La vie d'Adèle, dirigida por el tunecino Abdellatif Kechiche, ha recibido este domingo la Palma de Oro de la 66 edición del Festival de Cannes. El presidente del jurado de Cannes, Steven Spielberg, ha señalado que con este premio se reconoce el trabajo de tres artistas, de Kechiche y de las dos actrices protagonistas, las francesas Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux.
Abrazados y llorando sobre el escenario, los tres han agradecido la Palma, recibida por la película favorita del festival, una coproducción de España, Francia y Alemania. "Me gustaría dedicar a la hermosa juventud que me encontré, gente que me enseñó mucho sobre el espíritu de libertad y también a otra juventud, por algo pasó no hace mucho tiempo, a la revolución tunecina, por su aspiración de vivir con libertad, expresarse libremente y amar con plena libertad", ha señalado Kechiche.
Exarchopoulos ha agradecido especialmente a su compañera de reparto, Seydoux, por "ser tan generosa" y a todo el equipo y ha mostrado su sorpresa por haber ganado "entre tantas maravillosas películas" en la competición oficial de Cannes.
Kechiche se ha tomado unos segundos antes de realizar su breve discurso. "Siempre me tomo mi tiempo", ha señalado el realizador, que ha ganado la Palma de Oro por una película en la que cuenta con preciosismo y recreación la relación entre dos jóvenes.
Exarchopoulos es Adèle, una joven de 15 años que se siente confundida en cuanto a su sexualidad y que cuando conoce a Emma (Seydoux) se da cuenta de lo que realmente siente. Una película que recibió una entusiasta acogida en Cannes por la veracidad con la que están rodadas las escenas de sexo, pero también la sensualidad en los momentos cotidianos de la vida de las jóvenes.
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