Una feria más, con largo paseíllo de por medio. Los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, inauguraron este jueves la 33º edición de la Feria internacional de arte contemporáneo ARCOmadrid, que abrió el pasado miércoles sus puertas a los coleccionistas y que a partir de este viernes estará abierto al público general.
En su visita a la cita más importante del arte contemporáneo que acoge Madrid, los Príncipes estuvieron acompañados por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien puede presumir de un récord propio. En menos de 24 horas ha recibido algunos abucheos y pitidos en los pabellones de Ifema. Ayer, al inaugurar la feria educativa Aula; y hoy, ya fuera de su recorrido por la Feria de Arte Contemporáneo, ubicada en los pabellones 7 y 9 de Ifema.
Les acompañó también el presidente balear, José Ramón Bauzá -que tiene amplia representación este año-, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el director de le Feria ARCO, Carlos Urroz. El recorrido siguió una ruta Light, exenta de parada en los stands con obras más peliagudas. Es decir, que foto de sus majestades junto a un retrato de Fátima Báñez, nada. Los príncipes pasaron por las galerías políticamente correctas Javier López, Helga de Alvear y Edward Tyler.
En la galería neoyorquina, el embajador de los EEUU en España, James Costos, ha recibido a los Príncipes de Asturias. Conversó con ellos ante las obras ofertadas, entre ellas dos de Antonio Saura y Antoni Tapiès. Una colorista tabla del artista callejero Keith Haring, fallecido en 1990 y actualmente valorada en un millón de euros, centró las explicaciones del galerista a los Príncipes, que a pocos metros tenían, en otra sala, un Picasso de 1922 titulado "Compotier, bouteille et verre", con un precio de 1.250.000 euros. Hubo una parada, cómo no en el stand de El País, donde el defenestrado director del rotativo, Javier Moreno, salió gustoso, a hablar de las maravillas de la bullipedia y de los dibujos que ilustran la mitología del restaurante que se convirtió en instalación.
Al ser preguntado por si llevaría algún detalle al presidente de la Generalitat, Artur Mas, con quien cenará en ocasión a su viaje a Barcelona para participar en el Congreso Mundial del Móvil, Felipe de Borbón no emitió palabra. "La feria me arece muy bien fantástica", comentó al aire don Felipe tras casi dos horas de recorrido.
La inauguración oficial de esta edición de la Feria se celebra en medio del descontento del sector por una rebaja del IVA de las obras de arte que algunos consideran como una medida positiva pero no definitiva. Para muchos, lo que consigue esta medida es la venta directa de obras y perjudica así a galeristas y marchantes. Algunos representantes de galerías, como es el caso de Álvaro Alcázar, no ven sentido alguno. Las cosas, en verdad, han quedado como el año pasado. Todo queda como hace dos años. Si el galerista vende acogiéndose al régimen general, lo hace al 21%. Si opta por el régimen especial, se combinan los tipos y se grava con un 15,5%.
"Nos han engañado, no hemos sabido entenderlo”, dice el galerista Manuel Fernández Braso."¿Estamos para recorridos y saluditos? ¿me van a hablar ahora de marca España?", se pregunta, irónico, otro que prefiere no habler ni que lo mencionen. Por su parte, en Helga de Alvear recibieron encantados a los príncipes. A la galerista no ha podido irle mejor. "Hemos vendido un montón y he comprado cinco piezas", explicaba a mediodía la galerista y coleccionista.
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