luego, no podemos darles la razón-. Pero esto no es la primera vez que ocurre. ¿Recuerdan la polémica que se armó cuando Daniel Craig fue seleccionado para convertirse en el nuevo James Bond? Los puristas de la saga siguen llevándose las manos a la cabeza cada vez que Craig lucha a puñetazo limpio con los villanos. En el cine, como en la vida, nunca llueve a gusto de todos y menos cuando hay hombres atractivos de por medio.
La película sobre este libro retoma la tradición de los filmes basados en novelas eróticas.
La adaptación de 50 sombras de Grey retoma una tradición, la de las películas basadas en novelas eróticas, que dio muchos frutos en el pasado. Desde la clásica Nueve semanas y media, responsable de que todos los striptease del mundo se hagan con el You can leave your hat on de Joe Cocker, a Emmanuelle, la película que catapultó a la fama a Sylvia Kristel y su silla de mimbre, pasando por Eyes Wide Shut, la adaptación de la novela “Relato soñado” que nos permitió ver al matrimonio Cruise-Kidman juntos y desnudos, o la naturalidad con la que Pasolini recreó Los 120 días de Sodoma del marqués de Sade. Incluso en España tuvimos nuestras propias adaptaciones, encabezadas por Las edades de Lulú, novela erótica de Almudena Grandes que llevó al cine Bigas Luna, y en menor medida, La pasión turca de Antonio Gala, con Ana Belén, o el Diario de una ninfómana, que recogía las supuestas experiencias de Valerie Tasso como prostituta de lujo. Todo un plantel de películas para pasar calor, mucho calor. ¿Tendrán tanta suerte Dakota Johnson y Charlie Hunnam? ¿Acabarán convertidos en iconos? A juzgar por los más de 70 millones de copias vendidas de la novela, no lo tienen muy difícil.
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