Cultura

Una guía para el Día del Libro y Sant Jordi: menos romería y más lectura

Decimos Sant Jordi, porque la cita catalana es el reclamo editorial por excelencia y acaso el más visible en una ciudad que se vuelca en el libro, pero en abril

Decimos Sant Jordi, porque la cita catalana es el reclamo editorial por excelencia y acaso el más visible en una ciudad que se vuelca en el libro, pero en abril hay muchas más fechas señaladas que rodean la literatura y convierten este en mes en el más libresco del almanaque. La conmemoración de la muerte de Miguel Cervantes el día 22 y  la de Shakespeare el 23, por ejemplo, hacen que sea justo en esta semana cuando cobre todavía más sentido el acto de leer,  una acción individual –probablemente la que más – y que, paradójicamente, se celebra más reclamos grupales que con una invitación a su práctica enjundiosa y solitaria. Planteada fuera del libro y no en el libro, las actividades en torno a su día olvidan lo más importante: leer. Justo por eso conviene repasar los libros hasta ahora más importantes publicados en lo que va de año y armar con ellos una guía razonable de lecturas.  La mayoría forma parte del catálogo de novedades editoriales del primer cuatrimestre y comparten entre sí una profunda vocación literaria: es decir, libros cuya excepcionalidad radica en su sustancia, en su técnica e incluso su lugar en la obra del autor que los publica. Con ellos, Vozpópuli propone una bitácora de lectura que, en estos días de romería cultural, desagravie con algunas novelas y ensayos a todos cuantos desean ser, aunque sea por un día, lectores.

Ante tanta actividad lúdica, conviene repasar los libros hasta ahora más importantes publicados en lo que va de año y armar con ellos una guía razonable de lecturas

Un repaso a la ficción escrita en español publicada por los sellos de grandes grupos obliga a detenerse en nombres como Ordesa (Alfaguara), de Manuel Vilas, un libro magistral y en cuyas páginas la autobiografía troca en sustancia universal. En Ordesa, la muerte como hecho precipita un derrumbamiento. Vilas revisa la relación con sus padres, con su país y consigo mismo en un libro durísimo provisto de una belleza en ocasiones insoportable. Aunque manifiestamente opuesto y disímil al registro de Vilas y aunque se publicó en septiembre de 2017, del catálogo de Alfaguara conviene recuperar Berta Isla, la más reciente novela de Javier Marías en la que el escritor conecta con la mejor versión de sí mismo. También en el registro ficción escrita en español, aunque en este caso se trata de relato, Literatura Random House se desmarcó con  Lo que está y no se usa nos fulminará (Literatura Random House), que toma su título del estribillo de una canción de Luis Alberto Spinetta. En estas páginas Pron echa mano de episodios estropeados, de seres que se apagan y se encienden, criaturas tan cómicas como trágicas, que el escritor rescata de su propio vertedero afectivo para crear con ellos un libro luminoso.

Sin embargo, habría que destacar la oferta de Literatura Random House fue mucho más potente en la ficción internacional: Vernon Subutex 3 el cierre de la trilogía de la francesa Virginie Despentes; La mujer del pelo rojo (Literatura Random House), la nueva novela del Premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk, una tragedia contemporánea alrededor de las relaciones paterno-filiales en el Estambul de los ochenta hasta nuestros días, así como libros que, aunque muerden los territorios de la no ficción, forman parte de un universo literario específico, como es el caso de Declaración, la magnífica edición de los cuentos reunidos de Susan Sontag. También el sello Lumen -perteneciente al conglomerado Penguin- publicó dos libros elegantes, necesarios: La historia, una novela de Elsa Morante que se desarrolla en la Italia de la Segunda Guerra Mundial y en la que la escritora profundizó la ecuación del enfrentamiento entre la historia individual frente a la historia social, así como La semilla de la bruja, una relectura de La tempestad de Shakespeare a cargo de Margaret Artwood. A estos dos libros habría que sumar la serie de novelas: El amor molesto, los días del abandono y La hija oscura, de Elena Ferrante, una autora cuya identidad real se desconoce y que desde su irrupción en 2010, la crítica se refirió a ella como la nueva Elsa Morante, una etiqueta que es capaz de defender.

Un detalle de la portada de los cuentos se Susan Sontag publicados por Literatura Random House.

Después de colocar toda la carne en el asador con la última novela de Paul Auster (4321, publicada en septiembre del año pasado), en este primer cuatrimestre Seix Barral publicó dos autores de ficción contemporánea en español que son importantes, cada uno por razones diferentes. El primero, de Antonio Muñoz Molina es  Un andar solitario entre la gente (Seix Barral), un libro que se comporta al mismo tiempo como un ensayo, una novela, un dietario o una bitácora. Lo sustantivo de este libro es la capacidad del lenguaje como aquello  que se derrama sobre las cosas pero también desde el interior de ellas hacia el mundo. Es el libro escrito por un paseante –la voz es de Muñoz Molina- alguien que recorre el mundo con un papel y un lápiz y actualiza la capacidad literaria del flaneur. También de Seix Barral hay que destacar Filek, la nueva entrega en la que Ignacio Martínez de Pisón reconstruye la historia del estafador que engañó a Franco con una fórmula para convertir el agua en combustible. La novela parte de un personaje real: el químico austriaco Albert Von Filek, inventor de un combustible sintético que mezclaba extractos de vegetales con agua del río Jarama y cuya fórmula secreta puso al servicio del régimen de Franco. Martínez de Pisón regresa con un registro que domina, conoce y en el que se ha consolidado como una de las voces más interesantes.

