Y el astronauta canadiense Chris Hadfield, que en mayo de 2013 abandonó la Estación Espacial Internacional en la que había ejercido como comandante, fue el protagonista de darle una insospechada nueva vida cuando grabó un vídeo de la canción en la propia residencia espacial, rememorando las aventuras del Mayor Tom que describiera Bowie, y consiguiendo uno de los vídeos virales más impactantes de los últimos tiempos.
Pero Hadfield es de nuevo noticia ahora que ha anunciado la publicación de todo un disco, que con el nombre de Space Sessions: Songs from a Tin Can se anuncia como el primero grabado parcialmente en el espacio, en la propia Estación, y del que ya se ha adelantado la canción Feet Up.
Una canción espacialmente eterna
De hecho, Hadfield siempre fue, durante su estancia espacial, un firme defensor de las posibilidades que ofrecía Internet y las redes sociales como elemento divulgativo de temas relacionados con la ciencia. Si en su mundialmente famoso vídeo del Space Oddity reflejaba las condiciones de ingravidez en las que vivía en el espacio, también se afanó en hacer lo propio con innumerables aspectos cotidianos e intrascendentes que no lo son tanto en dichas condiciones, desde lavarse los dientes a preparar un sándwich.
Pero sin duda es su lectura de una canción como la de Bowie, llena de una tristeza casi mística, la que pasó a la historia. Y eso que el vídeo sólo estuvo colgado en YouTube durante un año, tiempo en el que expiraron los derechos solicitados para la versión. Sin embargo, el éxito fue tan grande, y la presión de los fans tan intensa, que el propio David Bowie reconoció la grandeza y especificidad de la interpretación y otorgó nueva vida legal a un vídeo que cuenta sus visitas por millones.
Pero ya la original canción de David Bowie había tenido una primera vida relacionada directamente con el espacio que trata en su letra. Las conversaciones del Mayor Tom con el centro de control terrestre antes de los supuestos problemas espaciales y emocionales que debe enfrentar fueron publicados como single en 1969, nueve días antes de que el Apolo XI aterrizara en la luna y Neil Armstrong pisara por primera vez el satélite terrestre.
De hecho, la BBC, si bien no radió la canción de forma habitual hasta que los astronautas regresaron de vuelta sanos y salvos, sí la utilizó como banda sonora durante la cobertura en directo del alunizaje. Space Oddity fue incluida en el segundo disco de David Bowie, que sin llevar ese título, pasó a ser conocido con el nombre de la canción. Un tema grabado como homenaje a la película de Stanley Kubrick 2001: A Space Odyssey, producido por Gus Dudgeon, aunque bajo la supervisión del habitual en Bowie Tony Visconti y con la participación, entre otros músicos, de Rick Wakeman, quien fuera miembro de la banda Yes. Y en cualquier caso, una canción tan bella y misteriosa, y con tantas posibles vidas diferentes, como su propio autor.
https://youtube.com/watch?v=D67kmFzSh_o
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