Es el informe del optimismo y la recuperación. Pero no para España. El estudio anual que elabora la consultora Artprice, que maneja datos sobre cotizaciones, índices de arte y resultados sobre unos 500.000 artistas, es tajante: el 2013 ha sido el mejor año jamás registrado en la historia de las subastas, con 8.700 millones de euros en ventas. Ese, sin embargo, no es el caso del mercado en nuestro país.
Mientras los coleccionistas de Oriente Medio, Asia y Rusia impulsan las ventas, el mercado español, indica el informe, presenta "cifras catastróficas", con unos ingresos por arte contemporáneo hasta un 62% más bajos y sobre todo con una tasa de obras no vendidas "extremadamente inquietante", ya que más del 70 % de las obras contemporáneas subastadas este año no encontraron comprador, frente a una tasa de obras no vendidas a escala mundial del 37,3 %.
Este dato, afirma Artprice, es "desastroso" para el mercado español y demuestra que una crisis económica y social puede afectar "gravemente" a una plaza "dinámica pero con carencias en términos de gama alta". "España es un vivero de grandes obras y artistas subestimados", añade. El único español que aparece en la lista de las mejores ventas, y que es también el primer hispano, es Miquel Barceló (Mallorca, 1957), que ocupa el puesto 42 con 3,8 millones de euros por 34 piezas.
Un mercado global en el que consumen asiáticos y rusos
La demanda de arte durante 2013, señala Artprice, ha sido globalizada, en especial con compradores de Asia, de Oriente Medio y de Rusia, "que tienen un apetito voraz" por los artistas emblemáticos del siglo XX, "arrebatándose un récord tras otro". Nueva York, capital mundial del mercado de alta gama, acapara la actividad, con un 45% de las adjudicaciones millonarias, frente al 25% de Londres y China, y al 5% compartido por Francia, Asia (excluida China) y Oriente Medio.
El sector del arte antiguo pierde fuerza (un 9,3% del mercado mundial en 2012-2013) mientras que crece el arte contemporáneo, el tercer segmento más rentable (un 13% del mercado) tras las obras modernas (47,5%) y de posguerra (20,5%). El récord absoluto de adjudicación para una obra de arte fue para el británico Francis Bacon, que alcanzó los 92,4 millones de euros.
Nueva York acapara la actividad, con un 45% de las adjudicaciones millonarias, frente al 25% de Londres y China.
Los tres artistas contemporáneos más rentables para los operadores de ventas fueron Jean-Michel Basquiat, Jeff Koons y Christopher Wool: 227,9 millones de euros en adjudicaciones en los últimos doce meses, un 21,7% de todo el mercado mundial.
A las figuras del arte contemporáneo este año les va mejor que a los maestros modernos ya que, por ejemplo, la mejor adjudicación de Basquiat supera la de Claude Monet o la de Pablo Picasso, los Tulips de Jeff Koons triplican el valor de un trabajo en bronce de Giacometti, o una tela de Peter Doig aventaja en 2,7 millones de euros la mejor venta anual de Salvador Dalí.
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