La noticia venía cociéndose desde el verano. Pero es ahora cuando salta a la palestra. El Museo Reina Sofía cierra el 2013 con 3,2 millones de visitantes. No son cifras malas, dice su director Manuel Borja Villel. Se trata de 500.000 visitantes más de los que obtuvo en 2012, pero contando entre medias una exposición taquillera que reventó expectativas y salvó los muebles: Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas, que acogió a 730.000 espectadores, a razón de 7.600 al día. La verdad, sin embargo, es más potente que las buenas intenciones: hay menos dinero y toca competir. No todos los años toca una exposición franquicia -esta venía del Pompidou- como la que dedicó la institución al genio más mediático del surrealismo en verano. Tampoco dinero suficiente para pagarla.
El Reina Sofía ha dispuesto este año de un presupuesto superior a los 33,7 millones, de los cuales el 75,21 % llegó desde las arcas del Estado y el 24,79 % de ingresos propios, un porcentaje que Borja Villel quiere incrementar en 2014 hasta el 30,97 %. "Seguimos avanzando en la autofinanciación", recalcó. El próximo año, el MCARS ya cuenta con que las transferencias del Estado sufrirán otro recorte, situándose en 22.942.150 euros, frente a los 25.410.670 de 2013, lo que supone el 69,03 % del total del presupuesto, pero su director no pronuncia ni una sola palabra de lamento.
En 2011, el Reina Sofía tuvo un presupuesto que superó los 45 millones de euros, de los cuales más de 41 eran dinero público y poco más de 4 ingresos propios. "Nuestro objetivo -dijo el director- es que el público que nos visita no note la disminución de ingresos". En unos años en los que ha disminuido la ayuda pública y aumentado los ingresos propios, el Museo ha recortado presupuesto pero ha visto crecer su número de visitantes, que en 2008 apenas superaron 1,8 millones y que en 2012 ya fueron más de 2,5 millones.
Borja Villel achaca los buenos resultados del año a la exposición Dalí, pero no exclusivamente, ya que las dedicadas a la escultora Cristina Iglesias y a la colección de Patricia Phelps de Cisneros, con 35 obras emblemáticas de artistas latinoamericanos y europeos, también gozaron del interés del público. Con un público mitad extranjero mitad español, según los datos del Museo, se trata del "más barato" de cuantos hay, al menos en Madrid, con un precio medio por entrada de 1,5 euros, precisó.
Un instrumento legal que amplía perspectivas
Este año, en palabras del director, ha sido "clave" para el MCARS, ya que el 7 de abril entró en vigor el Estatuto del Museo, que ha "modernizado su régimen jurídico, facilitado una gestión más dinámica y reforzado su Patronato con más participación de la sociedad civil", es decir personalidades que aportan dinero, obra o ambas cosas. ¿La prueba? La incorporación en pleno de pesados nombres como Salvador Alemany (Abertis), Emilio Botín (Banco Santander), Isidre Fainé (La Caixa), Pablo Isla (Inditex), Antonio Huertas (Mapfre), Ignacio Garralda (Mutua Madrileña) y César Alierta (Telefónica) como vocales del nuevo patronato. Sin contar, además, con figuras como la coleccionista venezolana Patricia Phelps de Cisneros, esposa del empresario Gustavo Cisneros. Buenos augurios a un lado, estas incorporaciones han sembrado suspicacias. ¿Qué tanta trasnparencia ofrecen estos mecanismos?
De momento, las nuevas reglas amplían los horizontes y hasta permiten sacar pecho. En adquisiciones para mejorar su colección permanente, el Reina Sofía ha invertido en 2013 más de dos 2,4 millones de euros, de los que 1,3 millones fueron para comprar obra de artistas como Oscar Domínguez, Antoni Clavé, Eduardo Arroyo o Richard Hamilton. Las donaciones superaron el millón de euros. Borja Villel adelantó el calendario de exposiciones para 2014, en el que destaca la retrospectiva que entre junio y octubre le dedicará el Museo a quien fue pionero del arte pop y "profeta del posmodernismo", el británico Richard Hamilton, fallecido en 2011.
Pero el Reina Sofía ha programado otras quince exposiciones en 2014, como las dedicadas a la artista holandesa Elly Strik, que expone por vez primera en España, a la sudafricana Tracey Rose o al director de cine israelí Amos Gitai. Wols, Dominique González-Foerster, Hanne Darboven, el norteamericano Kerry James Marshall, Juan Luis Moraza, Mathias Goeritz o Patricia Gadea son otros artistas a los que el Reina Sofía prestará el próximo año sus salas. Y para 2015 un proyecto que Borja Villel anticipa con mucho tiempo: una exposición con las "joyas" del Museo de Arte de Basilea, el Kunstmuseum Basel, una de las colecciones de vanguardias históricas "más increíbles" del mundo, según el director del MNCARS, y que cerrará sus puertas temporalmente por reformas.
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