Hemos vivido un verano pop extraño, sin un estribillo dominante, pero con una docena de superventas reclamando el trono de playas, verbenas y chiringuitos. Por eso hemos decidido hacer una lista corta con las cuatro más fuertes en vez de una de diez. Algunos echarán de menos "La faldita" de Myke Towers, "Cuando te vi" de María Becerra y Trueno y “Potra Salvaje” (Isabel Aauín), dopada por la victoria en la Eurocopa, pero la verdadera guerra estuvo entre este póker de ases:
"Espresso" (Sabrina Carpenter)
Tiene mérito, mucho mérito, que una canción no latina se convierta en la más escuchada del verano. Lo ha conseguido esta estadounidense de 24 años que está en el número uno global de Spotify. El pasado abril, “Espresso” fue el himno del pijísimo festival Coachella (que se celebra en Indio, California) y ahora este himno marcha al ritmo diabólico de diez millones de reproducciones al día. La letra traza un paralelismo entre los amores de verano y la capacidad revitalizante del café. Pop electrónico para todos los públicos, que ha dado en la diana, Carpenter, exprincesa Disney de 24 años, comparte en las rimas su momento personal: el del descubrimiento de tu propio poderío sexual, un sentimiento que puede enganchar más que la droga. "Para mí, equiparar esa adicción con la cafeína fue muy divertido y definitivamente tengo una adicción a la cafeína. Así que realmente he cerrado un círculo”, explicó.
"El Pantalón" (Omar Montes, Lola Índigo y Las Chuches)
Desde principios de junio lleva pegando fuerte este himno flamenquito que trata sobre recorrer un mercadillo en busca del pantalón perfecto, "que me quede bien estrecho/ que me quede vacilón". El tema formaba parte del álbum 'Como ronea' (2004), con el cual Las Chuches se dieron a conocer. Se trata de una reivindicación del "chonismo", que reinaba en los dosmiles, mediante la alianza de tres artistas que empastan de manera natural. El mensaje de autenticidad se redondea con un videoclip en el mercadillo de Su Eminencia, situado en el barrio de las Tres Mil Viviendas, emblemático de la Sevilla popular. Después de la grabación, los artistas visitaron los puestos para hacer alguna compra, confirmando la comunión de clase social.
"I don't wanna wait" (David Guetta y One Republic)
Al igual que Hollywood vive de sagas y remakes, algunos espabilados de la industria electrónica cortan y pegan éxitos muy sólidos para venderlos como si fueran nuevos a un público que no los conoce, sin renunciar a los nostálgicos que lo bailaron en su día. Es el caso de Guetta con "Dragostea din tei", canción legendaria con la que arrasaron en 2003 el trío moldavo O-Zone. El caso es que Guetta pilla un trozo tan grande de la canción que la cosa parece más una remezcla que un sample y al público en general le cuesta recordar que su tema se titula "I don't wanna wait tonight" y no "Dragostea din dei". Resumiendo: la treta de Guetta es vaga e innecesaria, pero demuestra que un mismo himno (el que saquea) puede arrasar en dos veranos distintos, con décadas de diferencia. Nunca crean a quienes dicen que las canciones del verano son pasajeras.
"Si antes te hubiera conocido" (Karol G)
Esta canción no destaca de manera especial dentro del potente repertorio de La Bichota pero tampoco baja el nivel, lo cual ya es un mérito. Se trata de un merengue melosón, que soliviantó a los devotos de Rosalía porque encuentran que el ritmo es demasiado parecido a "Despechá". La verdad es que, sobre todo en música urbana, se pueden hacer canciones muy distintas usando el mismo ritmo, como saben de sobra los artistas de reguetón. La propia Rosalía publicó un post de Instagram con alusiones implícitas a su rechazo de la canción. El caso es que, después de llenar cuatro bernabéus, Karol G triunfa con lo que publique, incluso con esta canción que no mata pero tampoco engorda.
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