Para los guionistas Borja Cobeaga y Diego San José superar con Ocho apellidos catalanes las expectativas de los ocho vascos será sin duda complicado, todavía más cuando el listón de la primera se ha quedado en 56 millones de euros de recaudación y 9,5 millones de espectadores. Ese es el panorama que debe enfrentar la secuela, que se estrena esta semana en más de 500 salas de cine en toda España.
Su preestreno sin embargo no ha reportado muy buenas críticas. Según la prensa especializada, Borja Cobeaga y Diego San José se han visto obligados a repetir –sin gracia- la fórmula de Ocho apellidos vascos. Esta entrega traslada a los personajes de la primera entrega a Cataluña, justamente con la intención de explotar el filón humorístico de los tópicos regionales e incluso intentar hacer algún chiste con la idenpendencia. Pero ni lo uno ni lo otro. Con lo primero no consiguen dar en el clavo y con lo segundo, parecen no atreverse.
Todo ocurre en una Cataluña falsamente independiente, del tipo Goodbye Lennin en la que Monserrat Caballé canta Paquito Chocolatero
Todo ocurre en una Cataluña falsamente independiente, del tipo Goodbye Lennin. Una cierta idea de la farsa sirve para abordar los ánimos secesionistas sin meterse en líos. La novia Amaia (Clara Lago) –la que en la entrega pasada deja plantado a Rafa (Dani Rovira)-, decide contraer matrimonio con Pau (Berto Romero), quien para no decepcionar a su anciana abuela Roser (Rosa María Sardá) organiza la boda en la masia familiar haciéndole creer que Cataluña ha conseguido separarse de España. Los personajes interpretados por Karra Elejalde, Dani Rovira y Carmen Machi se mantienen y se suma Belén Cuesta en el reparto.
En lo que al humor con los tópicos regionalistas respecta, además de desaprovechados, asegura la crítica, son previsibles. Desde Monserrat Caballé cantando desafinada Paquito Chocolatero hasta la violencia de los mossos d’esquadra parece que provoque risas… más bien pocas. "No va de independencia catalana, ni muchísimo menos", afirmó este martes la actriz Carmen Machi. De ahí que el director de película y de la supertaquillera Ocho apellidos vascos, Emilio Martínez Lázaro, esté convencido de que el público catalán no se va a molestar cuando la vea porque "la película es muy blanca". Aunque hay quienes aseguran que la cosa es más blanda que blanca.
Todo el reparto ha acudido este martes a la presentación en Madrid: Carmen Machi, Karra Elejalde, Dani Rovira, Clara Lago, así como las nuevas incorporaciones, Belén Cuesta y Berto Romero. Aunque la primera recaudó más de 56 millones de euros y fue vista por 9,5 millones de espectadores, un récord absoluto para una película española, en esta ocasión, la temporada navideña, y sobre todo, el regreso de "Star War", hará a la distribuidora "echar el resto": se estrenará en más de quinientas salas, una cifra poco (o nada) usual en producciones españolas.
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