Las cifras no son malas, aunque tampoco alentadoras. El sector cultural da trabajo a 690.300 personas en España, lo que representa un 3,6 por ciento de la población ocupada del país, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa de 2018 publicada por el Ministerio de Cultura. La variación con respecto al año pasado no sólo es ligeramente más pequeña, sino que apunta a un cierto estancamiento. En 2017, en los que los trabajadores empleados en el sector cultural ascendió a 687.200, con un 3,7 por ciento del total.
Por sexos, hay una mayor proporción de hombres en el empleo vinculado al sector cultural, un 60,9 por ciento (420.100), frente al 39,1 por ciento que suman las mujeres (270.200 empleos). La cultura en España es ya de por sí un entorno masculino y marcado por la desigualdad, todavía más profundamente lastrado en esa materia luego de la crisis económica, así lo demostraban estudios anteriores, como Anuario de Estadísticas Culturales correspondiente a 2017.
Por sexos, hay una mayor proporción de hombres en el empleo vinculado al sector cultural, un 60,9 por ciento (420.100)
En los últimos cinco años, el empleo cultural había crecido al pasar de 488.700 puestos de trabajo en 2011 a 515.000, en 2015. Las cifras acusaban ya ,9% de hombres y 40,1% en 2015. En tres años el empleo masculino subió, mientras que el femenino bajó muy por encima de la media del empleo total en España. El impacto de la crisis sobre el empleo cultural total, en el que las mujeres ocupaban ya un papel minoritario (40,3% en 2009), tuvo efectos perniciosos en cada uno de los sectores. En casi todos, las consecuencias fueron más graves para mujeres que para los hombres, rebajando aún más su proporción en el total del empleo (un 0,5% menos, hasta el 39,8%).
Hasta 2009, el empleo femenino era mayoritario en sectores como la edición de libros, documentación (bibliotecas, archivos) y los museos, donde estas ocupaban un 51,5%, cinco años más tarde, en 2014 éste habíacaído hasta un 50%, mientras que los hombres experimentaron un ligero ascenso. En los sectores de cine, vídeo, radio y televisión, donde el empleo masculino era claramente mayoritario en 2009 y siguió siéndolo, pese a perder 2.900 puestos frente a los 1.400 de mujeres.
La cultura en España es ya de por sí un entorno masculino y marcado por la desigualdad
Otra de las características y rasgos que apuntan las estadísticas divulgadas por el ministerio, apuntan al hecho de que el empleo cultural se caracteriza también por una formación académica superior a la media, con tasas más elevadas de educación superior, el 69,3 por ciento, frente a las observadas en el conjunto nacional, el 42,9 por ciento. Asimismo, el 69,9 por ciento del empleo cultural es asalariado, una cifra más baja que la que se observa en el total de la población ocupada española que se sitúa en el 84 por ciento. Las comunidades autónomas con una mayor población dedicada a actividades culturales son Madrid, con un 5,4 por ciento, y Cataluña, con un 4,4 por ciento.
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