La noticia comenzó a rodar esta semana: el Teatro Real añadirá a su oferta artística de ópera, danza, conciertos y recitales… ¡pues los musicales! Eso si prosperan las conversaciones que mantiene la filial española de la multinacional Stage Entertainment con los responsables de la institución. Aunque el Teatro Real ha confirmado a Vozpópuli que, en efecto, han existido tales conversaciones, también deja muy claro: el asunto no está cerrado. En caso de ocurrir, formaría parte de su política de alquiler de espacios; no una decisión artística dentro de su programación.
En un coliseo que hasta hace poco estuvo dirigido por el belga Gerard Mortier –quien falleció hace poco a causa de un cáncer-, esta noticia chirría. El propio Mortier acusaba a los españoles de paletos, porque pedían El barbero de Sevilla. Para él, el español era un público conservador y él, sin duda, un incomprendido. Sin embargo, la realidad se impone: los números del teatro no son buenos –mejor dicho, son pésimos- y hay que sacarlos adelante como sea.
Para Mortier, el español era un público conservador y él, sin duda, un incomprendido
Lo dijo el Tribunal de Cuentas: ¡urge!
Recientemente, el Tribunal de Cuentas detectó que la contabilidad del Teatro Real había registrado "importantes desviaciones" en la ejecución presupuestaria. Los ingresos son actualmente mucho menos de previstos (casi 4,5 millones en 2012), por lo que la fundación que lo gestiona debe –asegura el informe- adoptar medidas "urgentemente" . De no hacerlo, plantea el documento, se pone en peligro la viabilidad de la institución. En ese sentido, lo primero que apunta el Tribunal es la necesidad de replantearse las grandes producciones y óperas de gran formato.
Si se da un repaso a los números es posible entender por qué cuando el río suena es porque piedras trae: desde 2009 a 2012 los ingresos de la Fundación del Teatro Real, con sede en Madrid, fueron inferiores a los previstos en más de un millón de euros en 2009 y 2011, cifra que se elevó a los 4,5 millones de desviación en 2012, primer año de Gobierno del PP. Acelerar y ampliar las opciones para obtener ingresos propios pasaría, en ese caso, por “alquilar su escenario”. ¿Y qué es, en ese caso, más rentable que un musical?
El Rey León, ahí donde Mortier colocaba a Peter Sellars
De prosperar el tema de los musicales, el Teatro Real se sumaría así a otros dos grandes teatros líricos españoles que han hecho lo mismo: el Liceo barcelonés y el Palau de les Arts valenciano, que prestaron sus escenarios para el musical Los Miserables, producción además de Stage Entertainment España.
"La crisis nos ha dado oportunidades. Antes, en gira, nos costaba mucho conseguir semanas en un teatro clave, porque tenían mucha ocupación. Era impensable, entonces, que pudiéramos entrar en el Liceo o en Palau y ya es una realidad", aseguró hace unos días a Europa Press Julia Gómez Cora, representante de Stage Entertainment.
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