Cultura

Las nuevas normas a las ayudas al cine entusiasman al Gobierno; los cineastas recelan

La elevación del límite en la concesión de ayudas a las coproducciones hasta el 60% y a la extensión de las mismas a todas las fases del proceso cinematográfico y no solo a la producción, tendrán efectos positivos, ha dicho la directora general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra. Otros no lo ven tan claro. Habrá que esperar a la adaptación que haga cada estado de las misma, dicen.

La directora general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, cree que las nuevas pautas establecidas por la Comisión Europea para otorgar las ayudas al cine servirán "para fortalecer la industria europea". En declaraciones a la prensa, De la Sierra se refirió en particular a la elevación del límite en la concesión de ayudas a las coproducciones hasta el 60%, y a la extensión de las mismas a todas las fases del proceso, no solo a la producción.

"La Comisión Europea ya venía autorizando caso por caso ayudas a la exhibición o la distribución, y lo importante es que ahora se contemplan con carácter general", explicó Sierra. La directora del ICAA considera que la normativa anunciada este viernes por el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, "una especie de Constitución del cine", recoge en buena medida las reivindicaciones del sector al equilibrar libertad de circulación y protección de la cultura.

"Es cierto que las normas sobre cine suponen cierta restricción al libre mercado, pero la Comisión Europea afortunadamente ha entendido que esos límites son imprescindibles para proteger las cinematografías nacionales", señaló, aunque admitió que la negociación ha sido larga y "compleja".

Con las nuevas normas, los países podrán exigir que el 160% del montante de la ayuda acordada sea gastado en su territorio.

Con las nuevas normas, los países podrán exigir que el 160% del montante de la ayuda acordada sea gastado en su territorio y que, independientemente de la cantidad, una "parte mínima" de la actividad de producción se efectúe en su territorio. Se mantiene que, en cualquier situación, la obligación de invertir la ayuda en el territorio de ese Estado miembro no sobrepase el 80% del presupuesto de producción del filme.

Recelo en el sector: hay que leer la letra pequeña

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, ha asegurado que la revisión de las normas que regulan las ayudas púbilcas de los gobiernos europeos al sector audiovisual "suena bien, pero habrá que esperar a la letra pequeña", dijo esta semana. "Hay muchas cosas que están muy bien, pero habrá que esperar a la adaptación por parte de las autoridades culturales de todos los Estados europeos, que puede distorsionar la buena voluntad de la norma hecha desde Europa", ha señalado.

González Macho ha recalcado que "indudablemente", los objetivos que persigue esta revisión "son muy loables", y dicho que esta modificación supone un "avance importante en cuanto a que ya no solamente es la producción la que va a recibir ayudas", sino todas las fases del proceso de una película, incluyendo a distribuidores y exhibidores.

"Hay dos años para que cada país adapte estas formas a su legislación particular. Creo que en principio no debería haber ningún problema, pero también dependerá un poquito de las voluntades políticas de cada Estado y de la consideración de tenga de la cultura en general y del cine en particular", ha explicado.

En esta línea, ha apuntado que el cine a nivel europeo "ha tenido siempre una importancia muy grande". "Europa considera al cine como una actividad cultural y industrial esencial. Fuera de España se ha tenido en cuenta al cine como una expresión artística con más calado que en España", ha advertido.

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