Es conocida como la villa de las cien ventanas, también como villa Garzoni o villa Pinocho, porque entre sus muros, el escritor y periodista Carlos Colodi se inspiró para escribir la historia de la marioneta más famosa de la historia de la literatura. Apodado con el nombre del pueblo de la Toscana que alberga la finca, Collodi vivía en aquella zona mientras su madre -Angiolina Orzali, hija mayor del granjero de Conti Garzoni- trabajaba en esta imponente casa al servicio de la familia noble que la habitaba.
Y fue justamente en sus jardines donde su hijo pergeñó el relato de la marioneta tallada por Geppetto que despierta a la vida, la cual fue publicada en un periódico italiano entre 1882 y 1883. De hecho, la villa Garzoni es parte del itinerario dedicado al relato junto con una parada en el parque de Pinocho, creado en 1956 en honor al escritor. Hasta hace unas semanas era posible vivir entre sus más de 40 estancias. Y decimos hasta hace unas semanas porque justo acaba de ser compraba. Sí señor, la sociedad inmobiliaria Lionard Luxury Real Estate la ha vendido por 19 millones de euros.
Construida en 1600 sobre los cimientos medievales de un edificio casi en ruinas y con un total de 3.032 metros cuadrados, está decorada en su interior con frescos del artista Angelo Michele Collona. Sin embargo, uno de los mayores atractivos de la villa es su jardín barroco, cuya belleza puede competir con otros jardines como Versailles, Fontainbleau o el Schonbrunn vienés.
Creado alrededor de 1650 para el marqués Romano Garzoni, tardó más de un siglo en completarse. De hecho, una de sus zonas más visitadas, la Butterfly House, fue creada en el 2007 para dar cobijo a centenares de mariposas tropicales. Su otro punto fuerte es el laberinto de arbustos. Forma parte de la residencia, además de la villa y el jardín histórico, una encantadora Palazzina d’Estate, proyectada por Filippo Juvarra, una casa de campo, una dependencia y pequeños pabellones llamados Bagnetti, colocados en la cima del jardín: aquí los nobles Garzoni con sus huéspedes se entretenían en las tinas marmóreas colmadas de agua, regocijados con música de orquesta escondidas entre la vegetación.
El valor agregado de este excepcional complejo inmobiliario es el mito de Pinocho que atrae miles de personas de todo el mundo a Collodi cada año. La pregunta es si acaso los nuevos dueños de este inmueble sabrán sacar provecho al literato atributo de su nueva casa o si por el contrario, querrán desterrar el affaire Pinocho de su nueva y lujosa casa.
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