En su oferta de ficción internacional, el sello dirigido por Elena Ramírez ha publicado este cuatrimestre un libro eficaz. Se trata de Absolutamente Heather, la traducción con la que la editorial Seix Barral publica en España la primera novela del guionista de Mad men y Los soprano, una novela que se comporta como un capítulo de una serie de televisión: es rápida, buena, entretiene pero conserva una sensación de abocetamiento dentro de un universo mayor que llega en ocasiones a perjudicarla. El sello Tusquets, también del grupo Planeta, apostó su comienzo de año al  Premio Goncourt 2017, El orden del día (Tusquets), una nouvelle que narra el episodio Anschluss, la anexión de Austria por los nazis, un hecho del que se vale el francés Eric Vuillard  para poder en perspectiva de qué manera en ocasiones causas frívolas, incluso banales, precipitan las mayores tragedias. Anagrama comenzó el año con un libro de una belleza y sencillez extraordinarias:  Entre ellos, un libro en el que el escritor norteamericano Richard Ford dedica un retrato a su padre y a su madre. A través de ambas estampas, Ford elabora un magnífico retrato que es, al mismo tiempo, el suyo y el de la sociedad americana. Anagrama publica un libro indispensable: un volumen que reúne los cinco primeros libros de relatos de  Patricia Highsmith. En estas páginas, Highsmith despliega los elementos esenciales de su universo novelístico: el crimen que irrumpe en lo cotidiano y la maldad despojada de cualquier redención.

Un detalle de la portada del libro editado por Anagrama.

Los catálogos de los sellos independientes han dado de sí este cuatrimestre, incluso más que los grandes sellos. Hubo más riesgo, más frescura. Errata Naturae tiene, entre otros, Chica de campo, las memorias de la de la autora irlandesa Edna O’Brien. Sus páginas encuadernan el testimonio de una existencia compleja, y en la que merece la pena detenerse. La primera novela de Edna O’Brien se publicó en 1960 y escandalizó tanto a la gente de su pueblo que el libro fue quemado en público en la plaza mayor. Estas páginas extraen los rasgos de una vida y una personalidad peculiar: conventos de monjas, fugas, divorcios, el Londres de los sesenta y encuentros con gigantes de Hollywood. También de Errata Naturae, en una coedición con Periférica, hay que destacar Hombres, una nueva novela autobiográfica de la inmensa Angelika Schrobsdorff, autora de Tú no eres como las otras madres, un libro que en 2016 sobrepasó las ocho ediciones y que comparte con esta novela la fuerza de una narradora y un personaje afeitado de pudor y complejos. Este libro arroja un retrato de la Europa posterior a la segunda guerra mundial, a partir de las distintas relaciones que sostiene Eveline Clausen (alter ego de Schrobsdorff ) con distintos hombres. Ella se refugia en ellos con el único propósito de evadir la realidad de persecución, hambre y pobreza.

Los catálogos de los sellos independientes han dado de sí este cuatrimestre, incluso más que los grandes sellos. Hubo más riesgo, más frescura

Libros del Asteroide publica Una noche con Sabrina Love, una novela de Pedro Mairal, el autor de la exitosa novela La uruguaya. Se trata de una novela galardonada en Argentina con el Premio Clarín y que fue adaptada al cine por Alejandro Agresti. En su catálogo de novedades el sello incluye además a la británica Anita Brookner, con Un debut en la vida, una novela que retrata el choque entre la vida y los ideales literarios, a Andrea Köhler con El tiempo regalado. Un ensayo sobre la espera, así como la comedia La señora Fletcher, del estadounidense Tom Perrotta. En su línea de recuperaciones, el sello barcelonés publica una novela de aprendizaje de Eduardo Blanco Amor: La catedral y el niño. Asimismo, tras editar Tiene que ser aquí, Asteroide vuelve con Maggie O’Farrell, de quien ofrecen ahora La primera mano que sostuvo la mía. Cierran el trimestre La buena vida, de Jay McInerney y La novena hora, de Alice McDermott. También Ralf Rothmann, con Luz de juventud y Frank Conroy con el libro de memorias literarias Stop-Time. Impedimenta acaba de publicar A la deriva (1979), la novela que encumbró a Penelope Fitzgerald (conocida por su novela La librería, adaptada por Isabel Coixet) a la fama, y supuso su consagración literaria de la escritora. 

Miedo, de Stefan-Zweig.

