Roald Dahl es una patria. Ese lugar al que siempre habrán de volver sus lectores. No importa la edad que tengan. No importa quiénes sean. A los niños y niñas que se deslumbraron con Matilda o los faisanes de Danny, la vida habrá podido quitarles la candidez, pero jamás aquellas historias de niños increíbles capaces de sobreponerse a cualquier cosa, niños adultos e invencibles, los niños que aún queremos ser incluso en la adultez. Por eso regresan a ellas, porque fueron y siguen siendo únicas.
Eso es lo que ha hecho Steven Spielberg. Y no ha podido elegir mejor año. Sí, el director de cine rinde homenaje al autor británico justo cuando se cumple el centenario de su nacimiento y lo hace con el filme de animación Mi amigo el gigante, adaptación al cine de la obra de Dahl, que se estrena este viernes en las salas españolas.
En 1982 el británico Roald Dahl escribió El gran gigante bonachón. La novela, una de las más célebres de Dahl, contaba la amistad de Olivia, una pequeña huérfana con una criatura que dedicaba sus noches a soplar sueños en las habitaciones de los niños. Esta historia –que el escritor dedicó a su hija fallecida- parece referida en otro de sus libros: Danny el campeón del mundo, cuando el padre de Danny –aquel hombre que para el chico lo era todo- le cuenta al pequeño la leyenda del gigante bonachón.
Para llevar a cabo la adaptación (con Walt Disney Pictures), Steven Spielberg vuelve a colaborar con Mark Rylance, ganador del último Oscar al mejor actor de reparto por El puente de los espías, la anterior película de Spielberg. En este caso el intéprete, con la ayuda de los efectos digitales, se mete en la piel del gigante protagonista. Mi amigo el gigante se centra en la amistad que nace entre Sophie y el gigante y en cómo ambos, con la ayuda de la reina de Inglaterra, intentan detener a los otros gigantes, que aspiran a invadir el mundo y comerse todos los niños del planeta. No hay que perder de vista el arranque del relato:
“Aquella noche Sofía no podía dormir, se lo impedía la luz de la luna que entraba en el dormitorio. Saltó de la cama para cerrar las cortinas, y entonces vio horrorizada cómo un gigante se acercaba por la calle: el Gran Gigante Bonachón entra por la ventana del orfanato, envuelve a la pequeña Sofía en una sábana y se la lleva al país de los gigantes. Pero en esas tierras viven también gigantes malos. Sofía y el Gran Gigante Bonachón tendrán que hacerles frente a todos. Eso sí, con la ayuda de la reina de Inglaterra”
Ya hubo una adaptación de la novela. En 1989, una película de dibujos animados basado en el libro salió al mercado con David Jason haciendo interpretando la gigante y Amanda Root la de Sofía.