Cultura

David Trueba: el gran ganador en unos Goya, otra vez, muy reivindicativos

Alex de la Iglesia se llevó ocho premios por Las brujas de Zugarramurdi, pero el director David Trueba se llevó seis, entre ellos Mejor Dirección y Mejor Película por Vivir es fácil con los ojos cerrados. La ausencia del ministro José Ignacio Wert y las reivindicaciones políticas dominaron buena parte de las intervenciones de los 28 Premios Goya.

La ceremonia de los 28 Premios Goya, celebrados en Madrid este domingo, tuvo entre sus ganadores a Alex de la Iglesia -ausente en la gala-, que se llevó ocho premios Goya por Las brujas de Zugarramurdi, seguido de David Trueba, quien se desquitó de la racha perdedora –había sido el más nominado y nunca premiado- llevándose seis Goya, entre ellos el de Mejor Dirección y Mejor Película por Vivir es fácil con los ojos cerrados. 

Una gala, otra vez, muy reivindicativa

La gala comenzó calentita, con una alfombra color rojo Coca-Cola  por la presencia de los trabajadores de la multinacional, quienes protestaban por el ERE que afecta a la empresa en España. También con los no pocos dardos al gobierno, diana favorita de un sector apaleado por la crisis.  Los motivos para los chascarrillos, dentro y fuera de la gala, fueron variados: la ausencia del ministro de Cultura José Ignacio Wert; los efectos del IVA Cultural; el precio de la entrada al cine; la inexistencia de una legislación contra la piratería…

Puyas…  ¡muchas! De las más agudas, ya desde los minutos previos, la de David Trueba, ganador de seis de las siete nominaciones por Vivir es fácil con los ojos cerrados, quien a pesar de haber sido discreto y elegante en la gala, no perdió ocasión de mostrarse más directo en la alfombra roja."Lo que preocupa es la inexistencia del Ministerio de Cultura en toda la legislatura", manifestó por la tan comentada ausencia del ministro de Cultura, la primera de un cargo de este tipo en la historia del premio. El oscarizado director Fernando Trueba, no fue menos mordaz: "A mi me la suda, yo lo que quiero es que apoyen la Cultura, que para eso les pagamos el sueldo, son nuestros empleados”, dijo.

David Trueba se desquitó de la racha perdedora –había sido el más nominado y nunca premiado- llevándose seis Goya.

La ceremonia comenzó con los comentarios del presentador Manel Fuentes: "¿De verdad que no ha venido el ministro? Con lo que le hubiera gustado ver esto (…) ¡Por fin una sala de cine llena! Y en la que ni siquiera hubiera tenido que pagar el 21 por ciento del IVA cultural de la entrada”, dijo. “Y tampoco está el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "¡con lo que le gusta el cine español!", remató Fuentes. El actor Javier Bardem aprovechó su participación como presentador del Goya a la mejor interpretación femenina de Reparto: “Nuestro cine está muy por encima de nuestro ministro de anti-cultura”, dijo.

El discurso institucional no fue menos directo. “No vengo a quejarme, aunque motivos no falten”, dijo el presidente de la Academia, Enrique González Macho. Sin mencionar a Wert, denunció González Macho no solo el pésimo año que ha vivido la industria sino la ausencia de medidas contra la piratería, la falta de una legislación en materia de propiedad intelectual así como los estragos generados por el IVA Cultural: “El daño ocasionado ha sido superior a la recaudación, que ha sido la mitad de los previsto”.

"Si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las Fuerzas Armadas seguramente su jefe lo despediría al día siguiente".

Después de un guiño a Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid presente en la sala, quien se ha manifestado contra el IVA del 21%, el presidente de la Academia citó a Machado (Tras el vivir y el soñar, está lo más importante: el despertar exclama como despedida) y cerró con un: "¡Viva el cine español!". También el ganador del Goya de Honor, Jaime de Armiñán, aprovechó para dar vivas a la industria.

"Si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las Fuerzas Armadas seguramente su jefe lo despediría al día siguiente", dijo Mariano Barroso, ganador junto a Alejandro Hernández, del Goya al Mejor Guión Adaptado por Todas las mujeres. El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, sobrellevó la andanada con una sonrisa estoica y estropeada.

Trueba: el gran ganador

La Gala la acapararon dos directores: Alex de la Iglesia y David Trueba. Javier Pereira cantó el primer premio, al llevarse el Goya como Mejor Actor Revelación por Stockholm. E inmediatamente comenzó la lluvia para Alex de la Iglesia, que arrasó en los Goya técnicos –los primeros tres consecutivos- con su película Las brujas de Zugarramurdi: Mejor Dirección Artística, para Arturo García ‘Biaffra’ y José Luis Arrizabalaga ‘Arri’; Mejor Diseño de Vestuario para Paco Delgado y Mejor Montaje, para Pablo Blanco. Y siguió su buena racha: Terele Pávez, ganadora del Goya a la Mejor actriz de reparto; Mejor Sonido para Charly y Schmukler y Nicolás de Poulpiquet; Mejor Dirección de Producción,  a Carlos Bernases; Mejores efectos especiales así como Mejor maquillaje y peluquería.

Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, el realizador con más nominaciones –y ningún Goya concedido hasta ayer-, comenzó su larga serie de premios con el reconocimiento a la Mejor música original, para Pat Metheny. Siguió la cosecha con el Goya a la Mejor actriz revelación para Natalia de Molina, quien en un discurso muy emotivo no perdió oportunidad de aludir a la Ley del aborto de los populares: “Yo no quiero que nadie decida por mí”. Siguieron los premios, también para Javier Cámara, que se llevó el Goya al Mejor Protagonista. Después de haber estado nominado seis veces a los Goya, cuatro de ellas en esa categoría, Cámara conquistó su primer premio de la Academia de Cine gracias al profesor idealista de Vivir es fácil con los ojos cerrados.

“Estoy acostumbrado a perder. He escrito una novela que se llama Saber perder”, dijo Trueba al recibir el premio a la Mejor Dirección.

“Estoy acostumbrado a perder. He escrito una novela que se llama Saber perder”, dijo Trueba al recibir el premio a la Mejor Dirección. Aprovechó para reconocer a los artistas y dar sombrerazos a los prejuicios que muchos tienen contra el cine. Poco antes, al recoger el Goya al Mejor Guión, Trueba se permitió el humor y la acidez para hablar de la corrupción en España. Evitando la arenga, reivindicó “un país rico en gente que no tiene ninguna visibilidad. La gente humilde, honesta y que hace bien su trabajo”. Sin embargo, el premio de los premios, lo recogió David Trueba al alzarse con el Goya a la Mejor Película

Tal y como cantaban las quinielas, Marián Álvarez ganó el Goya a la Mejor Actriz protagonista por La herida, papel que ya le había hecho merecedora de La Concha de Plata en el Festival de San Sebastián. La Herida se llevó también Mejor Dirección Novel para Fernando Franco. La gran familia española dio un paso al frente con Roberto Álamo, reconocido con el Goya Mejor Actor de Reparto. El actor madrileño, de 43 años, se impuso a Carlos Bardem con Alacrán Enamorado, a Juan Diego Botto por Ismael y a Antonio de la Torre, su hermano ficticio en La gran familia española. Caníbal –otra favorita- se llevó el Goya a la Mejor Dirección de Fotografía

La Mejor Película Europea fue concedida a Amor, de Michael Haneke y la Mejor Película Iberoamericana se la llevó Miguel Ferrari por Azul y no tan rosa, el primer Goya que se lleva el cine venezolano.

 

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