Son cuatro los requisitos para considerar un territorio paraíso fiscal: la inexistencia (o casi) de impuestos para el dinero que llega del extranjero, una legislación favorable al secreto financiero, la abundancia de bancos y una estabilidad política para asegurar los tres puntos anteriores. Si se cumplen estas condiciones, el éxito en la fuga de capitales está casi asegurado. Tan solo hará falta despistar al control fiscal con múltiples identidades, un sinfín de empresas ficticias y las artimañas necesarias para aprovechar las lagunas legales en el país de origen, tal y como muestra el divertido documental Cóbrame si puedes, que se estrena esta semana en la plataforma Filmin.
A partir de grandes dosis de humor, un buen puñado de recortes de hemeroteca claves, entrevistas a varios expertos y un gran material de archivo, este documental, que compitió en la sección oficial de la pasada edición del Festival de San Sebastián, repasa la historia reciente de la lucha contra el fraude en el mundo y los numerosos intentos por combatirla o, al menos, aparentarlo. El resultado es una cinta amena y bastante didáctica que demuestra que lo divertido no está reñido con lo comprometido, ni siquiera cuando se trata de algo tan serio como la evasión fiscal.
Independientemente de si uno considera que es mejor reducir los impuestos para que el número de personas que asumen el riesgo de defraudar sea inferior, o si por el contrario considera que el porcentaje ha de mantenerse elevado para sufragar el estado de bienestar, Cóbrame si puedes expone los trucos y las claves con las que varios nombres importantes de la política, el deporte o la cultura han evitado durante años ser descubiertos en la fuga de capitales, y cómo en muchas ocasiones los gobiernos han recurrido a medidas en ocasiones más cosméticas que realistas y efectivas.
El documental arranca en el año 2019. "No hay dinero mágico", le dice el presidente francés, Emmanuel Macron, a una profesional sanitaria que reclama más medios en presencia de la prensa. Del mismo modo, la ex primera ministra británica Theresa May trata de contradecir a una enfermera, que asegura que desde 2009 su nómina no ha variado. "No hay un árbol mágico del dinero", le espeta en un programa de televisión, en la misma línea que el mandatario galo y que otros políticos que, años antes, recurrieron a las mismas fórmulas para justificar sus políticas: deficit, deuda pública y esa manía que tienen los ciudadanos de vivir por encima de sus posibilidades.
El 2 de abril de 2009, los países ricos señalaron a dos enemigos comunes: el secreto bancario y los paraísos fiscales, y vieron en ellos la solución para rescatar las cajas bancarias
Cóbrame si puedes hace referencia a una fecha clave: el 2 de abril de 2009, en plena crisis financiera a causa del colapso de la burbuja hipotecaria en Estados Unidos. En aquella jornada, los países ricos anunciaron el acuerdo que habían alcanzado para señalar a dos enemigos comunes: el secreto bancario y los paraísos fiscales, lo que para el G20 era la única solución para rescatar las cajas bancarias.
Cóbrame si puedes y los papeles de Panamá
"Nombrar y avergonzar" se convirtió en la táctica para presionar a los países que se había identificado como potenciales enemigos, tal y como señala en esta cinta Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCDE. Sin embargo, tal y como indica este documental en una amena explicación que hasta un niño podría entender, las promesas de cambio necesarias para desaparecer de las listas negras no fueron suficientes y aquel "lo siento, no volverá a ocurrir" no terminó de funcionar. Tal y como señala uno de los expertos invitados, lejos de desaparecer, "cada vez hay más países que quieren su porción de la tarta".
El expresidente francés Nicolas Sarkozy, tan empeñado en simular ser un superhéroe disfrazado con traje y corbata, aparece en este documental como un político vanidoso, caricaturizado en su empeño por parecer el salvador del mundo. "La era del secreto bancario ha terminado", afirma en varias ocasiones. Sin embargo, cuando la situación parece controlada, en 2016 llega a la prensa algo que había pasado inadvertido para muchos países y salen a la luz los famosos papeles de Panamá: más de 11,5 millones de documentos internos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, la "cueva de Alí Babá" de la evasión fiscal.
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, el exministro de Industria José Manuel Soria, Pilar de Borbón, el expresidente del Barça Carles Vilarubí, el cantante Bertín Osborne, el actor Imanol Arias o el director de cine Pedro Almodóvar y su hermano, el productor Agustín Almodóvar, fueron algunos de los nombres que aparecieron en aquellas investigaciones. El famoso cineasta tuvo la mala suerte, además, de tener prevista la promoción de su nueva película unos días más tarde y se vio obligado a cancelar las entrevistas previstas. Más tarde, señaló que desconocía el asunto, aunque asumía la "responsabilidad".
Estados Unidos: ¿la nueva Suiza?
¿Y Estados Unidos? Cóbrame si puedes sostiene que el país que preside Joe Biden es un paraíso fiscal compuesto por pequeños paraísos a los que se encamina hoy en día mucho dinero, y sitúa Delaware, Dakota del Sur, Wyoming o Nevada como algunos territorios tan "delirantes" como los peores paraísos fiscales del pacífico. De hecho, Obama se negó a firmar las normas estándar de intercambio automático de información y EEUU de hecho no coopera con las iniciativas globales para atacar estos paraísos fiscales.
Del mismo modo, las Islas Caimán, territorio británico de ultramar, corona la lista de países que ocultan información y ofrecen un lugar seguro para evadir impuestos. Este es solo uno de los territorios del archipiélago en el que Reino Unido mantiene jurisdiciones secretas y, según explican los expertos, las reglas del país y de la propia OCDE alentaron su funcionamiento.
La manera en la que los ricos exhiben casi como un deporte la evasión de capitales o la manera en la que las multinacionales digitales como Facebook o Twitter se han especializado en explotar los fallos que existen entre los acuerdos fiscales entre los países son otros de los asuntos sobre los que reflexionar este documental, que trata de dar forma a la dimensión más abstracta y opaca de la evasión fiscal.
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