La República de Trinidad y Tobago es un archipiélago de pequeñas que prácticamente roza el litoral venelozano. Allí llegó en 1498 Cristóbal Colón que bautizó a la más grande de las islas con el cristianísimo nombre de Tierra de la Santísima Trinidad. Durante varios siglos fue colonia española y después cayó en manos británicas hasta que en 1962 se independizó. Esta semana, el primer ministro Keith Rowley anunció que eliminaría la referencia a los barcos españoles como un nuevo gesto en la política de descolonización que está llevando a cabo.
El escudo de Trinidad y Tobago fue diseñado tras la independencia por un comité de artistas que incluyó algunos de los elementos naturales más característicos del país como la palmera que lo corona, colibríes, que sobrevuelan las naves de Colón, por la gran presencia de este diminuto pájaro en la isla. O las dos grandes aves nacionales del país, que rodean y agarran el escudo: el ibis escarlata (izquierda) y el cocrico (derecha). En la parte inferior se ven las tres montañas por las que se cree que Colón se inspiró para darle nombre a la isla y el lema 'Together we aspire, together we achieve' ('Juntos aspiramos, juntos lo logramos', en español). Según se ha adelantado, la las naves españolas serán sustituidas por una representación del ‘steelpan’, un popular instrumento de percusión, una especie de tambor metálico, que se originó en la isla.
Tercer viaje de Colón
El pequeño país insular cuenta actualmente con una población de 1,3 millones de personas y más de la mitad de su PIB proviene de las exportaciones de petróleo y gas. La lengua oficial del país es el inglés puesto que desde finales del siglo XVIII, las islas pasaron a ser dominio británico. No obstante, el legado de la presencia española es difícilmente borrable con un sinfín de topónimos con referencias hispanas como el de la propia capital Puerto España.
Colón se topó con la isla de Trinidad el 31 de julio de 1498 en el tercero de sus viajes en el que seguía intentando arribar a las costas asiáticas. Además de descubrimientos de islas como las que conforman el actual país, este periplo de Colón fue un nuevo hito en la historia de la navegación mundial, por vez primera, los europeos pisaron el continente americano en las costas de la actual Venezuela, después de llevar seis años navegando por las islas del mar Caribe.
El anuncio del primer ministro llega solo unos días antes de que se celebre una audiencia pública en la que los trinitenses tendrán la opción de decidir si se deben eliminar otros vestigios coloniales como estatuas y monumentos. Rowley justificó su decisión como forma "de eliminar los vestigios coloniales que tenemos en nuestra constitución”.
El político también busca eliminar el consejo privado del Rey como su tribunal de apelación más alto, un arreglo legal que sigue vigente para varios países de la Commonwealth, según informó 'The Telegraph'.
Descolonización y campaña política
Además de la coyuntura de la política interna, estos gestos llegan en un momento en el que se han reavivado las políticas de colonización, tanto por parte de los territorios que fueron colonias como desde las antiguas metrópolis. En las primeras, cada vez son más frecuentes los cambios en los símbolos identitarios del país como el nombre de ciudades, calles o la retirada de monumentos, tratando de suprimir la simbología o denominaciones impuestas por los europeos, acudiendo al pasado pre o postcolonial para forjar una nueva identidad. Por su parte, las antiguas metrópolis también llevan años inmersos en procesos de descolonización con la devolución de piezas artísticas y arqueológicas como gesto más representativo.
En el marco de estos procesos, la figura histórica de Colón ha recibido enérgicas críticas por su forma "tiránica" de gobernar La Española con episodios de violencia extrema, acusaciones que recibió en vida desde la propia Corona de Castilla; por sus negocios esclavistas y, ya meramente desde una visión del presente como cabeza de lanza de la colonización europea del continente.
Por su parte, la líder de la oposición, Kamla Persad-Bissessar, expresó en un comunicado que, aunque es importante reevaluar ciertos aspectos de la historia de Cristóbal Colón, es fundamental hacerlo de manera adecuada para evitar generar tensiones. Persad-Bissessar subrayó que la historia "no debe ser manipulada para servir a una agenda específica", sino que debe utilizarse para "iluminar a las futuras generaciones, evitando así la repetición de errores del pasado". Según su punto de vista, el primer ministro pretende aprovechar estos acontecimientos históricos y el rechazo al colonialismo como parte de su estrategia electoral de cara a las elecciones generales del próximo año.
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