Cultura

El libro electrónico: apocalípticos versus integrados

El libro electrónico supone apenas un 5% de la facturación total del sector en España. En Estados Unidos ha caído 42%. ¿Es realmente un fracaso? ¿Se leen las cifras electrónicas con criterios de negocio analógicos?

El libro digital no termina de despegar... ¿eso quiere decir que se estrella? La tan anunciada muerte del ejemplar en papel palidece al momento de confrontarla con las cifras. Según el Barómetro de Lectura difundido el año pasado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 78,6% de los encuestados decía leer habitualmente en papel, frente al 11,2% que lo hace en formato digital. Dos años atrás las cifras eran éstas: el 79,7% leía en papel y el 11,1% en digital. En lo que a producción editorial se refiere, el e-book  aumentó en 2016 un 2% al llegar al 13,5%, con un total de 23.656 ISBN frente a los 20.848 ISBN en 2015. Es decir, un 27,5% del total de la producción electrónica.

¿Donde está la ecuación de un éxito que no ha sido el esperado? ¿Se editan en la misma medida en digital y en papel? ¿El fracaso del Ebook es cierto o depende desde dónde se mire?

Al ampliar el foco es posible constatar que, dependiendo del portavoz, la perspectiva cambia. Según los informes de ventas de Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), las cifras españolas están en línea con las que reflejan países como Francia, Alemania e Italia. Gran Bretaña es la única con cifras superiores al resto de países europeos. En EEUU surge una situación curiosa: después de unos años en los que hubo un crecimiento constante y rápido de la facturación de los e-books, se ha reducido el margen de este formato frente al libro en papel, un 42% en los últimos dos años.

¿Donde está la ecuación de un éxito que no ha sido el esperado? ¿Se editan en la misma medida? ¿Tienen los factores tradicionales de la cadena, es decir, los distribuidores y libreros, la misma percepción que las nuevas unidades de negocio digital (libro electrónico y audiolibro)? Si se comparan las cifras actualizadas con los  datos de la Agencia del ISBN, el margen sobrepasa el 25%. Una cuarta parte del mercado, ¿cuál es la facturación de ese trozo?

"La facturación del ebook en 2015 alcanzó los 115,44 millones de euros, esto es un 5% de la facturación total del sector”

De acuerdo con Antonio Mª Ávila, director de la Federación de Gremios de Editores de España, una cosa es la oferta y otra el volumen de dinero que genera el libro digital. "Si tomamos el dato del Informe de Comercio Interior del Libro, en 2015 se estaban comercializando 170.726 títulos. Esto da una idea de la importancia que el sector concede a la edición en formato digital. Otra cosa diferente es la facturación. Según el mencionado Informe, la facturación en 2015 (los últimos datos que tenemos disponibles) alcanzó los 115,44 millones de euros, esto es un 5% de la facturación total del sector".

El IVA del libro digital (actualmente el 21% frente al 7% de Francia) es un factor que puede explicar que estas cifras sean menores, aunque no el único

El IVA del libro digital (actualmente el 21% frente al 7% de Francia) es un factor que puede explicar que estas cifras sean menores, aunque no el único. “Existen otros factores como el hecho de que haya aún mucha gente que prefiere los formatos tradicionales. Luego hay otros elementos que influyen como la piratería que hacen que haya personas que viendo que pueden acceder a contenidos de manera gratuita deciden acudir a esas plataformas en lugar de consumir contenidos legalmente”, asegura Ávila, portavoz de los editores.

Su visión es bastante parecida a la que ofrece Juancho Pons, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), un organismo que reúne a 1.600 librerías en toda España. "La razón por la que los libros electrónicos tienen tan poca presencia en España es porque una parte importantísima de la gente que lee electrónico, no paga por esos libros. Leen en electrónico más de lo que aparece en las estadísticas, pero no lo pagan. Aun así, creo que todavía es residual”, asegura.

"Los libros electrónicos tienen tan poca presencia en España porque una parte importantísima de la gente que lee electrónico, no paga por esos libros"

La perspectiva cambia, por completo, al consultar la opinión de quienes apuestan por el formato electrónico. Carmen Ospina, directora de Estrategia Digital y Desarrollo de Negocio Internacional para Penguin Random House Grupo Editorial, asegura que las cifras de crecimiento en el formato digital alcanzan "las dos cifras", alrededor del 15%. Plataformas como Libranda, una empresa dedicada a la distribución electrónica, lleva años trabajando el mercado digital español, que ha visto una tendencia al alza con la llegada de Amazon. Lo curioso es que ambos -y citando palabras de Umberto Eco- tanto los apocalípticos como lo integrados coinciden en un mismo argumento: de no existir la piratería las cosas serían distintas.

El perfil lector en papel replica en el digital. ·El mayor consumo del libro electrónico coincide con las comunidades más lectoras: Madrid, País Vasco, Cantabria y Cataluña, especialmente en la ciudad de Barcelona

El perfil lector en papel replica en el digital. Si se estudia de manera más específica, el mayor consumo del libro electrónico coincide con las comunidades autónomas más lectoras: Madrid, País Vasco, Cantabria, Cataluña, especialmente en la ciudad de Barcelona. "Al final el que decide es el lector. Si el lector quiere consumir libros en formato digital el editor tendrá que poner a disposición los títulos en esos formatos. La labor de los editores es poner a disposición de los lectores los contenidos que editan en aquellos formatos que demandan los lectores", aseguran los editores. 

"El margen de ganancias en el digital es mucho menor. Tienes que vender muchos, pero muchos más ejemplares, para obtener un margen parecido"

Existe otro factor: la lectura digital tiene su expresión más clara en los jóvenes de 20 a 24 años , el porcentaje más elevado de compra-un 30,3%- en 2016 según las cifras recogidas en el último informe sobre el sector del libro en España, elaborado por el Ministerio de Educación. ¿Es el libro electrónico la expresión abocetada de lo que podría venir o acaso, mas bien, el síntoma de una industria a la que le urge repensarse y rehacerse? ¿Un modelo de negocio terminará imponiéndose al tradicional papel?

Un eslabón influye en esta larga cadena: el autor. El tipo de contrato de los autores al momento de publicarse en libro g¡digital o en papel es distinto. "El margen de ganancias en el digital es mucho menor. Tienes que vender muchos, pero muchos más ejemplares, para obtener un margen parecido", asegura la agente literaria Anna Soler-Pont, quien desde hace 25 años dirige Pontas Agency, cuya cartera de autores alcanza cerca de 70 firmas entre las que se encuentran Dolores Redondo o Milena Busquets. "La novela, o al menos la ficción literaria, sigue siendo de papel". 

La lectura digital tiene su expresión más clara en los jóvenes de 20 a 24 años, el porcentaje más elevado de compra: un 30,3%

En el Día del Libro, en el desembarco editorial predomina la campaña del ejemplar físico: la visibilidad que este da frente a la discreta venta del digital.¿Apocalípticos o integrados? La verdad es una: se trata de dos modelos opuestos, que no buscan complementarse. Factores tradicionales versus nuevos esquemas. Aun así, el porcentaje del mercado digital es modesto y crece con no pocas limitaciones, si se compara con el impreso. El mercado pasa por su propio ajuste. La crisis de modelo que aún no consigue una resolución total.

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