Tal y como adelantó Vozpópuli en agosto pasado, el carácter de inexportable de la obra Cabeza de mujer joven, de Pablo Ruíz Picasso incautada en Córcega en julio a Jaime Botín mientras éste intentaba sacarla de España, convierte la acción del ex banquero en un caso de tráfico ilícito de bienes, ya que las medidas cautelares de la Audiencia imposibilitan la salida del cuadro de las fronteras españolas.
De acuerdo con la información confirmada a Vozpópuli por fuentes de la investigación, en verano, concretamente a finales de agosto, la Guardia Civil ha presentado un atestado ante el Juzgado de Instrucción número 4 de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón por un supuesto delito de contrabando. En este sentido, Jaime Botín, expresidente de Bankinter y hermano del que fuera presidente del Banco de Santander Emilio Botín, aha sido llamado a declarar este viernes.
Sobre el delito de contrabando de patrimonio
La Ley de Patrimonio Histórico Español contempla que cuando una obra se declara objeto de tráfico ilícito de bienes pasa a formar parte del Estado. Cabeza de mujer joven, valorada en 26,6 millones de euros, pertenece a la empresa Euro Shitting Charter Company que está vinculada al banquero español Jaime Botín. En nombre de esta empresa, en diciembre de 2012 la firma de subastas Christie's Ibérica solicitó a la Secretaría de Estado de Cultura española permiso para su exportación definitiva a Londres.
La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español acordó pocos días después denegar la autorización, decisión apoyada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Esta resolución fue recurrida por los propietarios ante la Audiencia Nacional, que confirmó la prohibición de sacar el cuadro de España y avaló la decisión adoptada por el Ministerio. La sentencia de la Audiencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo, donde se encuentra actualmente el caso.
Las medidas cautelares impuestas por la Audiencia imposibilitan la salida del cuadro de las fronteras españolas. No obstante, se pudo comprobar que el barco, con bandera británica, donde se guardaba la obra, y que se encontraba fondeado en Valencia, se empezó a mover y se perdió la pista de su paradero. Al desconocerse donde se encontraba, desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se solicitó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigara la ubicación del buque.
Estas investigaciones llevaron a la localización del cuadro en Córcega en julio de este año, lo que demostraba así que Jaime Botín se había saltado las medidas cautelares impuestas por la Audiencia Nacional de ahí que el lienzo pasara a manos de la UCO y de ahí al Estado. Por considerarse tráfico ilícito de bienes, a la luz de la sentencia de la Audiencia, Botín perdió la custodia del cuadro, que hoy permanece custodiado en el Museo Reina Sofía.
Como parte e la estrategia de defensa, los abogados de Botín aseguraron que 'Cabeza de mujer joven', valorada en 26 millones de euros y confiscada el pasado viernes en aguas de Córcega por funcionarios de Aduanas francesas, "no está declarada como bien perteneciente al Patrimonio Histórico Español".
La defensa alega también que Botín adquirió la obra en 1977 en Londres y que en 2012, la casa de subastas Christie's Ibérica se dirigió a la Secretaría de Estado de Cultura para trasladar la obra a la capital británica pero fue ahí cuando la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico denegó el permiso dado "su gran valor".
Una investigación larga y complicada
Cabeza de mujer joven, el cuadro de Pablo Picasso requisado al banquero Jaime Botín en Córcega el pasado 31 de julio, promete una larga y complicada investigación. Que el lienzo quedará en manos del Estado español es algo que las fuentes cercanas a la investigación consultadas por Vozpópuli dan por hecho, la pregunta clave en todo esto es: cuánto puede demorar.
La vía judicial para esclarecer el presunto delito de contrabando cometido al intentar sacar de España una obra declarada como inexportable por la Audiencia Nacional en 2015, podría verse enlentecida por el hecho de que el cuadro es propiedad de una sociedad radicada fuera de España (en Panamá). Se trata de Euroshipping Charter Company Ltd, cuyo presidente, según los datos de la ficha del registro, es Paul Saurel, directivo del Banco Santander vinculado al entramado de sociedades en Panamá y las Islas Vírgenes Británicas con las que Emilio Botín y algunos miembros de su familia –entre ellos Jaime, su hermano menor- desviaron más de 2.000 millones de euros y por los que se vieron obligados a regularizar 211 millones con Hacienda en 2010.
La participación de Paul Saurel en estas sociedades pantalla empleadas por los Botín lo vincularon con la Lista Falciani, cuyo contenido fue publicado recientemente por Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. Los motivos que lo incluían en el llamado caso SwissLeaks incluía no sólo que hubiese sido él quien aconsejara sobre determinadas decisiones económicas a los Botín, sino también porque aparecía en algunas de estas empresas radicadas en paraísos fiscales, la más importante de ellas North Star.
Además de Euroshipping Charter Company Ltd, Saurel también figura como presidente de algunas compañías y sociedades anónimas ya inactivas, entre ellas, Eagle Mountain, Buzzard, Renco S.A, Plenum Corporation, Melfield Investment INC. o Nauri Investment INC. Saurel ha sido presidente de la gestora de patrimonios del Santander en Luxemburgo y, al menos hasta el 31 de diciembre de 2014, consejero externo del Santander en Suiza. Ocupa también el cargo dePresidente del Consejo de Administración de Santander Sicav y director del Banco Santander en la isla de Guernsey.
Creada en septiembre de 1998, Euroshipping Charter Company INC es una sociedad distinta de Cherokee Bay Limited, radicada en la isla de Guernsey, y a nombre de la cual figura Adix, el barco de bandera británica dentro del cual viajaba Cabeza de mujer joven. Fue justamente cuando se trasladaba rumbo a Suiza para la venta del lienzo cuando fue interceptada en Córcega por las autoridades francesas. Los motivos eran más que claros: la Audiencia Nacional había prohibido apenas un mes antes -en mayo de 2015- la salida de España del cuadro, confirmando así la negativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, cuando, en 2012, aseguró que se trataba de una obra "no exportable".
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