Cuando el río suena es porque piedras trae. La posición más agresiva de los portavoces de FAPAE en el Festival de San Sebastián –pidieron al Gobierno más voluntad política para sacar adelante la Comisión Mixta para el nuevo modelo de financiación– se adelantaba al anuncio que hizo Cristóbal Montoro en el Consejo de Ministros del viernes pasado y según el cual la Cultura recibirá 81 millones más de euros (17,1%) en el Anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014, que será explicado este lunes en el congreso por José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte. La cifra no habría sido acogida con tanto recelo de no haber sido porque el Ministro de Hacienda dijo, de antemano, que la mayoría de ese dinero iría al teatro, desoyendo así a otros sectores que han intentado tender puentes para el diálogo desde hace dos años.
Hubo muchas llamadas este fin de semana entre sectores de la cultura, especialmente el cine, que siente desatendidas no sólo sus demandas actuales, sino también los compromisos ya adquiridos por el Gobierno, entre ellos el pago de los 21 millones de euros correspondientes al Fondo de Cinematografía de 2011, cuyo desembolso –bianual- no se ha hecho efectivo todavía. ¿Se asigna más dinero a un sector cuando todavía quedan cuentas pendientes con otro?, se preguntan muchos.
“Puede que vengan tiempos tensos, nuevamente”, aseguran fuentes del sector, quienes dicen, con cierta desconfianza, que el “ministro de Hacienda hace las veces de cultura”, mientras el de cultura permanece en silencio. Para una industria que tan sólo este año ha perdido 15% de facturación y se ha contraído cerca de un 30%, el anuncio de nuevas ayudas al teatro confirma “la ojeriza” que, según muchos, siente el ministro Montoro por el cine, severamente castigado no sólo por los recortes sino por un aumento de 13 puntos de IVA que le ha hecho perder cerca de 1.8 millones de espectadores.
Descenso del 12,4%
Según ha dado a conocer la Agencia Europa press, el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 ha destinado una partida 48,21 millones de euros a la Cinematografía, lo que supone un descenso del 12,4 por ciento respecto a la cantidad incluida en los PGE aprobados para 2013, que fue de 55,04 millones.
Esta rebaja ahonda en la tendencia de los últimos años, pues los 55,04 millones de 2013 ya supusieron un recorte del 22,6 por ciento respecto al año anterior, cuando la Cinematografía dispuso de 71,11 millones de euros.
Concretamente, el Fondo de Protección a la Cinematografía gestionado por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) contará en el próximo ejercicio con 33,7 millones de euros frente a los 39,13 millones de euros de 2013, lo que supone también un descenso del 13,9 por ciento.
Un año de propuestas desatendidas
Hace exactamente un año que se constituyó una Comisión con representantes de los ministerios de Cultura, Hacienda, Industria y Economía, además de miembros de la Vicepresidencia y Presidencia del Gobierno, con el objetivo de sentar las bases para el estudio de un nuevo modelo de financiación del cine a partir de tres áreas: incentivos fiscales; ayudas directas e inversión en cine por parte de las televisiones. Ninguna de las tres ha presentado avances.
“Puede que vengan tiempos tensos, nuevamente”, aseguran fuentes del sector.
La sola existencia de la comisión suponía, finalmente, el acercamiento y la oportunidad de diálogo para un sector que en menos de un año había debido afrontar el tijeretazo del Fondo de Protección de la Cinematografía (la cifra para 2013 fue de 39,28 millones de euros, frente a los 49 de 2012 y los 76 de 2011) sorpresa al 21%). Sin embargo, el nuevo carpetazo a las necesidades de la industria agria los ánimos y resquebraja las buenas intenciones.
Una de las principales exigencias, era la de los productores, quienes proponían que se trasladara a España el sistema francés de financiación de la industria audiovisual -el 11% de la recaudación de todas las entradas en las salas, ya sea de películas nacionales o internacionales, va a parar a un fondo para financiar el cine francés-. De esta manera, el cine dejaría de depender de las ayudas públicas para poder gestionar sus propios ingresos, un modelo que ya funciona en distintos países del entorno europeo. Los avances en la materia han sido nulos. De ahí que en el Festival de San Sebastián el discurso de FAPAE virara de la diplomacia y la prudencia a la demanda concreta de una respuesta que no ha llegado.
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