Cultura

Eastwood, Scorsese, Coppola... Directores que dieron la nota

"Swing heil", se decía al saludar cuando entrabas en el Cafe Bismarck, que con sus letras de neón rojas señalaban que allí la noche dejaba de ser oscura. Lo hacía en

"Swing heil", se decía al saludar cuando entrabas en el Cafe Bismarck, que con sus letras de neón rojas señalaban que allí la noche dejaba de ser oscura. Lo hacía en el año 1939 en la Alemania nazi que se preparaba para dar inicio a uno de los acontecimientos históricos más terribles de la historia, la Segunda Guerra Mundial. Esta cita, que se empleaba para sustituir el saludo a Hitler, se recoge de la película 'Rebeldes del swing' ('Swing kids'), un filme del director Thomas Carter, que en 1993 decidió crear algo en lo que la música fuese protagonista. Como Carter, hay directores que han dado una oportunidad –o varias- al cuarto arte en sus películas. Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Richard Linklater, entre otros, dejaron sus oscarizadas proyecciones sobre distintos argumentos durante un tiempo para dedicarse a hablar de música.

Francis Ford Coppola abre las puertas del Cotton Club 

En 1984, un Francis Ford Coppola de 45 años abrió las puertas del Cotton Club de los años 20 al público a través de la gran pantalla. Richard Gere, Gregory Hines, Diane Lane, Bob Hoskins, Nicolas Cage, James Remar y Laurence Fishburne transitaban el club clandestino durante la ley seca estadounidense. Lo prohibido estaba permitido en el Cotton.

Sería un error destacar o hacerle partícipe de un par de películas entre tantas, Coppola ha creado mitos como 'El Padrino', 'Drácula' o 'Rebeldes' y lo cierto es que en sus filmes, la música siempre ha sido un elemento relevante a través de sus bandas sonoras.

Pero fueron dos nominaciones a los Premios Oscar en 1985, también un par a los Globos de Oro y una a los Premios Bafta, entre tantos, las que dieron a 'The Cotton Club' (1984) el reconocimiento que sirvió para valorar y entender la música como argumento en las películas. Imágenes de un cabaret inician el filme en la ciudad de Harlem de 1928. El ambiente del propio Cotton Club –que estuvo instalado en el barrio negro de Manhattan hasta que en 1940 fue clausurado- se plasma a la perfección en una película que mezcla la intensa historia de los años de la depresión económica y los gágsters. Sin olvidar que en plena época de segregación racial, represión y linchamientos a la raza negra, la gente buscaba un lugar en el que disfrutar de su pasión por el jazz y el buen sonido de un saxo.

Allí, los acordes de 'I’ll Wind', interpretada en la película por Lonette McKee, se intercalan con imágenes de fajos de billetes o de ametralladoras de gángsters con sombrero. Además de esta actriz, Larry Marshall se pone en el papel de Cab Calloway para dar voz al tema 'Minnie The Moocher'. Con lentejuelas negras y acompañada del saxo, Diane Lane pone el broche de oro cantando "He never done it before" ("Él nunca lo había hecho antes"). Como el tema original de Ethel Waters, Coppola mostró la esencia del jazz como no había hecho antes.

El swing prohibido en la Alemania nazi, con Thomas Carter

El "Swing heil" que se escuchaba al entrar en el Cafe Trichter del filme 'Rebeldes del swing' (1993) es uno de los filmes cargados de contenido político en los que se muestra la represión de regímenes totalitarios en los que entre otras artes, algunos géneros estaban prohibidos. Las personas buscaban lugares en los que disfrutar de un placer tan simple como escuchar canciones como el 'Life Goes to a Party' de Benny Goodman o bailar los acordes del 'Jumping at the Woodside' de Count Basie. Ahí aparecían los clubes clandestinos, con sus bandas y la sensación de los protagonsitas de que por unas horas podían comportarse y bailar como les placiese.

Thomas Carter es conocido por películas más recientes como 'Entrenador Carter' (2005), con Samuel L. Jackson o 'Un equipo legendario' (2014), protagonizada por Jim Caviezel'. Ambas ligadas al deporte y en las que se dotaba de importancia a la figura del entrenador de un equipo. Sin embargo, en todas ellas, los protagonistas buscan de la libertad y la lucha contra la opresión.

Pero es en 'Rebeldes del swing' donde la mezcla entre la represión política y el movimiento swing se vuelve una obra maestra. Los actores, desde luego, son un elemento a favor. Robert Sean Leonard, que da vida a Peter Müller, junto a Christian Bale, que interpreta a Thomas, y a Frank Whaley, Arvid en el filme, son el conjunto idóneo para ver las tres caras de una Alemania que reclutaba a jóvenes para las Juventudes Hitlerianas que tendrían que combatir en la Segunda Guerra Mundial.

No se puede elegir una sola escena que represente la sensación que provoca en el espectador la energía que de los tan complejos bailes intercalados con la terrible época

Una de las escenas que hielan al espectador es en la que Arvid reivindica los derechos que se estaban robando a quienes no cumplían con los requisitos del régimen. "Ya no hay canciones alemanas, solo canciones nazis", dice encarando a un alemán de las filas hitlerianas. No obstante, en este filme no se puede elegir una sola escena que represente la sensación que provoca en el espectador la energía de los tan complejos bailes intercalados con la terrible época. 

Siete películas sobre el blues, de Martin Scorsese

Martin Scorsese no necesita presentación. Las obras maestras llevan el rostro de sus gafas de pasta y su traje negro con camisa. Sin embargo, lejos de tramas como la de la isla de Leonardo DiCaprio y Mark Ruffalo, 'Shutter Island' (2010) o de la de un excéntrico Matthew McConaughey junto a DiCaprio en 'El Lobo de Wall Street' (2013), hay una serie documental cuyo protagonista es el magnífico género del blues.  

