Que el mundo de la cultura española en general, y del cine en particular, están en una crisis igual o peor que otros sectores de la sociedad es algo tan sabido que esta noticia podía acabar aquí. Sin embargo, los productores no quieren quedarse de brazos cruzados y ver como se debilita un sector, que como aclara el director Alex de la Iglesia, “no solo da trabajo a directores y actores. También se lo da a muchas personas que trabajan en los rodajes, y los que se benefician de los empleos indirectos que genera”.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Pedro Pérez, sostiene que es necesario un cambio de modelo de financiación y como ejemplo señala el francés, donde “parte de los ingresos de taquilla, de las ventas de DVD o de los derechos de televisión van a un fondo”. “La novedad es que ese dinero no pasaría por los Presupuestos Generales”, añade Pérez, que ya en el Festival de Cine de San Sebastián afirmó su disposición a que el sector deje de depender del dinero público y sea “el cine el que financie el cine”. Un dinero público que en una época de ajustes como la actual cada vez va llegando en menos cantidad. No en vano, en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 presentados el sábado, el montante destinado a la Cinematografía sufre un recorte del 22,6%. Frente a los 71,11 millones de euros de 2012, para el siguiente año hay presupuestados 55,04 millones.
Esta propuesta se la plantearán en los próximos días al secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, en una reunión que se celebra a petición del ministerio. Aunque desde Cultura no se detalla los contenidos a tratar en el encuentro, encima de la mesa también están las declaraciones de la directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, que, en San Sebastián, afirmó que el ICAA está estudiando la posibilidad de que las ayudas a las películas se den a priori y no a posteriori. Hasta ahora, las películas reciben la subvención dos años después de estrenarse. Para Pérez esta idea tiene una gran pero, “¿de dónde van a sacar el dinero?”. “Con cargo a los Presupuestos de 2013 se van a pagar las películas que se estrenaron en 2011. No tiene ningún sentido”, añade Pérez.
El sector pide al Gobierno que salde sus deudas
“Si es verdad que van a pagar antes de que se terminen las películas, nosotros encantados”, afirma Enrique Cerezo, uno de los productores más reconocidos del país. Cerezo también defiende la necesidad de un nuevo sistema de financiación y emplaza a la reunión con Cultura “para ver qué proponen”. Una de las principales reivindicaciones del sector es que antes de cualquier cambio de financiación lo primordial es que el Gobierno pague la deuda que tiene con el cine. Desde el Ministerio de Cultura prefieren no hacer declaraciones antes de la reunión de los próximos días, aunque sí aseguran que es necesario encontrar soluciones y fórmulas para apoyar el sector.
Quién también está de acuerdo con la necesidad de un nuevo modelo es Alex de la Iglesia, que en la presentación del rodaje de su última película se mostró preocupado por “esas películas que no son pequeñas como para financiarse con iniciativas como el crowdfunding ni tampoco son superproducciones”. “¿Qué va a pasar con eso que llamamos cine?”, ha añadido el director. El que fuera presidente de la Academia del Cine, sin embargo, es consciente de que no es fácil implantar una nueva forma de financiación porque, según él, hay personas en el sector que temen por su negocio si hay cambios.
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