Millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar su país por la guerra de Putin cargando apenas con lo puesto. Como ellos hubo estrellas de Hollywood que también fueron refugiados, como el gran director Billy Wilder. De "los mejores años" de su vida en Berlín, tuvo que huir a Estados Unidos con 11 dólares en el bolsillo y un nivel paupérrimo de inglés. Una vez en Nueva York, las cosas no fueron fáciles para él, fueron "los años de las bajas calorías". "Dios", como lo llamó Fernando Trueba, también fue un refugiado.
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