Para Miguel Alcázar (Albacete, 1987), autor de 'La crítica literaria en los 90' (La Uña Rota, 2024), la década de los noventa ejerce un imán en su imaginario. Alcázar confiesa sentir una fascinación especial por este período, quizás por ser el telón de fondo de su infancia o por ser la última década antes del auge digital. Pero más allá de la nostalgia, su interés se centra en la crítica literaria como un reflejo del pensamiento intelectual de una época y su relación con la literatura.
Alcázar cuenta para Vozpópuli: "Siento fascinación tanto por los años noventa (quizás por ser el marco de mi infancia; quizás por ser la última década predigital) como por la crítica literaria como género que evidencia el estado actual del pensamiento intelectual…"
En su obra, Alcázar destaca aspectos claves de la crítica literaria de los noventa: el sentido del humor, la inventiva, el exabrupto, la desfachatez y la experimentación. Estas críticas, recopiladas en su libro, son destacadas por la creatividad y la originalidad, además del humor, manteniendo un estilo literario distintivo. Alcázar afirma que "en los extractos de las reseñas que aparecen en mi libro destacan el sentido del humor, la inventiva, el exabrupto, la desfachatez, la experimentación, la originalidad".
Al comparar la crítica literaria de los noventa con la actual, Alcázar percibe un cambio radical en el tono y enfoque. Mientras que las críticas de esa década se caracterizaban por su transgresión y entretenimiento, las actuales tienden a ser más convencionales y menos audaces, según su observación. "Las críticas literarias que aparecen en el libro tienen un tono radicalmente diferente —más transgresor, más locuaz, más entretenido y atrayente— que las que normalmente se encuentran en la prensa cultural", explica el autor.
La investigación detrás de la novela: más de 500 libros y la filología como formación
Alcázar, filólogo de formación, realizó una exhaustiva investigación para su obra. Más de 500 libros y una amplia gama de fuentes, desde artículos periodísticos hasta estudios críticos, sirvieron como base para contextualizar la crítica literaria de los noventa. "Soy filólogo de formación y puedo presumir de contar con muchas lecturas importantes a mis espaldas: aparte de ello, me tuve que leer casi quinientos libros de y sobre literatura de los años noventa…", detalla Alcázar.
"Siento fascinación tanto por los años noventa (quizás por ser el marco de mi infancia; quizás por ser la última década predigital) como por la crítica literaria como género que evidencia el estado actual del pensamiento intelectual…"Miguel Alcázar
En el mundo digitalizado en el que vivimos, el autor reflexiona sobre el cambio de roles de los críticos literarios. La proliferación de plataformas en línea ha desgastado su autoridad, pero Alcázar sigue defendiendo su importancia en el panorama literario actual. "La democratización de la crítica en internet ha minado la autoridad de los críticos, que probablemente tengan una cada vez más menguante capacidad para influir en el pensamiento crítico de los lectores y en la potencial comercialidad de una obra literaria".
Alcázar espera que su libro sea disfrutado por lectores que buscan una reflexión amena y entretenida sobre la relación entre literatura y vida. Su mensaje busca explorar nuestras flaquezas humanas y nuestra relación con la literatura en el contexto de la sociedad contemporánea. Alcázar deja claras sus expectativas sobre esta novela y quienes la leen: "Los lectores que sin pedanterías y falsa intelectualidad disfruten de una reflexión amena, entretenida e irreverente sobre las relaciones entre literatura y vida, sobre nuestro hábito lector y nuestras flaquezas humanas…"
Reacciones inesperadas y un guiño a la crítica de Rafael Castillo
Entre las numerosas críticas incluidas en su libro, Alcázar destaca las reseñas del crítico literario Rafael Castillo. Sin embargo, no todos recibirán su obra con los brazos abiertos, anticipa Alcázar, esperando alguna polémica que, paradójicamente, pueda aumentar la visibilidad de su trabajo. "Yo siento especial predilección por las reseñas incluidas del crítico literario Rafael Castillo".
Si bien reconoce que su libro puede no alterar el panorama de la crítica literaria, Alcázar espera que inspire a los escritores contemporáneos a recuperar la irreverencia y originalidad de épocas pasadas. "Espero que a los escritores de hoy en día les inspire para volver a una época de la escritura en la que todo se hacía con más afán irreverente, más afán de diversión, más originalidad".
"La democratización de la crítica en internet ha minado la autoridad de los crítico"Miguel Alcázar
A la hora de redactar la novela, seleccionar las casi trescientas reseñas para su libro fue el mayor desafío para Alcázar, quien buscaba diversidad y originalidad en cada selección. Además, descubrir la reacción enternecedora de un crítico hacia una obra de Italo Calvino fue una sorpresa inesperada durante su investigación. Alcázar confiesa: "Son casi trescientas las reseñas incluidas en el libro, así que lo más difícil ha sido la selección de reseñas que fueran muy diferentes entre sí…"
Ahora, con la mirada puesta en el futuro, Alcázar no descarta continuar explorando la crítica literaria de otras décadas en futuros proyectos, siempre y cuando su editor esté de acuerdo. A los lectores intimidados por la crítica literaria, les ofrece una invitación simple pero tentadora: comenzar con su antología. Ante un mundo cada vez más digitalizado y saturado de información, Alcázar plantea interrogantes sobre el futuro de la crítica literaria. ¿Cómo se adaptará a las nuevas tecnologías? ¿Seguirá siendo relevante en medio de tanto ruido digital? Alcázar lo tiene claro, y la respuesta, o mejor dicho, las preguntas, puede que estén en su próxima novela: "Solo tengo preguntas, no respuestas"
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