Cultura

Nuevo disco de Graham Parker & The Rumour, renacidos para el mejor pub-rock

El primer lustro de los años 70 ya anticipó de alguna manera lo que musicalmente acontecería después, desde la explosión punk a la eclosión de la llamada nueva ola. Cierto que parte de aquella reacción iba dirigida contra la música rock que había caído en la rutina de la vacua grandiosidad. Pero elementos británicos adscritos al llamado pub-rock, ese intento de recuperar la emoción e intensidad que el rock siempre ha llevado unido a su presencia en garitos donde el sudor y la bebida son lo principal, ya habían comenzado a desmantelar los muros.

The Rumour fue una banda formada por gente proveniente de aquel movimiento. Y The Rumour fue la banda que acompañó a Graham Parker durante los primeros cinco discos de su carrera, desde 1976 hasta 1980. En 2012, treinta y dos años después de su separación, y más allá de que Graham Parker hubiera seguido una interesante carrera en solitario, volvían a juntar fuerzas, publicando el esperado y muy bien recibido Three Chords Good.

Y ahora, tres años después, demuestran que aquella reunión no fue únicamente coyuntural, con la edición del segundo trabajo de esta nueva etapa, Mystery Glue. Un pegamento misterioso que vuelve a traer a primera fila lo que siempre ha sido la seña de identidad de banda y cantante: unas canciones que valen su peso en oro, por melodía, por estructura, por intensidad, por saber aunar las aristas más rugosas del rock, del pop, del folk, del soul, para crear una música llena de energía y encanto.

Cinco discos geniales

Porque Graham Parker siempre ha tenido mucho soul, en voz, en espíritu, en pasión, a pesar de ser blanco. Soul de ojos azules, que se dice. Y siempre ha alardeado de mucha energía. La misma que desprendía a borbotones en aquellos años 70, cuando la expresión “chicos airados” para definir a todo este movimiento y a este artista en particular, tenía todo su sentido. Un hombre de carácter difícil, que buscó salidas profesionales en Marruecos y Gibraltar, tratando de compaginar labores de camarero o estibador con sus inquietudes artísticas.

Vuelto a Inglaterra, y bajo el manto protector de Dave Robinson, uno de los fundadores de Stiff Records, sello fundamental en el desarrollo de la new wave inglesa, enlaza con la que sería su banda, The Rumour, formada por gente que venía de formaciones angulares del pub-rock y el rock’n’roll más directo, como Brinsley Schwarz o Ducks Deluxe. Sus tres primeros discos, Howlin’ wind, Heat Treatment y Stick to me, grabados con Mercury Records, son simplemente obras maestras de rock and soul imperecedero.

Aunque, de nuevo, su carácter hizo acto de aparición. Enfrentado a Mercury por considerar, con buen criterio, que ésta no estaba promocionando como debía sus trabajos, salió de la casa tras muchos problemas, lo que derivó en la canción Mercury poisoning (Envenenamiento de Mercury). Sus dos siguientes obras, Squeezing out sparks y The Up Escalator, mantenían en espléndida forma el nivel, sobre todo la primera. Pero los miembros de The Rumour decidieron seguir cada uno su propio camino, y Parker continuó grabando bajo su nombre hasta esta nueva reunión. Viejos músicos que suenan como jóvenes. O mejor.

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