Scorsese es el productor de 'The Blues' (2003), no obstante, en este documental cuenta con la dirección de otros seis directores que se declaran y plasman su afán por el género. Entre ellos destaca otro de los directores destacados en altavoz por su pasión por la música, el norteamericano Clint Eastwood

https://youtube.com/watch?v=e_mmNV-W74g

Son siete películas distintas pero que conforman un documental interesante y que rinde homenaje a un género que no suele ser protagonista de la comercialización de las grandes compañías discográficas pero que, sin espacio para las dudas, es una delicia para los oídos. 'Feel Like Going Home', 'The Soul of a Man', 'The Road to Memphis', 'Warming by the Devil's Fir', 'Godfathers and Sons', 'Red, White and Blues' y 'Piano Blues' conforman 'The blues'.

Scorsese fue quien creó la primera pieza de las que formarían 'The Blues', 'Feel Like Going Home' ('Sentirse como volviendo a casa'). Habla de su origen en las calles de Mississippi y junto al músico Corey Harris venera las raíces africanas del género. La incontrolable represión del mundo a la raza negra se aprecia en este filme, en el que el talento indudable y las especiales voces de los que fueron protagonistas de la historia simplemente por su color de piel, recuerdan a algo a lo que Scorsese hace alusión en su obra, los campos de algodón repletos de personas que trabajaban, pero cantaban para soportar las horas bajo el sol. Su don les dio la de crear algo extraordinario.

Memphis es un escenario único y esencial. Allí crecieron como músicos y como voces de la historia rostros como B.B.King

La segunda pieza es del director alemán Wim Wenders. Llamó a su obra 'The Soul of a Man' ('El alma de un hombre'). En esta parte de 'The Blues', Wenders habla del cantante, guitarrista, pianista y compositor Skip James (1902-1969), del cantante y guitarrista afroamericano Blind Willie Johnson (1897-1945) y el cantante, compositor y guitarrista del propio Mississippi J. B. Lenoir (1929-1967). La voz, el saxofón y la guitarra son protagonistas en una pieza que muestra la lucha reivindicativa por los derechos civiles. 'The Soul of a Man' le dio el reconocimiento de un Premio Emmy.

La siguiente parte se titula 'The Road to Memphis'. Dirigida por Richard Pearce, habla de uno de los puntos clave de la historia de la música, la ciudad de Memphis y sus calles repletas de carteles luminosos y el aire impregnado en la cultura del blues. Pearce recorre Beale Street para contar al espectador de dónde proviene el género. Es un escenario único y esencial. Allí crecieron como músicos y como voces de la historia rostros como B.B.King. 

Siempre he pensado que el jazz y el blues eran verdaderas formas de arte americanas"

El cuarto filme, 'Warming by the Devil's Fir', lo dirige Charles Burnett. El director, del propio Mississippi, narra la historia de un joven Junior. La mezcla del blues con lo celestial del gospel se vuelven protagonistas para mostrar otra visión del género. Le sigue 'Godfathers and Sons', en la que Marc Levin se traslada a Chicago para, junto a Chuck D. Marshall Chess, hijo de Leonard Chess, enseñar al espectador las composiciones más modernas con las de míticos intérpretes de la música negra. 

El documental lo terminan dos últimas películas. La primera de Mike Figgis, que da una clase de blues con su voz. Esta vez en las Islas Británicas, Figgis habla en 'Red, White and Blues' de la revolución social de los 60 en el país. Habla de lugares como Liverpool, Newcastle y Birmingham, pero da especial trato a Londres. El regreso del folk y la invasión británica en el género son analizados con la propia voz de Figgis junto a Bryan Ferry. Por su parte, Eastwood tituló a su obra 'Piano Blues'. Los pianistas de este género son primordiales en esta cinta. "Siempre he pensado que el jazz y el blues eran verdaderas formas de arte americanas. Tal vez las únicas formas de arte realmente originales que tenemos", reconoce el actor y director. Las intervenciones e imágenes de ambas piezas son esenciales

https://youtube.com/watch?v=InHZGcodSpU

La figura de Charlie 'Bird' Parker, por Clint Eastwood

Clint Eastwood ya mostró en 'The Blues' su pasión por la música, pero no contento con eso, creó una obra en la que el protagonista es una de las figuras que mayor talento demostró a lo largo de su vida. Charlie 'Bird' Parker fue saxofonista de jazz y logró revolucionar el sentido del género. 'Bird' dijo adiós con tan solo 34 años, consecuencia de las adicciones y la depresión, modo de vida que eligió tras una supervivencia a castigos, drama, tinieblas y opresión.

Que Eastwood adoraba el sonido de su saxofón es un hecho, y muestra de ello es el homenaje que retrata en este filme, titulado, por supuesto así, 'Bird' (1988), con el actor Forest Whitaker como protagonista. Escuchó tocar a 'Bird' cuando era joven y quedó prendado de su magia. El director de esta película fue meticuloso y respetuoso a la hora de realizar la pieza. Adoraba al músico y, por lo tanto, nadie podría imitarle, por lo que decidió utilizar imágenes originales del músico. La crudeza de la historia que hay detrás de un músico brillante se palpa en esta película. 

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Hay otros excelentes ejemplos de directores como Elthan Jesse Coen junto a su hermano Joel David Coen que crearon 'A propósito de Llewyn Davis' (2014), en la que la otra cara de la moneda de la música se plasma desde el primer minuto o como John Carney. Aunque este último no solo ha dejado su esencia en una película sobre el cuarto arte. Carney ha creado obras como 'Once' (2006), 'Begin Again' (2013), con una esencial banda sonora, o 'Sing Street' (2016), ambientada en el Dublín de la década de los 80. 

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