1. Gallardón, el más elegante. El actual ministro de Justicia y anterior alcalde de Madrid es, según Patrycia Centeno, de los políticos "mejor vestidos de España". Sus cejas, en lugar de ser un defecto, son a juicio de la experta en moda una seña de identidad, al igual que sus gafas. "Le dan una imagen de seriedad y le distinguen del resto. Muchos dicen que no las necesita siquiera, que se ha operado de la vista y que aún así las conserva, porque le añaden carácter. Es sin duda, el más acertado, incluso cuando viste informalmente. Sabe combinar algo de moda con lo clásico".
2. José Manuel Soria, parecidos a un lado. El ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Soria, se lleva un destacado segundo lugar en el ránking de aquellos que saben vestir o que, mejor aún, saben cómo administrar sus atributos de cara a la galería pública. "Dicen que se parece a José María Aznar y que incluso intenta copiarlo. Sinceramente no lo creo. Viste muy bien. Cuida su aspecto y lo usa a su favor".
3. Cristóbal Montoro. El titular de Hacienda obtiene un sobresaliente y se hace un espacio en el podio de los bien vestidos del tren ministerial. "No lo hace mal, nada mal", concede Centeno. "de hecho, si vemos imagenes suyas en la calle, notaremos que suele llevar sombros, gabardinas, prendas que denotan elegancia y originalidad. Ese arrojo que muestra en la calle y que reserva para sí, no lo demuestra tanto en política, en su ámbito político, donde conserva algunos complementos, como las gafas".
4. Soraya Sáenz de Santa María, Sí... pero. "De un político no queremos saber sus complejos y ella nos lo dice todos los días al ponerse esos taconazos. Dirige nuestra mirada directamente a sus zapatos. De un político queremos sentirnos seguros, no enterarnos de sus inseguridades. Ella puede corregir el tema del tamaño con pantalones que estilicen y alarguen sus piernas, por ejemplo. Es cierto que ha avanzado mucho en lo que a su cabello, su maquillaje y la armonía en general de su imagen se refiere".
5. El saber estar de Arias Cañete. El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se apunta un tanto con su barba platinada y bien acicalada, al menos según el criterio de Centeno. "Su barba, muy bien rasurada y cuidada, le estiliza la smejillas. Y si Margallo, por ejemplo, no sabe estar , ni sentarse, Arias Cañete sabe llevar los trajes de manera que le favorezcan".
6. Ana Pastor, la masculinidad le sienta bien. "Así como hay mujeres a las que algo más de faldas y colgantes le favorecen, a ella no. A Ana Pastor los trajes de pantalón y chaqueta le favorecen, le hacen ver no sólo más elegante sino también mucho más cómoda y femenina, mucho más que cuando ella misma prueba a utilizar complementos que resultan a veces excesivos, o demasiado grandes".
7. ¿Le preocupa el moreno Zaplana de Ana Mato? La ministra de Sanidad, Ana Mato, posee, es cierto, un permanente tono cobrizo de piel que, según Patrycia Centeno, podría crearle poca credibilidad al momento de advertir a los ciudadanos acerca de la peligrosidad de los rayos Uva en verano. Pero eso no es todo. "Además, toda su ropa resulta excesivamente infantil y aniñada, demasiados colores pasteles, azules celestes, parece que le quita la ropa a su hija. No es la imagen de un político, sino de una niña".
8. José Manuel García Margallo, detales... "García Margallo deja la impresión de una persona que no es capaz de sentarse correctamente. Luce desarreglado, con la americana del traje abierta. Le convendrían trajes cruzados porque la prominencia de su abdomen hace que la corbata se ladee, además, claro, de su dentadura, que además de no tener un trabajo correcto de ortodoncia, necesita un tratamiento de blanqueado. Son elements básicos que pueden acercar o alejar a una figura pública".
9. José Ignacio Wert, el rancio. "Quizás nos mal acostumbramos a Ángeles González-Sinde o Carmen Calvo, que eran demasiado originales, pero Wert es excesivamente racio, poco original y plano. Más aún siendo ministro de Educación, Cultura y Deportes, podría permitirse alguna flexibilidad en su indumentaria tan fría y distante".
10.Fernández Díaz, un hombre gris. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no se lleva la peor parte pero sí un juicio lapidario. "Hay gente que dice que viste bien, pero no tiene gracia".
11. Morenés, el frío y distante ministro de Defensa. "Viste bien. Es un hombre alto, delgado, elegante. Sabe llevar el traje de tres botones, que no todo el mundo puede ni sabe llevarlo. Sin embargo, tiene rasgos muy fríos y resulta distante y lejano. Si a eso se suma que su ropa tiene colores que refuerzan esos rasgos, el conjunto se hace muy distante".
12. Fátima Báñez, puede mejorar... y mucho. "Si Soraya Sáenz de Santa María ha mejorado desde su llegada a la política, la ministra de empleo tiene mucho todavía qué aprender para mejorar. Ella lleva una cartera que debe de transmitir cercanía hacia le gente. Debe de abandonar la rigidez y despojarse de esos pantalones tan rígidos que siempre lleva y que la hacen lucir tan inflexible. Debería, también probar un saneamiento y corte de cabello"
13. Luis de Guindos, reprobado... por los pelos. Nada parece reprochable en el ministro de Economía y Competitividad. Viste bien. Es un hombre educado. Habla y se conduce correctamente. Sin embargo, en el ránking de la imagen pública, Patrycia Centeno no ve en él la armonía necesaria. La achaca, dice la experta, a un tema de excesivo vello en su rostro y la nuca. Un incorrecto e incluso desagradable "desarreglo".
14. Mariano Rajoy, algo más que fondo de armario. La vestimenta no es el fuerte de Rajoy, al menos eso desprende después de escuchar sobre lo que su imagen tiene que decir Centeno. "Un presiente de Gobierno debe, por lo menos, llevar trajes de su talla y llevar camisas con tejidos de mejor calidad. Debería, también, aprender a hacerse el nudo de a corbata y tener un poco más de cuidado al elegirlas, ya está bien de dejar la elección de esas prendas en manos de su hijo".
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