Una cama, una casa. Espacios demasiado pequeños, caldeados con ese amor de hornilla. Esos lugares donde caben el sueño y el sexo, el insomnio o la entrega, los guisos y los hijos, pero acaso, también, los esponjosos egos de un hombre y una mujer que escriben, pintan, esculpen, componen. Hay quienes sobrevivieron. Sí, existen grandes y desaforadas historias, no sabemos si de amor, pero sí matrimoniales: las de quienes compartieron una vida y una vocación creativa. Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre; Martin Amis y la norteamericana Isabel Fonseca; Paul Auster -Lydia Davis primero- y Siri Hustvedt después. Pero, ¿y las otras? Las que protagonizaron Silvia Plath y Ted Hughes; Rodin y Camille Claudel…
Sí, existen grandes y desaforadas historias, no sabemos si de amor, pero sí matrimoniales...
Para algunas personas, la historia del arte, el pensamiento o la ciencia ha sido a veces contada como fruto del genio de algunos individuos excepcionales, siempre de sexo masculino. Semejante visión deja en la sombra a las mujeres que no sólo han acompañado, ayudado e inspirado a esos hombres (las "musas"), sino que con frecuencia han sido creadoras a su vez. ¿Por qué ellas ocupan siempre un segundo plano? Esa es la premisa y el punto de partida de la escritora Laura Freixas y la escultora Pilar V. de Foronda, responsables de Clásicas y Modernas, asociación por la igualdad de género en la cultura. La intención es arrojar luz sobre el tema con el ciclo Ni ellas musas, ni ellos genios, dedicado a las parejas de artistas, y que se celebrará todos los martes desde el 5 de mayo al 2 de junio, a las 19.00 h, en CaixaForum Madrid.
¿Cómo no devorarse o eclipsar al otro? ¿Quién, en esas parejas, fue el gran creador y quién el autor discreto? ¿Pueden dos personalidades expansivas sobrellevar la embolia doméstica y el blando afecto de pantuflas y derrotas? No son preguntas que puedan contestarse así como así, sin embargo queda la duda, ahí, como una brasa. Puede que la de Scott Fitzgerald y Zelda Sayre, incluso Diego Rivera y la Kahlo, por no decir la Plath y Hugues, sean algunas de las parejas artísticas -y autodestructivas- a la que más páginas se han dedicado. Sin embargo, llegó el momento de hablar del asunto con calma. Y para ello a quienes importe el asunto tendrán un mes entero.
¿Pueden dos personalidades expansivas sobrellevar la embolia doméstica y el blando afecto de pantuflas y derrotas?
El programa arranca con fuerza. Se trata de la conferencia Cuando dos feministas se enamoran: Harriet Tayllor Mill y John Stuart Mill, impartido por Ana de Miguel Álvarez, profesora titular de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Continúa, la semana siguiente con La huella de Clara: Clara Wieck y Robert Shumann, con Marisa Manchado Torres, compositora y vicedirectora del Conservatorio Profesional de Música Teresa Berganza de Madrid, que abordará la relación entre la pianista y el compositor romántico. No podía faltar la relación entre Camille Claudel y Auguste Rodin, cuyo romance de más de diez años será abordado por Pilar V. de Foronda el día 19 de mayo. La semana siguiente, el 26 de mayo, tocará el turno a Sonia Terk-Delaunay y Robert Delaunay. El cierre corresponde a la -siempre trágica- unión entre Sylvia Plath y Ted Hugues.
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