El sello Salamandra entra los imprescindibles de Sant Jordi con La pirámide de fango, de Andrea Camilleri Los celosos, de Sándor Márai. En el caso del primero, se trata de una nueva entrega de la serie protagonizada por el inspector Salvo Montalbano, quien se enfrentará a un caso de corrupción ligado al mundo de la mafia y de la construcción. Los celosos es la segunda parte de una trilogía que comienza con Los rebeldes (Salamandra, 2012) y finaliza con Los ofendidos, en la que Sándor Márai, centrándose en el destino de la familia Garren, retrata la decadencia de la burguesía de Hungría a finales del siglo XIX. También en ficción, el sello Acantilado –cuyo catálogo en general pocas, poquísimas veces se equivoca- publicó verdaderas joyas, una de ellas Miedo, una nouvelle de Stefan Zweig sobre el deseo y la capacidad que tiene éste para hacer tambalearse hasta lo más firme. Su protagonista, Irene Wagner, la acomodada mujer que parece estar dispuesta a tirarlo todo por la borda en su relación con un joven pianista, sirve a Zweig para arrojar luz sobre un mundo crepuscular  que, incluso moralmente, vislumbra su ocaso.

En No Ficción merece la pena destacar –acaso porque vivimos tiempo de revisionismo sobre lo que feminismo supone- la publicación de Mujeres y poder (Crítica), de la investigadora británica Mary Beard, premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales, así como el ensayo El gran nivelador, una historia de la desigualdad y la violencia, a cargo de Walter Scheidel. También en el apartado ensayo, aunque ésta ya de estricta naturaleza literaria, destaca Blackie Books con Contra la lectura. Un ensayo dedicado a los lectores que no creen que los libros sean intocables, un texto en el que la psicoanalista y crítica cultural Mikitta Brotman propone replantear nuestra relación con la lectura, quizá con menor profundidad y lucidez que Alfonso Berardinelli, el agitador cultural más indómito y polémico de Italia, en Leer es un riesgo (Círculo de Tiza). Aunque muchos podrían identificarlo como un libro de divulgación, hay uno que destaca por su rareza, o al menos por su naturaleza híbrida: entre la memoria personal y la reflexión. Se trata de El lenguaje de los bosques (Espasa), del escritor vasco Hasier Larretxea, quien estas páginas traza una ruta por el valle del Baztán donde creció, a la vez que recoge una memoria familiar a través de la relación con árbol, la madera y el bosque.

Gran Abismo Hotel (Turner)

El sello Fórcola, en su línea de magníficas rarezas: Libros y libreros en la Antigüedad, de Alfonso Reyes. Un viaje al mundo de los libros en la antigüedad, que explora la cotidianidad de la edición, compra y lectura de los libros en Grecia y Roma, las peculiaridades de los primeros libreros y editores, así como la idiosincrasia de las primeras bibliotecas. Cierra la selección de No ficción con dos libros que conviene no dejar de leer: Gran Hotel Abismo. Biografía coral de la Escuela de Frankfurt (Turner), en la que el escritor y periodista británico Stuart Jeffries reconstruye la vida y obra de Benjamin, Adorno, Marcuse, Horkheimer y otros pensadores que definieron el mundo tras la Segunda Guerra Mundial. Puede que sea el momento propicio además para volver sobre la mítica Escuela de Frankfurt con ojos más escépticos y desapasionados. A ése sigue un nuevo libro del ensayista y profesor italiano Nuccio Ordine, quien tras su lúcido ensayo La inutilidad de lo inútil  publica  Clásicos para la vida, un libro en el que recoge el poder de la literatura como elemento esencial de toda educación y lo hace a través de un recorrido sobre lo que ésta significó parta Platón, Rabelais, Shakespeare, Cervantes, Goethe, Rilke…

Dos libros sobre música relucen en la estantería de las lecturas pendientes: el magnífico Esto no estaba en mi historia de la música (Almuzara), de Pedro G. Mira, un libro que no llega a ser del todo divulgativo, aunque lo procura de una manera ágil e inteligente, y que reivindica, sobre todo, la idea de para qué escuchamos música. En una estructura sencilla, directa y ordenada Mira  incluye, por supuesto, pasajes de color y anécdotas sobre Bach o Beethoven, peor también ejecuta una  propuesta de conjunto, mucho más amplia, para introducir al lector en la música pero todavía más, para que éste sea capaz de preguntarse para qué hacerlo. Recién publicado por la editorial Debate, destaca La sinfonía de la libertad, de Antoni Batista. En las páginas de este ensayo, Batista ofrece una gran panorámica de la música política de todos los tiempos, compositores e intérpretes. Se vale de una serie de ejemplos con determinados personajes y su impronta histórica:  Beethoven como  legado de la Revolución Francesa a la Unión Europea; Chopin, Verdi, Sibelius, Falla como reivindicadores de patrias libres; Dvorak como compositor de un “federalismo sinfónico” o cómo el Daniel Barenboim unió a palestinos y a judíos...

Un detalle de la portada de La sinfonía de la libertad.

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