Un libro es una cosa entre las cosas hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos, decía Jorge Luis Borges. Leer -ese acto de escalas- apresa la vida de una forma distinta, retiene entre sus páginas a los hombres y mujeres que fuimos al toparnos con esta o aquella historia. Todo repaso a las lecturas –propias y ajenas- supone una versión de la vida, una forma de equipaje. Y eso justamente es lo que ha hecho el escritor y Premio Nobel John Maxwell Coetzee: escoger los libros que le han marcado.
Doce clásicos de la literatura universal han acompañado al escritor John Maxwell Coetzee (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 1940), Nobel de Literatura en 2003 a lo largo de su vida. Unos libros que han sido reunidos ahora en una colección que lleva el nombre del autor surafricano. Bajo el título de Biblioteca Personal de John Maxwell Coetzee, la editorial El Hilo de Ariadna ha reunido clásicos como La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne; Madame Bovary, de Gustave Flaubert y La marquesa de O y Michael Kohlhaas de Heinrich Von Kleist. Esta biblioteca, que aparece por primera vez en una editorial de lengua española, incluirá también las obras Tres mujeres y Uniones del escritor del austriaco Robert Musil, entre otras.
Los dos primeros volúmenes que inauguran la colección son La letra escarlata, en cuyas páginas Hawtorne relató la historia de una mujer condenada por una ley que consideraba el adulterio un crimen y que castigaba a los culpables obligándolos a portar una A cosida en sus ropas durante el resto de sus vidas. A ese le sigue Madame Bovary, una novela con la que Flaubert dio vida a Emma Bovary, una mujer que sirvió para retratar a la sociedad francesa del siglo XI. Estos dos libros, al igual que los del resto de la colección, están prologados por el sudafricano, autor de una potentísima obra de ficción y ensayo en la que aborda no sólo el tema del régimen del apartheid y cualquier tipo de racismo –nació en Suráfrica aunque se nacionalizó australiano-, sino también una obra que somete a sus personajes a las situaciones más profundas de soledad, conflicto, degradación y cuestionamiento.
Llama poderosamente la atención la ausencia de autores como Fiodor Dostoievski –protagonista además de su novela El maestro de San Petersburgo (1994).
“Será una especial aventura volver a explorar aquellos libros que han sido de enorme importancia en el transcurso de mi vida y poder formular mis ideas acerca de ellos en la forma de una introducción. Además estoy muy entusiasmado porque esta biblioteca aparecerá primero en el mundo de habla hispana”, dijo el reservado Coetzee sobre el proyecto de la edición de su biblioteca personal. Llama poderosamente la atención la ausencia de autores como Fiodor Dostoievski –protagonista además de su novela El maestro de San Petersburgo (1994)-, Ezra Pound, Daniel Defoe, Kafka, T. S. Eliot o D. H. Lawrence, a quienes el propio Coetzee menciona como lecturas fundamentales en las páginas de Juventud (2002), libro autobiográfico en el que se narra a sí mismo, a los 20 años, exiliado en Londres y trabajando para IBM.
Coetzee, quien ha recibido duras críticas por su más reciente novela La infancia de Jesús (2013) –Joyce Carol Oates, dijo en su reseña en The New York Times que era un libro de prosa llana y simple- publicó su primer libro, Tierras de Poniente, en 1974. Le siguieron En medio de ninguna parte (1977), con la que ganó el premio literario sudafricano CNA; Esperando a los bárbaros (1980), también premiada con el CNA; Vida y época de Michael K (1983), libro en el que narra a una Sudáfrica en guerra en la que su protagonista lucha por obtener un espacio de libertad y con el que obtuvo su primer Booker Prize y el Prix Étranger Femina; Foe (1986); La edad de hierro (1990); El maestro de San Petersburgo (1994); Infancia (1998) y Desgracia (1999), una novela devastadora en la que Coetzee se vale de la David Lurie, un profesor de universidad que es expulsado por haberse acostado con una de sus alumnas para levantar una historia sobrecogedora que le valió un segundo Booker Prize, convirtiéndose así en el primer autor que recibió dos veces el premio más prestigioso de la literatura inglesa.
El Premio Nobel J. M Coetzee ha recibido duras críticas por su más reciente novela La infancia de Jesús (2013).
En los últimos diez años ha publicado también Juventud (2002), el segundo volumen de sus memorias –Infancia fue el primero-, escrito en tercera persona; Elizabeth Costello (2003), una novela que debe su nombre a una anciana escritora defensora de los derechos de los animales –Coetzee opone, siempre, a sus personajes, a los hombres y las mujeres, con los animales- personaje fundamental en los últimos libros del autor que aparece en La vida de los animales (1999) y en Hombre lento (2005), una historia en la que, valiéndose de Paul Rayment, fotógrafo profesional que pierde una pierna en un accidente de bicicleta, Coetzee retoma sus temas fundamentales y usa para ello justamente a esta mujer, Costello, que desafía a Rayment a retomar las riendas de su vida. A esa siguieron Diario de un mal año (2007) y Verano (2009).
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