Venus se ha puesto a régimen, y con ella ninfas, doncellas y demás retratadas de la historia del arte. Lo hacen como parte de Venus, un proyecto artístico de la artista italiana Anna Utopía Giordano y que consiste en la transformación de las carnosas ninfas de Rubens o las rollizas Venus renacentistas en espigadas doncellas, todas ellas más parecidas a modelos de pasarela que a los arquetipos de la fertilidad o la feminidad de la pintura occidental.
Venus es, a su manera, una propuesta artística que pretende estampar una bofetada. Cuando Giordano saltó a la palestra hace ya un año no se ganó las loas de nadie. Las reacciones fueron desiguales según el público. La artista, quien intervino con Photoshop las obras maestras de la historia del arte modificando a sus principales musas con un toque de bisturí, insiste en que consiguió lo que buscaba: reflexionar sobre la propia imagen del cuerpo y nuestros cánones de belleza.
Para algunos críticos, despojó de potencia erótica a mujeres que encarnaban ideales de fertilidad.
Estampas como El nacimiento de Venus, una de las obras cumbres del maestro italiano Sandro Botticelli, se convierte de pronto en una crítica sobre qué se considera y qué es, a los ojos de la cultura contemporánea, lo bello. ¿De haber vivido Boticelli en nuestro tiempo las habría pintado así, con cinturas estrechas y delgadas piernas? En la crítica que sobre esta muestra hizo el diario británico The Guardian, se señaló de qué forma la intervención realizada por Giordano logra despojar de potencia erótica a mujeres que encarnaban ideales de fertilidad, llegando al punto de que la Venus de Urbino quedara reducida al aspecto de una monja.
Otros piensan lo contrario. Lucen más guapas, más contemporáneas. ¿De qué va esto: belleza o historia del arte? ¿Podríamos corregir a Don Quijote y hacerlo adicto a los ansiolíticos para que abandonara sus obcecaciones? Todavía un año después de saltar al ruedo con una exhibición que levantó muchas suspicacias, Giordano sigue trabajando en este proyecto.
"La prensa vio muchos mensajes, como la anorexia u otros desórdenes psicológicos, pero yo lo que investigo es el cuerpo"
“La prensa y el público vieron muchos mensajes en esta serie sobre los cambios en el canon estético, como la anorexia u otros desórdenes psicológicos, o el uso exagerado del Photoshop en el mundo de la moda… pero en realidad por mi parte no hubo ni hay ningún mensaje concreto. Lo que hago es investigar sobre el cuerpo: creo que tenemos un cuerpo y una percepción de él en nuestra mente, y a partir de ahí podemos elegir cómo ser y cómo vivir”, explica esta estudiante de epistemología y filosofía de la lógica, poeta, modelo fotográfica y actriz. Ella es algo así como una Coco Fusco del Harpers Bazaar. No sabemos si está a favor o en contra. Si juega el juego de las pasarelas. Si frivoliza o provica. Una visita a su blog más que aclarar, oscurece.
El Proyecto Venus da continuidad a un trabajo previo de reflexión sobre la cultura contemporánea, la feminidad y la belleza -¿qué es y qué no es bello?- que tiene su expresión en otras propuestas como por ejemplo My social generation, una propuesta de trabajo que incluye el análisis de la percepción que chicas adolescentes llegan a obtener de sí mismas a través del filtro afectado de la imagen como instrumento público: sus fotos en las redes, las poses apropiadas de la estética de la moda, la idea ficticia del propio cuerpo como una puesta en escena.
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