Encerrarse en un jardín para contarse y escuchar historias fue la forma que consiguieron los personajes del Decamerón para sobrevivir a la peste que azotó a Florencia en el siglo XIV. Bocaccio convirtió así al fabulador en la metáfora del superviviente y de esa idea se ha agarrado Mario Vargas Llosa para escribir Los cuentos de la peste, una obra que se representará a partir del 28 de enero en el Teatro Español y en la que el Premio Nobel actuará, por cuarta vez, junto a Aitana Sánchez Gijón.
Publicada por Alfaguara en una edición acompañada con fotografías del montaje, Los cuentos de la peste es una pieza teatral inédita en la que Vargas Llosa explora el hedonismo, el amor, el deseo y la imaginación. Su intención, asegura, es extraer esencia del espíritu del Decamerón: “la lujuria y la sensualidad exacerbadas por la sensación de crisis, de abismo abierto, de fin del mundo”.
“La literatura es un arma contra la adversidad. Desde el origen, cuando el hombre contaba relatos para explicar el mundo, las ficciones los desagraviaban frente a la inseguridad, el miedo, las tormentas. La ficción los defendía en contra de esa precariedad atroz de la vida”, explica Vargas Llosa, acompañado, entre otros por el director Joan Ollé y Aitana Sánchez Gijón, con quien Vargas Llosa compartirá escenario por cuarta vez tras protagonizar con ella La verdad de las mentiras, Odiseo y Penélope y Las mil noches y una noches.
En esta versión libre de Mario Vargas Llosa de los cuentos de Bocaccio, cinco personajes se encierran en Villa Palmieri para escapar de la peste, en una atmósfera que oscila entre realidad y ficción, verdad y mentira, lo alegórico y la literatura. La idea de trabajar a Bocaccio le asaltó prácticamente desde hace años, cuando leyó el Decameron. Que un grupo de diez muchachos quisiera huir de una ciudad diezmada y cercada por la peste bubónica, de la que no se podía salir, encerrándose en un jardín para "escapar" a través de la imaginación le deslumbró.
Ésta sin embargo, es una estructura distinta en la que Vargas Llosa ha decidido fusionar algunos relatos y personajes. El Duque Ugolino, interpretado por Vargas Llosa, tiene una relación de amor y sometimiento –una relación “sadomasoquista”, dice Sánchez Gijón- con Aminta, la Condesa de la Santa Croce, una mujer que siente por Ugolino desprecio a la vez que intenta rebelarse del amor tóxico -violento- que los une. Una pareja de juglares, interpretados por Marta Poveda y Óscar de la Fuente, y la aparición del propio Giovanni Boccaccio (Pedro Casablanc) completan el reparto.
Esta no es la primera vez que Vargas Llosa se sube a un escenario, pero sí la primera que interpreta un papel más allá del que en otras ocasiones ha desempeñado: la de un narrador. A sus 78 años, Mario Vargas Llosa asegura estar aterrado pero dispuesto. "Después de una vida soñando historias uno puede convertirse en actor de ella, vivir la ficción desde dentro, no solo inventarla. Es una experiencia que jamás tiene un escritor", dijo.
Mucho ha de desear el peruano llevar a buen puerto este proyecto. Según él mismo ha dicho a la prensa: dejó a medias una novela en la que estaba trabajando y despejó su agenda entera de compromisos. Los cuentos de la peste es la cuarta producción que hace el Teatro Español de la dramaturgia de Vargas Llosa: primero fue La Chunga, protagonizada por Aitana Sánchez Gijón; luego Kathie y el hipopótamo, protagonizada por Ana Belén y El loco de los balcones, interpretada por José Sacristán.
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