Cultura

El Reina Sofía recibe 730.000 visitas con Dalí pero el resto de los museos se vacía

El cierre de la exposición dedicada a Dalí en el MNCARS deja datos con los que todos quieren sacar pecho: el museo, los medios, la prensa cultural. ¿Hay tantos motivos? ¿Cuánto ha caído el número de visitantes desde 2012 en otras instituciones? Sólo los grandes -y no todos- pueden resistir el embate de la caída del consumo cultural.

Ha sido, en toda regla, un 'resacón' en Lavapiés. Un total de 732.339 personas han visitado la exposición dedicada a la obra de Salvador Dalí en el Museo Reina Sofía; a razón de 7.600 al día. Cifras sin duda halagadoras, las más altas desde la creación del Museo, que este año podría superar por primera vez al Prado en número de visitantes.  La verdad sea dicha: es una exposición diseñada para eso, para reventar la taquilla. ¿Pero qué ocurre en los demás museos? Pues justo lo contrario: las visitas caen entre 30% y a veces hasta el 50% en el último año.

No se trata, ni mucho menos, de hacer sangre. Sin embargo, es bastante probable que cada vez más –los que puedan permitírselo- apuesten por este tipo de exhibiciones: blockbusters. Sólo hay que ver la programación para este otoño: surrealismo en vena, intentos por replicar el efecto Dalí, un personaje que no falla.  “Es un discurso que entiende todo el mundo, con simbologías directas. Tiene, además, el punto subversivo justo. El surrealismo satisface pulsiones estéticas adolescentes”, comentaba al periodista Iker Seisdedos, del diario El País, sobre este tipo de productos Georgina Adam, editora de The Art Newspaper y autora de la columna The Art Market, en Financial Times.

Más allá de la pregunta sobre si puede medirse la calidad de un museo por el número de entradas que vende, el asunto radica en que no todos los museos pueden permitirse una inversión del tipo que exige una muestra como la de Dalí o El Hermitage en El Prado y sólo aquellos con un patronato fuerte y una colección potente -y una correcta gestión de la misma- pueden resistir los recortes del 30% en sus presupuestos, que fue, por ejemplo la cifra que El Prado ha tenido que afrontar. A eso se suma una relación proporcional entre la caída del consumo -5,3%, en 2012, más del triple que la media europea (1,6%)- y la priorización de los gatos en época de crisis.

En tan sólo un año, el Museo del Romanticismo ha perdido 32.885 visitantes.

Si el Prado tiene prevista, como comunicó su director Miguel Zugaza, una caída del 25% de sus visitantes en comparación con las cifras de 2012, cuando se registraron 2,8 millones de asistentes –lo que supone una disminución en ingresos de unos dos millones de euros-, hay casos realmente dramáticos. Por ejemplo, el Museo del Romanticismo ha perdido en tan sólo un año 32.885 visitantes, al pasar de 88.944 en 2012 a 56059 en 2013. Al Museo Sorolla le ocurrió exactamente lo mismo –con el agravante de que éste era el año del centenario de su nacimiento-. Pasó de 173.420 visitas en 2012 a 109.958 en 2012, un total de 63.462 menos. En la misma proporción se encuentra el Museo del Greco: en un año ha perdido 67.854 espectadores. Pero hay los hay peores, mucho peores: el Museo de las Artes Decorativas ha perdido cerca de un 50% al pasar de casi 36.000 a 19.852.

El Museo Thyssen registró 12% menos de visitas con respecto al verano pasado.

Incluso en el Paseo del Arte como ha sido bautizado el Paseo del Prado –ahí se encuentran, además de Caixa Forum, el Thyssen, el Prado y el MNCARS-  , los números se resienten. Según datos suministrados por el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid  a Vozpópuli, en el periodo de enero a mayo de 2013 se registró un 13% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo el verano ha impactado  negativamente esta evolución ya que en el periodo Enero/Agosto 2013 las visitas se redujeron un 12% respecto a 2012.

Sólo esta zona de Madrid aglutina cerca de 6 millones de visitas. Aún y a pesar de su enclave estratégico y del peso institucional de los museos que lo ocupan, comparadas con otros países, la desproporción de las cifras de visitantes es alta. Por ejemplo, la media anual del Reina Sofía está entre  los 2,5 y 2,7 millones, mientras que el Pompidou –donde se expuso antes la muestra de Dalí-  obtuvo en 2012 3,8 millones de visitantes.

El MNCARS tiene una media anual de visitas de 2,5 millones. El Pompidou, 3,8.

Pero no todos los datos han sido catastróficos. El Museo Guggenheim Bilbao ha recibido este año un millón de visitantes, cifra que no se alcanzaba desde 2007, año en el que celebró su décimo cumpleaños. Una potente muestra del británico David Hockney o la coincidencia de eventos como el recital de Bob Dylan pueden tener parte de la clave. Sin embargo, sólo una estructura como ésa: 117 empresas e instituciones como socios corporativos y 16.153 amigos, sumado a un potente patrocinio, pueden sostener a una institución.

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