Cultura

La Biblioteca Nacional recupera esta semana la condición de dirección general que le quitó Zapatero

En medio de las denuncias que han hecho los sindicatos acerca de la externalización del 50% de la plantilla de la institución, el pleno del Senado debatirá esta próxima semana el proyecto de Ley Reguladora de la Biblioteca Nacional de España (BNE) con el que se pretende dotar de autonomía a esta institución.

El pleno del Senado debatirá esta semana el proyecto de Ley Reguladora de la Biblioteca Nacional de España (BNE) con el que se pretende dotar de autonomía a esta institución, para su remisión al Congreso, que dará luz definitiva a la norma que devuelve a la institución su rango de Dirección General, del que fue despojada en 2010 durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

No es la primera institución que pone en marcha instrumentos de este tipo. El Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Teatro Real tienen leyes similares. La Ley que regula la Biblioteca Nacional, que actualmente custodia y da acceso a 30 millones de documentos, permite una gestión más autónoma al tiempo que se mantiene su carácter de organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

En el régimen de ingresos, la Biblioteca podrá incluir los provenientes de actividades propias y de la cesión de espacios.

En cuanto a sus órganos de gobierno, el Real Patronato pasa a ser el órgano rector colegiado con implicación directa en el establecimiento de directrices y actuaciones de la Biblioteca Nacional, así como una labor activa en la captación de recursos propios y de patrocinio. Hasta ahora concebido como un órgano consultivo sin funciones rectoras, pasa a tener una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la Biblioteca.

En el régimen de ingresos, la Biblioteca podrá incluir los provenientes de actividades propias y de la cesión de espacios, contemplando como tipos de ingresos los derivados de los precios públicos, las tasas y los ingresos de derecho privado, es decir, aquellos que perciba la institución por la prestación de servicios o la realización de actividades que, de acuerdo con la Ley, no tengan naturaleza tributaria, no constituyan precios públicos y no deriven del ejercicio de potestades administrativas.

Cuando urge el patrocinio

En el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2015, mientras instituciones como el Prado y el Reina Sofía aumentaron entre dos y tres millones sus presupuestos, la Biblioteca Nacional de España (BNE) pasó de 29,37 a 29,26 millones de euros; el tercer año consecutivo de caída. Más del 80% de los ingresos de la institución proviene del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, lo cual explica descalabro de las cuentas en los últimos tres años.

La Biblioteca Nacional de España multiplicó por siete sus pérdidas en 2013: 3, 5 millones de euros de resultado patrimonial negativo frente al medio millón de pérdidas en el ejercicio 2012 (557.745 euros en pérdidas). Estos números resultan mucho más alarmantes al comprobar que apenas en 2011, la institución había alcanzado beneficios de 3,1 millones de euros.

De aquellos polvos vienen estos lodos. La BNE pasó de tener 1,5 millones de beneficios a 3,5 millones de pérdidas.

¿Qué ocurrió de 2011 a 2012? Pues lo que a la mayoría de las instituciones culturales españolas: la disminución de aportes que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes asigna. Esa es una de las razones de mayor peso al momento de poner en marcha esta ley. De aquellos polvos vienen estos lodos. Para el año 2012, el presupuesto de la Secretaría de Estado de Cultura fue de 897,52 millones de euros, 25% menos que el año anterior.

El patrocinio, en ese caso, no sólo incluiría financiación, sino también donaciones para ampliar el patrimonio de la institución. La Biblioteca Nacional cuenta con aproximadamente 500.000 metros lineales de estanterías que contienen 15,3 millones de libros, 50.000 manuscritos, 157.000 periódicos y revistas, 3,7 millones de documentos gráficos y cartográficos, 210.000 partituras, 425.000 registros sonoros y 125.000 grabaciones en vídeo y DVD.

¿Privatización?

La externalización de los servicios de la Biblioteca Nacional afecta casi al 50 % de la plantilla, es decir, a 465 trabajadores de 48 empresas subcontratadas, según los datos recabados por UGT y CCOO, que han advertido del peligro que supone la política de externalizaciones en los servicios públicos. Las secciones sindicales de UGT y CCOO en la Biblioteca Nacional han alertado de la precariedad laboral de los trabajadores de empresas externas y han informado del riesgo de impago de los salarios por parte de las subcontratas.

Así, han alertado de que Innova Data, un centro especial de empleo que da trabajo a personas con discapacidad, tiene doce trabajadores, titulados en Biblioteconomía y Documentación, contratados en la Biblioteca Nacional para catalogar sus fondos musicales y de Bellas Artes. Según estos sindicatos, los doce trabajadores de Innova Data para la Biblioteca Nacional no han cobrado sus nóminas (entre 700 y 900 euros netos) desde hace varios meses, la mayoría de ellos desde el mes de agosto.

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