Es la novena de las once óperas que escribió. Se estrenó en 1651 y su gestación tuvo lugar en la Venecia del siglo XVII. Aún retumbaba la excomunión del Papa Pablo V cuando Francesco Cavalli compuso La calisto, una obra considerada como la génesis de la ópera veneciana, y de la que el Teatro Real ofrecerá 9 funciones entre el 17 y el 29 de marzo. Lasciva, cargada de lujuria, desenfreno e insolencia, esta ópera barroca se presenta por primera vez en Madrid, en una producción procedente de la Ópera Estatal de Baviera.
Su argumento general apunta a una sátira de la mitología. El compositor y empresario teatral Francesco Cavalli (1602-1676) ofreció al público veneciano de aquel entonces, ávido de espectáculo, diversión y transgresión. Eligió historias tocadas por un aire truculento, libertino y extremo. Para conseguirlo, se valió de la maquinaria escénica, la fantasía de los disfraces y de un mundo de ilusión sin censuras ni barreras. Siglos después, su obra aún retumba. Es una de las más conocidas de ese período.
La Calisto forma parte de los quince títulos de ópera de la temporada 2018/2019 del teatro. SU director artístico Joan Matabosch la ha incluido entre las siete que se incorporan al repertorio del Teatro Real junto a Dido & Aeneas, de Henry Purcell; Capriccio, de Richard Strauss; La peste, de Roberto Gerhard; Com que voz, de Stefano Gervasoni; Only the Sound Remains, de Kaija Saariaho y Je suis narcissiste, de Raquel García-Tomás, primera colaboración del Teatro Real con el Teatro Español, que se ha estrenado la semana pasada.
Humor, sexo, crítica social...
La Calisto ofrece una trama llena de humor, sexo, maquinaciones, crítica social y subrepticias resonancias morales; una música inventiva y melodiosa que permite el lucimiento e improvisación de los cantantes; distintas localizaciones para estimular el cambio de telones, trampillas y trucos escénicos; atractivos juegos de transformismo ─Calisto es convertida en oso y luego asciende a los cielos en forma de constelación…─ y un elenco de personajes fantásticos ─dioses, semidioses, ninfas, sátiros…─ para exhibición de disfraces exóticos.
David Alden ─que dirige su cuarto título en el Teatro Real, después de Alcina (2015), Otello (2016) y Lucia di Lammermoor (2018)─ presenta el mundo delirante de La Calisto, con guiños cómplices al espectador de hoy, en un decorado de evocaciones psicodélicas de Paul Steinberg, con figurines inspirados en el comic diseñados por Buki Shiff e iluminación de Pat Collins.
El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, que ya dirigió esta producción en el Covent Garden de Londres y en la Ópera Estatal de Baviera, volverá a hacerlo en el Teatro Real, en esta ocasión al frente del Monteverdi Continuo Ensemble y de la Orquesta Barroca de Sevilla. Tal como ha sucedido en Idomeneo, recientemente presentada en el Teatro Real, Ivor Bolton acompañará a los recitativos en uno de los tres claves que se utilizarán en la ópera.
Un doble reparto de cantantes muy afines al repertorio barroco dará vida a los personajes de La Calisto: Karina Gauvin y Rachel Kelly (L’Eternità / Giunone), Monica Bacelli y Teresa Iervolino (Il Destino / Diana / Le furie), Luca Tittoto y Wolfgang Schwaiger (Giove), Nikolay Borchev y Borja Quiza (Mercurio), Louise Alder y Anna Devin (Calisto), Tim Mead y Xavier Sabata (Endimione), Guy de Mey y Francisco Vas (Linfea), Dominique Visse (La Natura / Satirino / Le furie), Ed Lyon y Juan Sancho (Pane) y Andrea Mastroni (Silvano).
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